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Críticas por mala broma y ranchera

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Alejandro Fernández fue trending topic en Twitter, no solo por su show, sino también por la broma de mal gusto que hizo a la modelo que entrega la Gaviota, a la que llamó "gaviotota", miró descaradamente y hasta Martín Cárcamo se la presentó. "Todo iba bien hasta que ...llegó el acoso, que incómodo se vio por la televisión, me imagino la modelo, cómo se sintió , Alejandro Fernández eso es ACOSO", dijo @OdiosAna, entre otras críticas que se generaron en la red social. Por otra parte, la exministra Karla Rubilar posteó, respecto a la ranchera "Mátalas", que "si bien la canción #Mátalas es metáfora, en un Chile que vive el flagelo del femicidio, un coro que dice 'consigue una pistola o cómprate una daga y vuélvete asesino de mujeres', NO DEBERÍA tener la vitrina del @elfestival", crítica similar a la que hizo la ONG Red chilena contra la violencia hacia las mujeres.

Fito Páez: "Vamos a dar de comer al Monstruo de verdad"

SHOW. El rosarino llega por quinta vez al escenario viñamarino.
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Cuando a Fito Páez le hacen la invitación para venir por primera vez al Festival de la Canción de Viña del Mar, en 2002, y le dicen que lo va a recibir el famoso Monstruo, él -que asegura tener cierta afición a los monstruos- consideró que era "una hermosura", porque "por fin en algún lugar te recibe alguien parecido a uno, me voy a encontrar con alguien de los míos", en el sentido de estar "con los monstruos de la libertad, el baile, el canto, de la danza".

El cantante oriundo de Rosario vuelve hoy a la Quinta Vergara después de su última presentación en 2014. Un escenario que también es parte de su gran vínculo con el país. "Tengo muchos amigos, muchas lecturas de autores chilenos, gente que amo aquí y sí tengo una casa en el mundo es aquí en Chile", estimó.

Un lazo humano y artístico que partió en 1984, según rememoró, "cuando era tecladista de la banda de Modern Clix (Clics modernos) de Charly García". A partir de allí comenzó un vínculo, el cual "me ha permitido formar parte de un parte importante de la familia chilena. Eso siempre lo llevo como uno de los grandes honores de mi vida".

En la antesala de su reencuentro con el público viñamarino, en el primer certamen postpandemia advirtió: "Le vamos a dar de comer al Monstruo de verdad, al que queremos; y al otro lo vamos a mandar al confín de los infiernos, con alegría (...). Viña forma parte de la experiencia carnal que tengo con Chile".

Hay que dar tiempo

La figura de Páez encabeza, por su gran trayectoria, a una numerosa delegación de intérpretes argentinos en esta edición del Festival; aunque con la salvedad de que su mayoría se dedica a los ritmos urbanos, como el trap, más que al rock que proliferó en los años '80 en tierras trasandinas y que después se masificó por el continente.

"Me da la impresión de que son expresiones legatarias del rock, entonces siento que forman parte de la familia, las chicas, los chicos. Son parte, tienen la misma actitud, a lo mejor menos acordes, menos textos, pero la misma actitud", planteó.

Sin perjuicio de admirar a la legión de cantantes urbanos y sus vínculos, Fito Páez consideró que "como en todas las expresiones, hay que darles tiempo" ante la colisión con las formas musicales tradicionales, como ocurrió en su tiempo entre el rock latino y la vieja guardia del tango.

"No voy a generalizar, porque sería una gran torpeza. Hay artistas increíbles en las nuevas generaciones, pero (en la música actual) se tiende más a una estandarización, una pasteurización de los ritmos, de las armonías, de las melodías casi desaparecidas del lenguaje musical, que es lo que nos convoca aquí", sentenció el intérprete.

"Belenaza" no consigue llevarse la gaviota de oro

TERCERA JORNADA. Con carcajadas tibias, pifias y una gaviota a presión no logró brillar en la noche de Alejandro Fernández.
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P. Boltei / F. Arbulú

El gran protagonista de la tercera jornada del Festival fue Alejandro Fernández. Con una serie de grandes éxitos, convirtió a la Quinta Vergara en un gran karaoke que demostró que gran parte de los asistentes que llegaron ayer al recinto iban a disfrutar de las canciones del músico de 51 años.

