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Congreso PS critica proceso constitucional al grito de "Michelle presidente"

OPOSICIÓN. Timonel socialista dijo que el texto "no se ve bien".
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Redacción

El Partido Socialista celebró ayer su Congreso General con varias reincorporaciones de importancia, como la de Heraldo Muñoz, y entre gritos de "Michelle (Bachelet) presidente", la presidenta de la colectividad, Paulina Vodanovic, reconoció que si bien "los socialistas hemos luchado por décadas por una nueva Constitución", el actual proceso "no se ve bien".

El XXXII Congreso Socialista "Carlos Lorca Tobar" se realizó en el Aula Magna de la Universidad de Santiago, con la presencia de la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), los PS Carlos Montes, Maya Fernández y Álvaro Elizalde, el subsecretario del Interior Manuel Monsalve (PS) y representantes de la Democracia Cristiana, el Frente Amplio y también del Partido Comunista, como del PC, como su presidente Lautaro Carmona y la secretaria general Bárbara Figueroa.

La senadora y timonel socialista Paulina Vodanovic dijo que quiere que la tienda "vuelva a ser la casa de la izquierda", pero reconoció que para formar "la alianza de Gobierno que somos" ha costado "superar diferencias".

En cuanto al proceso constitucional actual, Vodanovic habló de "desilusión", porque pensaron que "sería distinto. La situación hoy no es la misma, pero es igual. Es la derecha la que ha pretendido plasmar sus ideas excluyentes en la nueva 'Kastitución', perdón, Constitución, dejando de lado la aspiración de un texto que aglutinara a todos".

Lo que nos queda

Édgar Hernán Fuentes-Contreras
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Es claro que la relatividad del tiempo es juez de los procesos y los resultados. En ese orden, lejos quedó en el calendario el plebiscito de septiembre de 2022 y el diciembre del "Acuerdo por Chile" que dio apertura a un nuevo proceso constituyente: hoy le restan poco menos de tres semanas al proceso en Comisión Experta y en Consejo Constitucional; después la propuesta de Carta Política transitará hacia el plebiscito de salida del 17 de diciembre de 2023.

Esta proximidad a la fecha de entrega de la propuesta, es decir, el 7 de noviembre de 2023, facilita efectuar un balance del proceso y del proyecto sin que sea anticipado.

Bajo esa idea, lo primero que se debe afirmar es que el proceso constitucional se caracterizó por lo reflexivo: esto explica que tanto el proceso como el texto de la propuesta hayan abandonado esa pretensión refundacional e iniciar todo de cero. Por el contrario, bien se puede decir que el proceso buscó reconocer que la identidad de un país guía no solo los cambios significativos, sino también la interacción entre las diferentes generaciones.

Precisamente, ese carácter reflexivo del proceso ocasionó que se tuviese más uniformidad desde lo social y lo cultural en contraste con el anterior. Solo que esto no es un defecto: puede ser leído más bien como un decaimiento de la efervescencia que dio origen al primer proceso o, si se prefiere, un asentamiento de la realidad más allá de lo coyuntural; lo cual es más útil al momento de tomar las decisiones relevantes y de largo plazo.

Ahora, lo expuesto no quiere decir que el proceso haya sido perfecto, solo que aprendió de los recientes acontecimientos lo propicio si se quería hacer una propuesta constitucional seria. En esa medida, el nuevo proceso tuvo que hacerse cargo de momentos en que las inclinaciones y gustos constitucionales intentaron ahogar los consensos, donde las declaraciones y las recriminaciones generaron un sin sabor que aumentaba la fatiga o cansancio de la ciudadanía. Pero, a pesar de todo, este proceso ha sido capaz de sanear las fragilidades previas y centrarse en la labor encomendada. Por ello, hay un texto (casi) listo. Un texto que se caracteriza por algo sustancial: no es la anterior propuesta, ni estructural ni lingüísticamente.

A ciencia cierta, en muchos aspectos, el texto pasó por ese ámbito ponderado que se esperaba. Por tanto, resulta improbable que sea una obra que lleve el eslogan "Aprobar para reformar": su elaboración se asentó en el orden, lo que hará fácil su unificación y asimilación. Claramente no es una obra donde prime la unanimidad ni tampoco el minimalismo, aunque abandonó la pretensión de que todo quedase en la Constitución, lo cual da paso a que ciertos temas importantes sean tratados por el legislativo como representante democrático y de la soberanía. Evitó, por ende, la hiperconstitucionalización y dará un espacio para materializar el texto, su perdurabilidad y que la obra se adapte mejor a la realidad cambiante.

Y pese a las opiniones sobre la eliminación de derechos, una lectura de la propuesta muestra lo contrario, por ejemplo, se incluyeron derechos nuevos -como la vivienda adecuada, al trabajo decente, a la cultura, al agua y al saneamiento-, se complementaron otros existentes y se integran expresamente derechos de las mujeres, como la participación política, la no discriminación en salud y en la remuneración por trabajo de igual valor, la protección de la maternidad.

Tampoco es menor que se haya construido una obra que no desconoce las 12 bases constitucionales que se firmaron en ese ya distante diciembre de 2022: así lo puso de manifiesto la Comisión de Venecia, como ente externo, y lo refleja la no intervención de ese tercer órgano que se creó para el proceso que fue Comité Técnico de Admisibilidad y que iba a servir de árbitro ante posibles infracciones a las normas y bases establecidas.

Es, en ese sentido, que se hace necesario empezar a discutir desde lo que dice el propio texto y no desde las meras aspiraciones o sospechas, porque en camino al plebiscito de salida, el diálogo y la crítica deben sostenerse en la veracidad de la información y dotarse de sensatez para alcanzar una decisión para un mejor Chile.

Investigador posdoctoral de la Facultad de Derecho y

de Polis, Observatorio Constitucional de la Universidad de los Andes.

Nueva denuncia del Servel contra Comunes por $142 millones otorgados

POLÍTICA. Servicio Electoral acusa no rendición en campaña de Karina Oliva.
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El Servicio Electoral (Servel) denunció al Partido Comunes por la no rendición administrativa de 142 millones de pesos que entregó el Fisco en 2020 y 2021 a la campaña de la excandidata a gobernadora por la Región Metropolitana, Karina Oliva, investigada por Fiscalía por presunto fraude. Según La Tercera, uno de los testigos que ya habría declarado en calidad de imputado sería Diego Corvalán, militante de Comunes, quien habría confesado que la ONG Chile Movilizado habría recibido $120 millones por informes copiados a una consultora.

La denuncia en Fiscalía dice que "han transcurrido 217 días del plazo de presentación de los estados financieros del año 2021 y el colectivo (Partido Comunes) no ha presentado la rendición del balance (...). Se advierte que las operaciones descritas, correspondientes al aporte fiscal entregado entre los años 2020 y 2021, ascienden a $ 142.686.823 que no están acreditados a la fecha, por lo que podrían revestir carácter de delito".