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Cuesta arriba para las lideresas locales

Ser mujer nunca ha sido fácil. Pero ser mujer en regiones y con un Gobierno que se dice feminista sin serlo, es doblemente complicado.
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Para ser sinceros, nada fácil la tienen en política las mujeres en la Región de Valparaíso. Mucha igualdad de género, mucho Gobierno supuestamente feminista, mucha paridad de salida, pero a la hora de los quiubos, todo les termina costando el doble porque además de mujeres, son provincianas, lo que para Santiago y La Moneda ya parece ser un pecado doble.

Si no, que lo diga la delegada presidencial regional Sofía González, una a la cual le dan de todos lados -incluso del propio oficialismo- por no haber resuelto de buena manera la seguridad de los edificios de los socavones de Reñaca, la cual en rigor también tiene responsables masculinos, como son su delegado de seguridad, el kinesiólogo y exgobernador de Los Andes, Daniel Zamorano, el mismo que incendió el conflicto de la desaladora de Puchuncaví con la Federación de Pescadores Artesanales de Quintero-Bahía Narau, o los propios Carabineros, los cuales abrieron una investigación interna por orden del general Edgard Jofré. Debajo de González, y absolutamente ninguneada por la Delegación, está la Coordinadora Regional de Seguridad Pública de la Subsecretaría de Prevención del Delito, Alejandra Romero, otra que no lo pasa nada de bien con sus manos atadas y las pocas ganas de ponerse los pantalones del subsecretario Eduardo Vergara para permitirle hacer su trabajo.

De la misma manera, la irritante cohabitación Delegación/Gobernación Regional no ha hecho más que restar fuerzas en vez de sumarlas, invisibilizando de paso el actuar, la gestión y el lucimiento de muy respetables seremis encabezadas por la desaprovechada vocera María Fernanda Moraga, Belén Paredes (Vivienda), Claudia Espinoza (Desarrollo Social), Lorena Cofré (Salud), Camila Lazo (Mujer), Arife Mansur (Energía), Romina Maragaño (Educación), Yolanda Cisternas (Agricultura) o Paula Gutiérrez (Justicia). En Viña, a la alcaldesa Macarena Ripamonti la zarandean de todos lados, pero al final del día tiene bastantes logros que mostrar en la ciudad. En Villa Alemana, Javiera Toledo renunció al movimiento Transformar porque Jorge Sharp se puso demasiado serio y ello multiplicó por diez su figura (la de ella, claro está). En Quilpué, Valeria Melipillán le entró de lleno a la seguridad, acaso uno de los grandes flagelos comunales, y respondió a sus detractores después de un muy pasivo inicio. Salvo Ripamonti, por la lógica exposición que tiene por la comuna que representa, y las ya mencionadas Toledo y Melipillán, las otras seis jefas comunales de la Región de Valparaíso no cuentan tampoco con los espacios que requieren en la prensa, las asociaciones comunales ni en la agenda del poder central regional y deben pelear más contra el establishment gubernamental que contra alguna supuesta cultura machista local. ¿Les cabe alguna duda?

Cerca de la meta

Bernardo Donoso Riveros , Profesor emérito PUCV
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Larga ha sido la maratón para alcanzar el podio de una Constitución legitimada por el pueblo, que ampare el ser nacional, los cambios y las circunstancias de la sociedad moderna y que mire al futuro creando las condiciones para el encuentro fraternal y el fortalecimiento de nuestro país. Una duda inicial se refiere al título de la columna. Aparece como afirmación; a semanas del 17 de diciembre, efectivamente estamos cerca del plebiscito de salida del proceso actual. Sin embargo, tal vez es una pregunta: ¿cerca de la meta? Donde ella implique la ratificación popular en este segundo intento. La respuesta está en las mujeres y hombres que cumplirán su deber y derecho de ciudadanía para tener la respuesta. En usted está la respuesta.

Los constitucionalistas pueden ilustrarnos sobre la historia larga, los contenidos y los procesos vividos en cada momento para culminar en una Constitución que tuvo vigencia. Conocimiento que bien nos haría para una mejor comprensión del significado de la norma superior que nos invita a la visión de país. Quedémonos por ahora en la conversación sobre la cuestión constitucional de los últimos decenios: la Carta de 1980, su origen y sus reformas, siendo la principal la de 2005, que lleva la firma del presidente Lagos. Hemos sido testigos de la diversidad de opiniones, de análisis, de encuentros y desencuentros, de conductas rigurosas o simplificadoras, de ideologismos activos, de expresiones de ética política o de manipulación, de momentos de diálogo fraterno o de confrontación, de confianza o desconfianza; en definitiva, de todo aquello que los humanos somos.

