"El alcalde Sharp debe hacer un mea culpa por la incertidumbre jurídica que hay en Valparaíso"
"Aquí no se trata de ataques personales", advierte el senador Francisco Chahuán al responder los cuestionamientos que formulara su colega de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, luego que el parlamentario de RN culpara directamente al alcalde Jorge Sharp por la incertidumbre que afecta a la comuna y que, según él, ha alejado la inversión y ha hecho caer proyectos como el Terminal Dos.
- El senador Latorre lo acusa de utilizar argumentos de baja categoría...
- Es un hecho evidente la situación en la que se encuentra Valparaíso y creemos, sin lugar a dudas, que el ejercicio por parte de TCVAL de la cláusula de salida representa un duro golpe. Lo que es evidente es que la empresa argumentó, en el hecho esencial, que uno de los elementos para finalmente ejercer esa salida era la incertidumbre jurídica respecto de los permisos para la ampliación del terminal portuario. Y en ese contexto, es un hecho público y notorio los dos recursos interpuestos por la Municipalidad de Valparaíso para impedir que la expansión portuaria se pudiera realizar. Entonces, cuando se toman decisiones cerradas se deben asumir las responsabilidades políticas. Por eso el llamado al alcalde es a corregir el curso de acción y entender que es posible invertir en Valparaíso, que es una ciudad patrimonial, pero para eso se requiere una sinergia pública-privada que hoy está ausente de la mesa.
- ¿Por qué?
- Si uno analiza el estado de la inversión privada en Valparaíso durante la gestión del alcalde Sharp, uno puede concluir que efectivamente no ha sido una acción propicia para generar certeza jurídica, sino que al contrario, ha generado incertidumbre permanente respecto de la inversión en la ciudad y ese es un tema del cual debe hacerse cargo. Esto no puede entenderse como un ataque personal, sino que debe entenderse como un llamado a impulsar acciones concretas para resolver la incertidumbre permanente que tiene Valparaíso respecto a la inversión privada. Claramente, lo que ha tenido Valparaíso es inversión pública y el Gobierno del Presidente Piñera, a diferencia de lo que ha ocurrido en mandatos anteriores, está decidido a generar proyectos de inversión de recursos provenientes de los ministerios o a través de convenios de reprogramación. Eso habla de la voluntad que ha tenido el Gobierno de apostar por Valparaíso más allá de quién sea el alcalde.
- El senador Latorre sostiene que los responsables de lo que pasó son la Empresa Portuaria de Chile (EPV), la política de concesiones y el Ministerio de Transportes que impulsó un proyecto sin legitimad social y con un grave impacto ambiental.
- A ver, Sharp va a tener que hacerse responsable porque comenzar de cero un nuevo proyecto implicará postergar por 10 años la expansión portuaria de Valparaíso. Esto implica hipotecar el futuro portuario de la ciudad. Treinta mil personas dependen en forma directa o indirecta del puerto y aquí hay que hacerse responsable de las decisiones erradas del municipio. Claramente, quien obstaculizó el otorgamiento de los permisos fue el alcalde Sharp, pero, además, pone en tela de juicio otros proyectos emblemáticos, como el tren rápido Santiago-Valparaíso, que puede tener algún grado de influencia en la expansión portuaria y en el crecimiento de la carga. Por eso la invitación que hago es a trabajar conjuntamente por sacar adelante a Valparaíso y eso implica generar certidumbre jurídica para la inversión.
- ¿Qué cuota de responsabilidad tiene la EPV, la política de concesiones y el Gobierno al darle piso a una propuesta que tenía cuestionamientos de base?
- Quizás podrían hacerse correcciones al modelo de concesiones para permitir renegociar los plazos. Cuando se tiene dificultad con un plazo de 30 años, que no es negociable, y unas bases de licitación que establecían que los plazos de otorgamiento de los permisos estaban dentro del plazo de los 30 años, por supuesto que es un tema que pudo haberse corregido, pero fue la incertidumbre jurídica la que determinó la salida. Siete años para el otorgamiento de los permisos es demasiado tiempo, es un tiempo perdido para la expansión portuaria de Valparaíso. Mientras tanto, San Antonio trabajó inteligentemente, logró focalizarse, logró terminar con las contingencias del empleo eventual de los trabajadores portuarios, o al menos disminuirlo de forma considerable. Logró un trabajo conjunto para conseguir el megapuerto y logró avanzar en el proceso de licitación del Camino de la Fruta y la relicitación de la Ruta 78. Eso habla de un puerto que tomó ventajas respecto de la incertidumbre permanente de Valparaíso. Recordemos lo que pasó también con los terminales de cruceros. En todos estos temas ha habido señales equívocas. Se requiere liderar una ciudad que está al borde del precipicio, donde nadie toma decisiones en una u otra dirección. Eso termina agotando o disminuyendo la inversión privada.
