"Todos deberán hacer concesiones, porque de lo contrario el oficialismo se va a disparar en el pie"
"Tanto escándalo por una pregunta", advierte el director ejecutivo de La Fundación para el Progreso, Axel Kaiser, al evaluar la polémica que se generó tras un comentario y consulta que realizó al Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, en el contexto del encuentro "Qué es ser liberal", y donde señaló que "hay dictaduras menos malas, por no decir mejores, sino que menos malas", lo que molestó al escritor peruano.
El abogado, doctor en Filosofía por la Universidad de Heidelberg (Alemania) y columnista de los diarios Financiero y El Mercurio, también repasa las luces y sombras de lo que han sido estos dos primeros meses de la instalación de Chile Vamos en La Moneda.
- A casi dos meses de la instalación del gobierno de Sebastián Piñera, ¿cuál es su evaluación?, ¿qué destaca y qué crítica?
- Destaco algunas medidas muy necesarias, como lo son el restaurar el orden en el tema migratorio, por ejemplo. También ha habido señales de preocupación por el terrorismo en la Araucanía, aunque no creo que ahí se logre demasiado. Creo que el plan de austeridad va en una buena línea, pero es claramente insuficiente, algo cosmético por ahora. También me gustaría ver que el Gobierno revierta completamente el alza de contribuciones decretada por Bachelet, poniendo freno al revaluó abusivo que tendrá lugar.
- El nepotismo es un tema que ha estado rondando la agenda pública en estos días. ¿Fue un error nombrar a Pablo Piñera como embajador?
- Es evidente que fue un error. La novia del César no sólo tiene que serlo, también parecerlo.
- Qué le parece que el hijo y la nuera de Andrés Chadwick hayan salido de La Moneda.
- Mientras más transparente y menos flancos de ataque haya, mejor para el gobierno.
- ¿Es el nepotismo malo per se? La vocera, Cecilia Pérez, dijo que era discutible porque pueden quedar afuera personas con gran capacidad sólo por el hecho de tener un grado de parentesco.
- Eso es cierto, por eso debería haber un sistema totalmente profesionalizado de reclutamiento de personas. Ahora bien, algunos cargos en que eso no se puede, hay que manejar los equilibrios siempre priorizando a quienes no son miembros de la familia, pero que son de confianza.
- ¿Qué le ha parecido el rol de la oposición en este periodo? ¿Peor o mejor de lo que pensaba?
- Creo que hay esperanzas de que al menos una parte de la oposición colabore para arreglar en algo el desastre que legó el gobierno de Michelle Bachelet.
- ¿La agenda valórica puede ser un motivo de división dentro del oficialismo? La adopción homoparental, el cambio de sexo registral, la eutanasia… ¿son temas que van a marcar la diferencia?
- Así es, y como ocurre siempre en política, todas las partes tendrán que hacer concesiones; de lo contrario, el oficialismo se va a disparar en el pie.
-¿Qué le parecieron las críticas que se hicieron a propósito de ese debate organizado por la Fundación para el Progreso en el que participó el Premio Nobel Mario Vargas Llosa? ¿Son todas las dictaduras malas per se, más allá del color político?
- Mi pregunta era simple y tiene que ver con sí hay males mayores y males menores. Es decir, todas son malas, pero tal vez hay grados. Ese es el punto de fondo y en democracia deberíamos tener la altura y honestidad para discutir todos los temas con respeto, así como no debiera haber preguntas censuradas. Me parece que habla mal del estado de la cultura democrática en nuestro país ver que por una simple pregunta se arma un escándalo tan grande.
- Otro tema que se puso en el debate político nacional es la restitución de la pena de muerte en caso de delitos contra menores. De hecho, la Cadem revela que casi un 75% está de acuerdo con restablecer la pena de muerte en caso de violación y muerte de un niño. ¿Qué opina?
- Debemos ser muy cuidadosos con este tema. La pena de muerte no es algo con lo que se juega así no más, debe haber un debate muy serio y racional sobre ella y su viabilidad o justificación. Lo que está claro es que la prescripción es una institución que garantiza paz social y es esencial en un Estado de derecho moderno. No se debería hacer demagogia con estas cosas.
"Mi pregunta era simple y tiene que ver con si hay males mayores y males menores. Es decir, todas son malas (las dictaduras), pero tal vez hay grados. Ese es el punto de fondo y en democracia deberíamos tener la altura para discutir todos los temas con respeto" "Creo que hay esperanzas de que al menos una parte de la oposición colabore para arreglar en algo el desastre que legó el gobierno de Bachelet. Me gustaría que el Gobierno revierta el alza de contribuciones poniendo freno al revaluó abusivo que tendrá lugar""
La polémica con Vargas Llosa
"Esa pregunta yo no te la acepto, esa pregunta yo no la acepto", fue la respuesta del escritor, Premio Nobel y excandidato presidencial de Perú, Mario Vargas Llosa, tras la consulta del director ejecutivo de La Fundación para el Progreso, Axel Kaiser, quien sostuvo -frente a 850 estudiantes reunidos en el Hotel W- que "hay dictaduras menos malas, por no decir mejores, sino que menos malas. Por ejemplo, ¿cuántos en esta sala preferirían vivir en la dictadura de Maduro que lo que fueron los años 80 en Chile? Probablemente, nadie. Y ahí es donde viene una segunda pregunta que yo te quiero hacer a ti: en el liberalismo...", momento en el cual fue interrumpido por Vargas Llosa: "Esa pregunta parte de una cierta toma de posición previa: que hay dictaduras buenas. O que hay dictaduras menos malas. No, las dictaduras son todas malas", precisó. Al término del encuentro Axel Kaiser aclaró que hizo la pregunta para provocar.