"Las sociedades anónimas no han sido una solución para el fútbol"
Juega de puntero izquierdo. Partió en el fútbol pateando pelotas de trapo con sus amigos en Estación Central. Se inició en el amateurismo y defendió camisetas en Estados Unidos y Brasil. Los domingos, al mediodía, salta a la cancha como quien asiste a una liturgia.
Es la historia futbolera de Heraldo Muñoz, exministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Michelle Bachelet y extitular de la Secretaría General de Gobierno durante el periodo de Ricardo Lagos en La Moneda.
"Siempre estoy mirando el fútbol, es mi pasión", dice este cientista político que se declara colocolino y admirador de Esteban Paredes. "Qué lástima que (Reinaldo) Rueda no lo esté contemplando para Qatar, pero la edad es su impedimento", reflexiona sobre el caso del goleador albo.
La labor ministerial de Muñoz se cruzó hace años con el deporte. Cuando estaba a cargo de la Segegob, impulsó junto a Arturo Salah (en ese entonces director del IND) la aprobación de la Ley 20.019, que creó las sociedades anónimas deportivas.
Hoy el excanciller se muestra decepcionado. No sólo del nivel en la cancha que muestran los equipos nacionales en Sudamérica, sino también de lo que ha provocado la privatización de los clubes.
"Veo al fútbol chileno con cierta preocupación, porque estamos en un nivel más bajo que países que antes superábamos fácilmente. Eso se refleja en las derrotas en la Copa Libertadores; es verdad que nos han tocado algunos grupos difíciles, pero nuestra declinación ha venido pasando hace varios años. Creo que estamos jugando muy lento; veo incluso algunos jugadores que no parecen estar en una preparación física similar a la de jugadores de otros países", asegura Heraldo Muñoz
El exministro, quien hoy es candidato a presidir el Partido por la Democracia, reconoce también su inquietud por el futuro de la Roja, pues la "generación de oro" ya "está llegando a una edad en que les quedan pocos años, y el recambio es absolutamente necesario. Eso es lo que me gusta de (Reinaldo) Rueda, que va mirando a jugadores jóvenes, quienes tienen oportunidad de ganar experiencia y jugar afuera, donde la exigencia es mayor. Es una tragedia no haber ido a Rusia, pero en los partidos amistosos veremos cómo se desenvuelve el nuevo entrenador, ya lo hizo bien en los dos primeros. Estoy esperanzado en que Rueda puede darle un giro a la selección combinando la experiencia con lo nuevo.
- Cómo ve, a la luz de los años que han pasado, la implementación de la Ley que creó las sociedades anónimas deportivas, que usted como ministro de la Segegob impulsó junto a Arturo Salah, quien era director del Instituto Nacional del Deporte.
- Las sociedades anónimas deportivas profesionales no han sido una solución para el fútbol chileno: estoy decepcionado. Las sociedades anónimas son mejor de lo que había antes, cuando había un desorden, una corruptela; al menos ahora se cuenta con la fiscalización de la Superintendencia de Valores. Mi posición siempre fue que los hinchas tuvieran el control, y que los privados no llegaran al cincuenta por ciento de la propiedad de las sociedades anónimas deportivas, pero eso no pudo ser. Yo estuve en el inicio del proceso, y fue Francisco Vidal, mi sucesor, el que desarrolló y completó el proyecto de ley. Hoy soy partidario de una sustancial reforma a la ley de sociedades anónimas deportivas, que ponga a los hinchas en un rol más protagónico.
- Eso es complicado, porque en todos los clubes la propiedad ya está definida, en Wanderers Nicolás Ibáñez tiene el 80% de las acciones.
- Es verdad, pero yo he escuchado a varios parlamentarios que están por una reforma de la ley, y creo que eso es perfectamente atendible. Es cierto que hoy hay avances y que se pagan los sueldos, por ejemplo, para lo cual trabajamos juntos con el sindicato de jugadores. Ha habido cambios, pero estoy decepcionado porque las sociedades anónimas, al menos en Chile, no han sido lo que se esperaba. Como digo, son mejores que el desorden que existía antes, pero creo que urge una reforma.