Y aunque en la previa a que comenzara el show, cada vez que se nombraba a Belén Mora se escuchaban pifias, se supo ganar a los asistentes, aunque no se produjeron las mismas carcajadas que las dos noches anteriores. y ya hacia el final de la actuación se empezaron a escuchar pifias.

"Me voy feliz", dijo, sin embargo, los animadores alargaron la despedida hasta que algunas personas empezaron a aleonar a la gente para que se llevase la gaviota de plata. Pero en el bis se comenzaron nuevamente a escuchar las pifias, y ella siguió con su rutina sin inmutarse. Pero el público no la quería seguir escuchando.

Sss

La jornada comenzó con la celebración de los 63 años del Festival de Viña del Mar, que se cumplían ayer, para lo cual los animadores del certamen salieron desde la platea hasta el escenario entre los saludos del público.

Pocos minutos antes de las 22 horas, al son de la trompeta, con mariachis y una banda completa en el escenario apareció Alejandro Fernández cantando "Tantita pena", luego que la última vez fuese en 2015. Con un show mezclando sus raíces rancheras con las baladas cumplió con una presentación musicalmente impecable en instrumentación y calidad de su voz la que, pese a los malos augurios por una de sus últimas presentaciones en México, cumplió aunque sin arriesgar demasiado.

La jornada no escatimó en gritos. "Estuve", "Te olvidé" y "Tengo ganas de ti" -canción que interpreta junto a Christina Aguilera, quien se presenta mañana en el Festival- llenaron la noche de romanticismo. Y aunque el mexicano se llevó las dos Gaviotas, la primera polémica surgió cuando interpretó la ranchera "Mátalas", canción que fue criticada por la exministra Karla Rubilar en Twitter, y la segunda, cuando hizo una broma de pésimo gusto a Rubia, la despampanante modelo que le entregó los dos premios.

"La primera vez dijiste que te temblaron las piernas, ¿qué te tiembla ahora?", le preguntó Martín Cárcamo, quien jamás esperó la respuesta que le daría el artista: "Algo que está entre las piernas" (ver recuadro).

A pesar de ello, Fernández enamoró a los asistentes a la Quinta Vergara con "Qué voy a hacer con mi amor", "Qué lástima", "Caballero", y su nuevo single "Inexperto en olvidarte", entre otras, para recibir la Gaviota de Plata a las 22.50 y cantar "Me dediqué a perderte", "Como quien pierde una estrella", clásicos que todos corearon anoche. "Estaría feliz", dijo el mexicano al hablar de qué pensaría su padre - el fallecido Vicente Fernández-, del cariño del público, antes de recibir la Gaviota de Oro. Tras un mix de éxitos finalizó con la tradicional ranchera que popularizó su padre "El rey", seguido de "Se me va la voz".

Sssss

En su debut en el escenario de la Quinta Vergara, Belén Mora comenzó tímidamente a encantar a los asistentes. Con una broma sobre la equivocación de entrar al camarín y que había llegado a uno lleno porque estaban los hijos de la animadora María Luisa Godoy inició la comediante su actuación.

No fue una rutina de carcajada fácil, pero el público le dio tiempo para que se afirmara. Fue así como comenzó con el tema de la pandemia, y las estupideces que hizo, cómo se acompañaba de la televisión y hasta que era capaz de asesorar legalmente a todos porque se veía todos los programas de Carmen Gloria Arroyo.

Fue en ese momento que enganchó con el tema de su embarazo: "Me embaracé no por amor, sino de ociosa", para comenzar una rutina centrada en el parto y la maternidad. En una historia sobre un paseo de curso se comenzaron a escuchar pifias, ni cantar a Alejandro Fernández la salvó.

Tras llevarse una obligada gaviota, se despidió: "Me voy con el mejor de los recuerdos", sin obtener la de oro. Al cierre de esta edición