La grave crisis del empleo regional
El 9,1% de desocupación que informó el INE en su último boletín refleja problemas estructurales que nadie ha querido abordar.
El último índice de desempleo publicado por el INE para la Región de Valparaíso retrata un presente complejo, marcado por una economía estancada, sin capacidad de crecer ni crear los puestos de trabajo necesarios para absorber a la gran cantidad de personas que se incorpora cada mes a la fuerza laboral, pero también plantea una serie de interrogantes hacia el futuro, dado el inevitable impacto que tendrá el megaincendio de febrero en la economía regional, particularmente en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana.
Según expone el boletín del INE, la tasa de desocupados correspondiente al trimestre móvil noviembre 2023-enero 2024 se situó en un 9,1%, lo que representa 1,3 puntos porcentuales más que el mismo periodo del año anterior. Esto significa que el desempeño económico de un trimestre clave -que incluye Navidad y el inicio del verano- fue inferior al de 2022, particularmente en un sector sensible como el de Actividades de Alojamiento y Servicio de Comidas, que mostró en este lapso un retroceso interanual de 7,24%. Quedar tan cerca de la barrera de los dos dígitos en tres meses que solían ser un alivio para los indicadores económicos por las razones estacionales evidentes, constituye un gran llamado de alerta y debe servir para que los distintos actores del mundo económico regional se movilicen en la búsqueda de soluciones profundas, porque resulta evidente que, bajo estas cifras contingentes, subyacen problemas estructurales, que aún nadie aborda con determinación y sentido de urgencia a nivel regional.
No es para nada claro que "aumentar esfuerzos" del Gobierno en la orientación de nuevas inversiones, como anunció el seremi de Economía, Marcelo Arredondo, sea una medida suficiente para frenar la tendencia actual y, menos aún, revertirla. Aquí se requiere de un plan estratégico mayor, que tenga la inteligencia de ocupar la reconstrucción como un elemento dinamizador de la economía, sí, pero que vaya mucho más allá, porque la rehabilitación de los barrios siniestrados no es suficiente para sacar a la Región del foso económico en el que está sumida desde hace demasiado tiempo.