Tomás Moggia C.

Corría el minuto 87 y el desenlace en el estadio Sausalito era infartante. Everton y Chivas de Guadalajara se jugaban el paso a los octavos de final de la Copa Libertadores del 2009, y el empate parcial 1-1 favorecía al cuadro mexicano.

Pocos minutos antes Ezequiel Miralles había estrellado la pelota en el travesaño, y la hazaña parecía alcanzable para el equipo dirigido por Nelson Acosta.

Envalentonado por la posibilidad que estaba en juego, y quizá también por los 60 mil dólares que la dirigencia auriazul había ofrecido al plantel como incentivo, el conjunto local seguía insistiendo, machacando, frente a un rival que aguantaba como podía, bien arropado y explotando los contragolpes.

Y en una de las últimas jugadas, la pelota fue al corazón del área azteca y el meta rival logró quedarse con el balón para la frustración local. Con ese sentimiento latente, el delantero argentino de Everton, Sebastián Penco, cargó al portero del cuadro mexicano generando un altercado que terminó con jugadores expulsados en ambos equipos.

Un round particular sostuvo el propio Penco con el defensor Héctor Reynoso, quien escupió, tosió y se sonó la nariz frente al ariete trasandino en un contexto en el que México estaba en estado de emergencia por la influenza H1N1.

Penco, causante de la trifulca, no atinó a nada más que a retroceder, intentando acusar a Reynoso con el árbitro Héctor Baldassi. Ante eso, el mexicano insistió aún más, buscando seguir desestabilizando al rival y que el reloj corriera.

Desde Perú, donde milita en el Sport Boys, Penco recuerda la anécdota que marcó su breve paso por Everton.

"Fueron puteadas de partido. Pero lo que hizo fue una asquerosidad y falta de respeto, quedó expuesto al mundo", cuenta el argentino, agregando que "fue en una de las últimas jugadas del partido, en un tumulto. Ahí me tuvo cerca y pasó todo eso... El mexicano me tosió y salió en todo el mundo".

Penco asegura que nunca se le pasó por la cabeza que pudiera contagiarse con la gripe, y confiesa que para prevenir "al otro día a nosotros nos daban una inyección".

Pero más allá de esta anécdota, el atacante es autocrítico con su estadía en Everton el 2009, donde apenas jugó 11 partidos por el campeonato nacional, mientras que en Copa Libertadores disputó escasos 65 minutos.

"Mi paso por Everton fue corto. Me tocó jugar poco también. Pero dejé varios amigos. Me gustaría tener alguna revancha, es un club que quiero porque en toda la familia de mi señora son evertonianos", reconoce.

Sin embargo, asume que su bajo rendimiento en el cuadro oro y cielo no pasó netamente por él. "Después de Chile hice una gran amistad con Antonio Bloise, el presidente en ese momento. Entendió que mi salida se debía a cosas que le marqué que sucederían en el equipo con el entrenador y el tiempo me dio la razón. Así que me fui muy tranquilo", asegura, aunque sin querer ahondar en la figura de Nelson Acosta. "Son cosas del fútbol", dice.

Con ese recuerdo en la distancia, Sebastián Penco intenta centrarse en el día a día, intentando llevar de la mejor forma la pandemia junto a su familia, entrenando con el club vía Zoom durante las mañanas y haciendo sus propias rutinas extra de ejercicio por la tarde.

"Toda esta paralización no le hace bien a ningún club. Esperemos solucionen lo más rápido posible porque muchos necesitan el dinero para vivir. Hay que acomodarse rápidamente. El fútbol están diciendo que vuelve en agosto y que quieren jugar solo en Lima. Deben estar manejando varias opciones", sostiene.

Aún así, no deja de pensar en un retorno a Everton, quizá cuando todo esto pase. "Depende del cupo de extranjeros, si (Javier) Torrente me quiere, que lo tuve en Once Caldas, y depende si la directiva también me quiere", asume el ariete, intentando mantener viva la esperanza.

"Fue en una de las últimas jugadas del partido, en un tumulto. Ahí me tuvo cerca y pasó todo eso".

Sebastián Penco, Exdelantero de Everton

Mucho más de lo esperado ha demorado la entrega del resultado del examen PCR al que se sometió un jugador de Everton luego de resultar sospechoso por coronavirus en un test rápido que se le realizó a todos los integrantes del plantel oro y cielo.

De acuerdo a lo anunciado inicialmente, el resultado debía ser entregado por la Clínica Reñaca a más tardar el viernes, 48 horas después de pasar por el examen que busca detectar la presencia del virus en el organismo.

Sin embargo, el viernes transcurrió sin novedad, extendiendo una espera que al final también terminó prolongándose por todo el sábado, manteniendo en vilo a todo el fútbol chileno.

Aparentemente, problemas de procesamiento debido a la alta demanda explicarían el retraso en la entrega del resultado esperado por el club, sobre todo considerando el contacto que el jugador afectado tuvo con distintas personas, ya sea pertenecientes a la propia institución viñamarina como otras. De hecho, existe un listado de gente que deberá someterse a un examen PCR en caso que el resultado de la prueba del jugador resulte positiva. Mientras tanto, la cuarentena preventiva sigue firme a la espera de la información.

Hasta anoche no había mayores novedades al interior del club, a estas alturas literalmente en ascuas por una tardanza que no parece haber estado en los planes de nadie, sobre todo dada la urgencia y relevancia con que se trató el tema.

Resignados, en Everton esperan que finalmente hoy se conozcan los ansiados resultados sobre este caso sospechoso por coronavirus.