"Este es un primer paso, porque nuestro compromiso es llegar al 90% de las familias más vulnerables del país"
Sebastián Piñera
Presidente de la República, tras firmar proyecto que amplía la gratuidad de los CFT e IP
"Necesitamos tener mejores herramientas para combatir el terrorismo"
Andrés Chadwick
Ministro del Interior
Un incendio con resultado de víctimas fatales -niños inocentes- demostró una vez más la fragilidad de Valparaíso. Fragilidad material, económica y social. La vivienda afectada por el siniestro era una antigua construcción del cerro Toro, habitada por varias familias y que, de acuerdo a versión de los vecinos, estaría ilegalmente ocupada.
A ello se suma que la conexión a la red eléctrica sería irregular, posiblemente debido a que la original habría sido retirada por la empresa que suministra el servicio, ante el abandono de la construcción. Y las advertencias sobre conexiones irregulares son reiteradas, pero no se les presta mayor atención y la líneas se recargan con diversos consumos que derivan en recargas que provocan situaciones de alto riesgo.
En este caso concreto, sin embargo, se debe determinar con una pericia técnica a fondo el origen del siniestro lo que podrá establecer responsabilidades, pero nunca logrará revertir el trágico saldo de inocentes víctimas fatales.
Otro problema que se suma a este caso concreto refiere al difícil acceso al lugar del siniestro, situación que se da en numerosos sectores de la ciudad, especialmente en los cerros. Ante eso, junto a equipos de Bomberos adecuados a esa realidad, es ineludible una continua revisión de la red de grifos, situándolos en condiciones de funcionamiento en las cercanías de lugares de acceso complicado.
Pero otro aspecto de la fragilidad social de Valparaíso se da en la frecuente ocupación ilegal de propiedades abandonadas. Los orígenes de esas ocupaciones pueden ser varios: desde la falta de vivienda hasta la presencia de "okupas" con prácticas que van desde el arte callejero hasta la delincuencia y la droga.
En este aspecto específico hay una responsabilidad de los propietarios de esos inmuebles que no son reparados ni demolidos y que se convierten en un foco peligroso en medio de barrios habitados por vecinos que merecen seguridad para sus viviendas y familias.
¿Cuántos de esos inmuebles, que en sus tiempos hasta fueron de calidad, existen hoy en Valparaíso? ¿Quiénes son sus propietarios y quienes sus ocupantes actuales? Interrogantes tras un incendio dramático, de características muy diferentes al gran siniestro que afectó en 2014 a siete cerros, que exigen respuestas y también una reacción para que situaciones como la ocurrida en la madrugada del domingo no vuelvan a repetirse.
Hay edificaciones, en plan y cerros, que en su precario estado son verdaderas bombas de tiempo que amenazan a vecinos, a barrios enteros antiguos y frágiles, al comercio y, lo más importante, a la seguridad de las personas. Es un problema presente en la ciudad al que la autoridad, idealmente promotora del bien común, debe atender en forma prioritaria.
Como señala el programa de Gobierno del Presidente Sebastián Piñera: "Vivir con seguridad es condición fundamental para que podamos desarrollar nuestros proyectos de vida y desplegar nuestra libertad". Por ello, como Gobierno estamos comprometidos a trabajar para brindarles a los vecinos la posibilidad de vivir con seguridad y paz. La lucha contra la delincuencia es una de nuestras preocupaciones prioritarias.
Pero ésta no es una tarea sólo del Gobierno, sino que de todos los actores de la sociedad. De los municipios, de las policías, de las organizaciones sociales, de las estructuras vecinales y de todos los sectores políticos. La seguridad es una tarea de todos y en ese sentido, no olvidamos nuestra promesa: el enfoque del Gobierno del Presidente Piñera es gobernar con y para la gente, con un sello de Gobierno cercano, de trabajo directo con la comunidad.
El Presidente Piñera ya dio un primer gesto en ese sentido, convocando a una Comisión de Seguridad que incluye a autoridades de gobierno, jefes comunales y parlamentarios de distintos frentes políticos, para escuchar las diversas posturas e inquietudes de todos los sectores involucrados en esta tarea y así lograr un trabajo eficiente para combatir el flagelo de la delincuencia, que es una de las necesidades prioritarias de las familias chilenas. La invitación es que todos se sumen en esta meta, sin importar las diferencias ideológicas y políticas.
Como Gobernación no nos quedamos atrás: ya instalamos una mesa de trabajo para reforzar las fiscalizaciones en locales nocturnos, patentes de alcoholes, casinos ilegales, sanidad y condiciones eléctricas en restaurantes y pubs, tráfico de drogas, entre otras, formando un equipo con Carabineros, la PDI, la Seremi de Energía, la Seremi de Salud y los municipios. Y a esto se suma una serie de reuniones que he tenido y seguiré teniendo con juntas de vecinos, Comercio Unido, Defendamos Valparaíso, las Asociaciones del Fútbol Amateur, la agrupación de locatarios nocturnos y otros actores relevantes de la sociedad, de los que he podido rescatar una serie de inquietudes, observaciones y recomendaciones para plasmar nuestra estrategia en materia de seguridad en toda la Provincia de Valparaíso.
Sabemos que la lucha contra la delincuencia es permanente y que posiblemente no terminará nunca, pero también tenemos la convicción que con políticas adecuadas y un trabajo directo con las vecinas y vecinos es posible cambiar la realidad con la que nos encontramos al iniciar nuestro Gobierno, la que nos tiene con un aumento de la victimización y alza récord en la percepción de incremento del delito. Por ello, además de esta coordinación con todos los actores relevantes y sectores políticos, el Ministerio del Interior se encuentra realizando un plan de trabajo que permitirá potenciar y valorar la acción de nuestras policías, modernizándolas y dotándolas de la máxima capacidad para enfrentar la delincuencia y los factores que generan mayor riesgo e inseguridad en la población.
Como lo dije en un principio: la seguridad es una tarea de todos, nadie sobra.
María de los Ángeles de la Paz
Gobernadora provincial de Valparaíso
Se ha iniciado la limpieza en la extensión de terrenos que ocupaban los almacenes incendiados en el sector portuario a mediados de diciembre de 1867. Allí se construirán grandes galpones para el depósito de las mercaderías del movimiento naviero. La carencia de recintos de este tipo generó problemas hace meses.
En la mañana de ayer arribó al puerto del Callao el vapor nacional "Rancagua", fletado por una firma particular, con cargamento de cereales chilenos. Este flete produjo hace semanas una polémica, ya que constituyó un mal negocio para el Fisco, una pérdida, por una mala decisión de las más altas autoridades.
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