Correo
Esfuerzo y solidaridad
Pasadas las horas trágicas que trajo el destructivo incendio en Viña del Mar, viene la etapa de mirar al futuro, intentando dejar atrás el pasado. Una vez más ha quedado plasmada la actitud mostrada por los sufridos vecinos que pese a la destrucción, siguen dispuestos a renacer de las cenizas.
No es ninguna mentira cuando se dice que los chilenos estamos preparados para las grandes tragedias y para las pruebas extremas que la naturaleza, los terremotos, los incendios y los tsunamis nos ponen en el camino. Nos hacen cada vez más fuertes. Uno para todos y todos para uno, porque nadie sobra en la Quinta Región, en Chile, ni el gato atigrado ni el perro de orejas tristes, nadie sobra. Chile los necesita a todos.
Luis Enrique Soler Milla
Sociedad civil
A raíz de la tragedia que han vivido compatriotas por el incendio en Viña del Mar, diversos grupos y organizaciones se la han jugado con iniciativas para ir en ayuda de los damnificados, estando a la altura del alma solidaria que tiene nuestra gente.
Esto nos recuerda que nuestro pueblo siempre se ha levantado con fuerza ante los desafíos de la vida, mediante el esfuerzo de los grupos intermedios y la sociedad civil. La realidad de nuestro país no es que el Estado llega a salvarnos resolviéndolo todo, sino que, por el contrario, son las iniciativas particulares las que han sacado a Chile adelante en un sentido amplio. Es importante recordar esto a quienes piden más Estado en perjuicio de las iniciativas particulares.
M. Nicolás Homo Fundación para el Progreso
Esperanza
Cuando uno ve, escucha y observa cómo reaccionan los chilenos ante una tragedia de la envergadura del incendio de Viña del Mar, vuelve el alma al cuerpo y la esperanza. Ver personas de todas las edades, de todas los estratos sociales, a muchas autoridades, políticos y a una enorme cantidad de entes sociales de todo tipo, sobrecoge de sobremanera. Y si agregamos a los propios damnificados, que trabajan sin perder la esperanza, redescubrimos que el pueblo chileno sigue siendo el mismo de siempre reaccionando ante cualquiera adversidad.
Renzo Follegati Ghio
Grupos intermedios
A raíz del reciente incendio en Viña del Mar, diversas organizaciones no gubernamentales como Desafío Levantemos Chile, juntas de vecinos, la Iglesia, Bomberos y otras asociaciones de la sociedad civil y comunidad organizada, apoyaron y están apoyando junto al Gobierno a los damnificados.
Este complemento entre lo público y lo privado es muy importante para enfrentar con eficacia esta emergencia, y también ha sido muy relevante en otras circunstancias. Solo como ejemplo citar el apoyo durante la pandemia de las camas de las clínicas privadas a la red integrada de salud y también la Teletón, que ha ayudado y ayuda actualmente a la rehabilitación de miles de niños con discapacidad motora. Estas asociaciones y otras similares son los denominados "grupos intermedios", ya que existen entre el individuo y el Estado, y de acuerdo al artículo 1° de la Constitución, el Estado los reconoce y ampara.
Y pensar que la propuesta ampliamente rechazada el 4 de septiembre ni siquiera mencionaba a estos "grupos intermedios", ya que para dicha propuesta existía solo el individuo y el Estado. Definitivamente, en septiembre la ciudadanía fue muy sabia.
Matilde Araya Aceituno
Fuegos artificiales
El querer "adaptar" una norma establecida de seguridad me parece totalmente fuera de ética y moral, especialmente si el "arreglo" obedece a una conveniencia económica sobre la integridad física, salud y vida de personas. Realmente, no hay nada más que decir. Por favor, que las autoridades no lo permitan, es su deber.
Patricio Cañete Toro
Consumismo
Conforme van pasando los años y con datos históricos en la mano, actualmente la Navidad se ha convertido en un ritual carente de significado profundamente simbólico y reflexivo, considerándose un suceso comercial más como un Black Friday o Cyber Monday, donde se desata una vorágine de consumismo y materialismo para mitigar sentimientos de culpa, ansiedad y soledad, a pesar de trastornados datos económicos. Ahora ya no existe suficiente religión, en su sentido más libre, para que fomente prosperidad, progreso y capacidad de converger ideas en conflicto.
Ismael Cisternas Vega
Búsqueda de Dios
Los cuatro caballos del Apocalipsis, "la guerra, el hambre y la peste", suelen darse una vueltecita por este mundo, y parece que especialmente en este siglo XXI, y se han ensañado con muchos pueblos de la tierra y, por cierto, con el nuestro también.
Las lecturas y comentarios acerca del nuevo milenio que se acercaba y leídas en los últimos 50 años del siglo pasado aventuraban un mundo nuevo, lejos de las guerras, de las hambrunas y las pestes, logrando el control definitivo de las enfermedades más graves del mundo: sida, cáncer, virus, etc., y ya se hablaba de "un nuevo orden mundial" en el cual ya nadie cree.
Bueno, todos esos buenos deseos se han evaporado desde el inicio de este milenio, todas las promesas de futuro esplendor mundial se sepultaron y seguimos siendo los mismos hombres y mujeres que vivimos en este tiempo y en todos los tiempos. ¿De verdad creímos que las guerras eran del pasado? ¿Creímos en el siglo de oro, en el del hombre nuevo y casi inmortal y otras fábulas?
No podemos ocultar los grandes adelantos científicos, sociales, políticos, morales, etc., pero seguimos siendo los mismos, nuestra naturaleza no cambia, somos débiles y dependientes y por eso buscamos siempre a Dios, presentado de muchas maneras en distintas culturas. Pero Dios, al que solemos alejar o negar, es buscado con pasión por miles de millones de personas en la Tierra y lo llaman de distintos nombres. Al no encontrar el camino solemos hacernos dioses de nosotros mismos y el resultado es el que vemos en un mundo revuelto y peor.
Esta Navidad nos ha dado una nueva esperanza en el Niño de Belén. No la dejemos pasar, salgamos a buscarla hasta encontrarla, ya que seguimos en este mismo planeta y en él seremos sepultados. Solo si encontramos a Dios podremos escribir la parte más importante de nuestras historias: "El camino, la verdad y la vida" están en las bienaventuranzas y ellas nos llevan a resucitar con Cristo a una vida de verdad maravillosa, eterna y feliz. Será, este sí, "el nuevo orden mundial", pero en la Gloria de Dios.
Feliz Navidad.
P. Enrique Opaso Refugio de Cristo