- Sin embargo, el senador Juan Ignacio Latorre insiste en que aquí hay una manipulación política para enlodar la figura de Sharp y dejar al FA con la imagen de que aleja la inversión. De hecho, le recomienda subir el nivel del debate, ya que no esperaba estos argumentos suyos.
- Lo primero, aquí no hay manipulación política. Lo que uno espera es que quien lidera una ciudad tenga la capacidad de articulación con todas las autoridades. Yo le propuse al alcalde que hiciera un cabildo ciudadano para escuchar la voz de los porteños. Él accedió, pero nunca le puso fecha. Por eso espero que el alcalde pase del discurso de la alcaldía ciudadana a la realidad.
- Latorre incluso cree que sus críticas a Sharp están relacionadas con la elección municipal que se avecina, porque la derecha está asustada con el FA y porque usted teme perder poder en la región.
- A ver... lo que yo le pido al alcalde Sharp es que haga un mea culpa respecto de qué está pasando en Valparaíso. ¿Por qué perdió el turismo de cruceros, por qué perdió la inversión en Barón, por qué se cayó el T2 y qué alternativas ha propuesto para reemplazar esa inversión? Hasta ahora hemos tenido una gestión reactiva, pero no apunta a proponer inversión privada.
- Pero ¿la derecha le tiene miedo a la capacidad territorial del FA?
- En absoluto. Habrá un proceso de elecciones y no me cabe la menor duda de que en su momento tendremos el mejor candidato y la mejor propuesta para ganar esta elección. Pero a mí no me preocupa la elección; falta demasiado tiempo. Lo que nos preocupa es la condición de los porteños, sus oportunidades de trabajo y las condiciones en que tenemos a la ciudad. Ese es el llamado y todavía estamos a tiempo para que el alcalde lidere el proceso. Yo estoy dispuesto a trabajar con él como con cualquier otro alcalde, sea del signo político que sea, pero aquí lo que se requiere, porque las cosas se han hecho mal, es un mea culpa.
- El senador del FA se refiere al miedo que tiene el oficialismo a que esta coalición siga gobernando en Valparaíso y se expanda, por ejemplo, a Viña del Mar...
- La verdad que por ahora no nos preocupa la municipal, sino que la dramática situación de los porteños y las oportunidades de trabajo. Es por eso que los transportistas visualizan que las malas decisiones están generando impacto en el trabajo, directo o indirecto, relacionado con el puerto, y por eso han reaccionado y están buscando fórmulas que les permitan asegurar el Terminal 2 o a lo menos la expansión portuaria. Yo estoy trabajando con el transporte de carga y la precarización de las fuentes de trabajo pasa por la menor demanda que va a tener el puerto de Valparaíso.
- ¿A qué atribuye las críticas de Latorre en su contra?
- No reaccionaría de esta forma si no sintieran que acá hay sentido de realidad respecto de este tema. Yo no busco ataques personales, sino que ponernos de acuerdo de que les certezas jurídicas son importantes para la ciudad.
"Aquí no hay manipulación política. Lo que uno espera es que quien lidera una ciudad, tenga la capacidad de articulación con todas las autoridades. Espero que el alcalde pase del discurso de la alcaldía ciudadana a la realidad""
"Quizás podrían hacerse correcciones al modelo de concesiones para permitir renegociar los plazos, pero fue la incertidumbre jurídica la que determinó la salida de TCVAL del T2. Siete años para el otorgamiento de permisos es mucho tiempo" "Como presidente de la Comisión de Transportes y a pesar de la caída del T2, voy a poner todo mi capital político para sacar este año la licitación pública internacional que nos permita tener el tren rápido""