Los que hemos transitado en estos tiempos hemos tenido ante nuestros ojos esperanzas y temores, también expresiones de violencia no imaginada. Particularmente en este quinquenio, formas de revuelta social que hieren la democracia: la regla esencial a cuidar para la convivencia. Y como decía un analista externo, hemos sabido del crimen organizado y de los nuevos riesgos. Pero también hemos observado la grandeza del alma de Chile, la lealtad a la Patria, las manifestaciones de sentido común del profundo y auténtico pueblo. Las lecciones, si las hemos asumido, debieran ser parte de nuestro análisis para decidir "cerca de la meta". Estamos invitados a la lectura de la propuesta de Constitución fruto del proceso que ya culmina. Seguramente nuestra preferencia no es sólo racionalidad, también depende del clima, de los liderazgos, de la comunicación y su pureza o distorsión, de la emoción humana.

Probablemente habrá muchos que gustarían de seguir intentando procesos hasta lograr el más cercano a su visión ideológica de sociedad, mientras quedamos en la inestabilidad que se paga cara ante el mundo. Y la paradoja sería que muchos que piensen ideológicamente lo opuesto, deseando mantener las reglas vigentes, se manifiesten por la misma preferencia por razones contrarias. Lo veremos. En todo caso, las semanas hasta el día señalado del 17 de diciembre son un tiempo y un espacio de prueba a la nación como un todo; también una prueba íntima en que cada uno de nosotros asume su libertad, contrasta su vida y experiencias y se compromete con la fortaleza y la fraternidad, con la democracia y la paz.

El desafío de reactivar la innovación

Pier Paolo Zaccarelli , Director EIVA
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El reciente informe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de Naciones Unidas (OMPI) ha suscitado reflexiones críticas sobre nuestra realidad. Tras ocho años de liderazgo en innovación en Latinoamérica, Chile ha sido desplazado por Brasil. Este descenso, por ahora leve, es un indicador preocupante de la necesidad de revisar y revitalizar nuestras políticas públicas en esta materia.

Durante años, tanto el emprendimiento como la innovación se priorizaron como motores de desarrollo. Hoy, esta desaceleración invita a preguntarnos: ¿Estamos aprovechando al máximo nuestra capacidad innovadora?

La respuesta no es simple y tiene varias aristas. Mientras que el informe resalta nuestra infraestructura como la mejor de la región, caemos en otros parámetros globales, ubicándonos en el puesto 52. Lo más alarmante es que otros países, como México, están en vías de superarnos.

Si analizamos la realidad de la Región de Valparaíso, es evidente que las bases del ecosistema de emprendimiento e innovación ya existen y están en desarrollo. Organizaciones como EIVA ayudan desde la perspectiva de la articulación, la colaboración y la comunicación para poder acelerar y fortalecer esta red de emprendimientos dinámicos e innovadores. No obstante, el impulso debe provenir a su vez de una política de Estado coherente y eficaz que promueva la innovación y el emprendimiento como palancas de crecimiento, que aumenten la productividad de nuestra economía y que junto a la inversión permitan el desarrollo sostenible.

A esto añadimos que el presupuesto 2024 para la Región de Valparaíso aumentó sólo 3,6%. A pesar de ser un reflejo de la situación económica actual, esta cifra está lejos del 36% solicitado al Ministerio de Hacienda, quedando muy bajo las expectativas del Gobierno Regional y las necesidades de la región. Pero no basta con lamentar el exiguo crecimiento del presupuesto, se debe trabajar en una reasignación de los recursos con una mirada estratégica, que potencie el crecimiento con foco en la innovación y el emprendimiento.

Este desafío es respaldado en la actual propuesta constitucional que apunta a dar autonomía y fomentar la innovación desde las regiones.

Entonces, ¿qué nos falta? Más que recursos, una visión estratégica para reasignar y potenciar aquellos ámbitos que verdaderamente generan impacto en nuestra región. El presupuesto no puede ser un mero ejercicio contable, sino una herramienta para cambiar paradigmas y fomentar un desarrollo real.

Debemos pensar en hacer las cosas de manera distinta. A pesar de los desafíos actuales, más allá de cifras y rankings, una visión centrada en el desarrollo regional y la colaboración entre el Ejecutivo, tanto nacional como regional, el sector privado, la academia y otros actores relevantes, dan esperanza de lograr incrementar el crecimiento real y potencial de la Región de Valparaíso.