- El diputado Matías Walker, uno de los impulsores de la reforma a la ley de sociedades anónimas deportivas, ha dicho que al fútbol se le quitó la legitimidad social. ¿Usted concuerda con ese diagnóstico?
- Creo que tiene razón, porque los propietarios no tienen la pasión que tienen quienes son hinchas de los clubes: Por eso que en Colo Colo yo sigo siendo miembro del club social y deportivo y pago mis cuotas.
- ¿Basta con un mayor control de la Superintendencia y que se creen comisiones de hinchas para que cambie el panorama con las S.A.?
- Creo que no. Me parece necesaria una reforma más profunda. En las comisiones de la Cámara y el Senado hay la posibilidad de discutir en mayor profundidad qué tipo de reforma debiera implementarse, pero debe ser sustancial. Me alegra también que esté volviendo la gente a los estadios, porque la violencia en los estadios fue una de las preocupaciones que tuve en el pasado. Hicimos campañas que funcionaron bastante bien, pero llegó un intendente que no siguió el proceso. Mientras más vaya la familia al estadio será mayor el impulso al fútbol.
- Hace poco se aprobó una comisión investigadora en la Cámara para indagar sobre el rol de los organismos y personeros del Estado durante la administración de Sergio Jadue en la ANFP. ¿Se cumplió un rol realmente fiscalizador en ese tiempo?
- Hay que investigar con la mayor profundidad. La justicia tiene que hacer justicia. Esto está en manos de los tribunales y ellos deben tener el mayor rigor con las responsabilidades de Jadue.
- ¿Y qué pasa con las responsabilidades políticas?
- Las responsabilidades políticas son de quienes lo nombraron; los presidentes de los clubes. Y la de sus principales promotores; ahí está la responsabilidad. Para qué vamos a recordar lo que escuchamos en ese entonces. En estos momentos esto está en manos de la justicia, que tiene que a actuar con el mayor rigor.
- Qué opina de los casos en que hay acusaciones de que la política entró al fútbol. Le pregunto por ejemplo por la salida de Harold Mayne-Nicholls de la presidencia de la ANFP.
- Yo creo que hay que separar la política del fútbol. Siempre he sido partidario de que el fútbol tiene su dinámica y nadie debe sacarle partido para propósitos políticos. Me decepciona que en algún momento eso haya ocurrido. No voy a referirme a casos concretos porque me parece que son ampliamente conocidos, pero creo que el fútbol, particularmente la selección, debe ser un ámbito de unidad y no de aprovechamiento político.
- Hay voces que han acusado que la construcción de nuevos estadios a lo largo del país podría ser una suerte de subvención a las sociedades anónimas deportivas. ¿Le parece una crítica sensata?
- No he escuchado esa crítica. Pero me pareció muy bien que durante la presidencia de Michelle Bachelet se hayan construido tantos estadios, estadios modernos, y que le ayudan al fútbol. Difícilmente puede haber alguien que critique que se hayan construido más estadios y que sean estadios a la altura de las exigencias de lo que nos pedía la comunidad internacional. Creo que hay que construir muchos más estadios y canchas de barrios para que la gente de las poblaciones pueda jugar, para que el fútbol sea accesible a todos.
- Nueva Zelanda aprobó igualar los sueldos de los seleccionados femeninos y masculinos de fútbol. Qué opina.
- Me parece una excelente idea. Gradualmente hay que ir hacia eso. Me alegra mucho que la ANFP con Arturo Salah ya entregará recursos significativos al fútbol femenino, en comparación a lo que había antes. Ir en esa dirección me parece de la mayor importancia, porque si queremos hablar de equidad de género, tenemos que hablar en todos los ámbitos, incluyendo el deportivo y el del fútbol en particular.
"Mi posición siempre fue que los hinchas tuvieran el control, y que los privados no llegaran al cincuenta por ciento de la propiedad de las sociedades anónimas deportivas"."