Chile y Valparaíso en particular reafirmaron nuevamente su vocación oceánica al ser sede de un importante encuentro naval. Esta reunión, la VI Conferencia de Plataformas y OPV's de Latinoamérica, contó con la presencia de representantes de las marinas de guerra, además de la chilena, de Argentina, Uruguay, Colombia, Perú y Ecuador y constituyó un espacio para el intercambio de experiencias en materias de importancia como la construcción naval y seguridad de puertos, litoral y el mar en general.
Al cierre de la reunión se realizó un ejercicio práctico, simulando el rescate de una nave secuestrada en el puerto de Valparaíso. Actuaron en esa oportunidad los grupos de operaciones de Rescate, de Respuesta Inmediata y de Abordaje y Registro de la Armada de Chile. Cada uno de estas unidades tiene una tarea especial, focalizada, de acuerdo a su denominación y su existencia corresponde a amenazas reales presentes en amplio campo del movimiento marítimo global.
Destacando la inquietud conjunta de las armadas presentes, el comodoro Sidney Chellew, director de Asmar, expresó que "las marinas siempre han actuado en conjunto y hoy en día, cuando las amenazas son prácticamente comunes, obviamente vamos a tener que tener formas comunes de enfrentar estas amenazas". Precisando esos desafíos, el jefe naval aludió a la piratería, el narcotráfico y el contrabando.
La labor de Chile refiere también a la industria de naves especiales para afrontar estas amenazas, los Offshore Patrol Vessell (OPV), de los cuales nuestro país ha construido seis. Dos han sido vendidos a marinas extranjeras. Estas naves, además de ser patrulleras, tienen múltiples propósitos, como apoyo en catástrofes y salvamento de la vida en el mar.
Más allá de la garantía de operatividad que demuestra la Armada de Chile para la protección del extenso litoral nacional, es importante el reconocimiento que hizo al trabajo conjunto el comandante de la Flota de Mar Argentina, almirante Rafael Prieto, al expresar que "estas reuniones tienen el propósito de conocernos, ganar la confianza de saber quién está del otro lado cuando estamos en el mar. Todos tenemos el mismo trabajo, responsabilidad y visión de lo que tenemos que hacer".
Esta integración y conocimiento naval están en línea con las políticas de la Alianza del Pacífico, constituida por Chile, Perú, Colombia y México, y que en estos días avanza hacia la incorporación de Australia, Nueva Zelanda y Panamá.
La Alianza del Pacífico trabaja en acuerdos comerciales que incluso son mirados con interés por la Unión Europea, y es justamente la seguridad de las rutas marítimas que se ha abordado en la reunión de Valparaíso una de las bases para un intercambio fluido entre los países miembros y sus eventuales socios.