Reajuste
Los asalariados públicos y algunos diputados de izquierda rechazaron la idea de legislar sobre reajuste salarial en el sector público. ¿La razón? El Gobierno debe mejorar su oferta y hacer crecer más los sueldos de sus empleados. El aumento propuesto por el Gobierno y apoyado por 10 gremios, propone un 2,8%. No obstante, se insiste en que no es justo. Según la última Encuesta Suplementaria de Ingresos difundida por el INE, entre octubre y noviembre de 2019 el ingreso medio de un empleado público es un 71% mayor al de los trabajadores privados. Es decir, si un empleado privado gana en promedio 586 mil pesos, en el sector público alcanzaría los 824 mil pesos.
Y tienen toda la razón, el reajuste no es justo, pero no para ellos, sino para todos los chilenos que pagamos sus sueldos.
Soledad Rodríguez
Particular realidad
La particular realidad de Valparaíso la transforman en una ciudad totalmente distinta al resto de las comunas del país. Claro, algunos traducirán estas palabras como un nuevo halago al Puerto, pero mi análisis no puede estar más lejos de eso.
Todas las administraciones municipales han fracasado (unos más, otros menos) en su intento de revertir el triste acontecer de Valparaíso, más hoy día donde la permisividad es la marca registrada de su actual administración.
No dudo que algunos de los ya conocidos vociferantes que se empecinan por convertir a esta ciudad en un museo, pero de esos decadentes y ruinosos, querrán en algunos años declarar las planchas metálicas que ahora adornan un sinnúmero de comercios en patrimonio.
Verónica Valencia S.
Consumo de marihuana
Hace unos días se anunció con bombos y platillos la disminución en el consumo de marihuana en la población chilena, según datos entregados por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda). Si bien esta es una buena noticia, mirando los resultados es perspectiva, el panorama no es tan alentador.
Partamos diciendo que Chile es uno de los países con mayor consumo de marihuana en el mundo. El consumo en nuestro país se disparó a partir del año 2010, llegando a su máximo el 2016 (14,5%). Las causas de este aumento no están claras, aunque hay una correlación con la disminución en la percepción de riesgo asociada al consumo.
En este sentido, tenemos que hacer una autocrítica, tanto a nivel de autoridades como desde la academia, pues hemos fallado en masificar la información relacionada con los daños irreparables que produce la marihuana en el organismo, sobre todo durante la adolescencia, donde su consumo provoca alteraciones estructurales y funcionales que afectan el pensamiento, el aprendizaje y la memoria.
El consumo de marihuana en nuestro país aún es elevado en el contexto mundial y debemos seguir trabajando en políticas de prevención, tratamiento y control para revertir esta situación.
Mario Navarro Escuela Química y Farmacia Universidad Andrés Bello
Desórdenes
Llama la atención la intensificación de campañas en contra de los procedimientos de Carabineros para combatir los desórdenes de desobediencia civil y delincuencia por parte de parlamentarios de oposición y/o grupos de organizaciones sociales, porque digámoslo por su nombre, tras cada marcha "pacífica", de las cuáles los organizadores no se hacen responsables ni les interesan los desmanes, por todos es sabido que participan grupos organizados de violencia extrema.
Yo sugeriría que retiren el resguardo policial perimetral al Congreso y dejen actuar libremente a las turbas para que los "honorables" populistas resuelvan el problema. A lo mejor el proselitismo, la demagogia, el oportunismo y sus propios intereses partidistas podrían servir de solución.
Leopoldo Vásquez Morales
Sistema de salud
Al referirse a nuestro sistema de salud, generalmente se lo moteja como malo, un real problema. Pero esto no es así, porque personas mayores o de escasos ingresos tienen atenciones increíbles de eficientes, apoyados por el plan Auge y la entrega gratis de medicamentos, con un una sobresaliente calidad de la atención.
Personas que han sido testigo de atenciones de urgencia de sus familiares pueden dar fe que han sido tratadas con estándares dignos de las mejores clínicas particulares.
Por ejemplo, los casos que recibe el Hospital Fricke o la Clínica Los Carrera, por mencionar algunos, apoyados por los sistemas de financiamiento estatal, son acogidos y tratados eficientemente por cuadros de salud extremos, carísimos, sin mayor menoscabo de los presupuestos familiares.
En esto queda de manifiesto que la salud en Chile no es tan mala como se dice y la gente no anda muriendo en las calles, como nos hacen creer. Vaya un apoyo para todos los que intervienen en estos servicios de salud.
Guillermo Díaz Orellana