"Hubo mucha hipocresía en la Cámara, porque se disfrazó de virtud la conveniencia personal"
"Sacar al ministro Jaime Mañalich sería una injusticia sin nombre", comenta el diputado Guillermo Ramírez (UDI), al evaluar las críticas que ha recibido el Gobierno y el secretario de Estado por el manejo de la pandemia, porque si bien reconoce que se "han cometido errores", asegura que el país "supera a muchos en su forma de enfrentar esta crisis". El legislador gremialista también cuestiona a sus colegas de oposición por haber votado el fin de la reelección con calculadora en mano.
- Todos esperaban que el proyecto que ponía fin a la reelección iría a comisión mixta para limar las diferencias y al final la Cámara lo despachó a ley con efecto inmediato. ¿Qué le pareció?
- Lo primero, si bien hay pocos países que han establecido límite a la reelección, creo que es necesario para evitar que exista el clientelismo, que las personas se sientan dueñas de su cargo, y para darle espacio a las nuevas generaciones. Sin embargo, no creo que sea bueno legislar cuando se está tan encima de las elecciones porque se vota, no pensando en lo que es mejor para Chile, sino que se vota con la calculadora en la mano. Eso pasó cuando se cambió el sistema binominal. La gente no lo sabe, pero hay distritos, como Atacama, que tienen menos habitantes y menos electores que Arica, pero tienen dos diputados más. Ese tipo de distorsiones se producen justamente porque se vota para la siguiente elección y, en ese contexto, las cosas se diseñan para perjudicar a unos y beneficiar a otros. Por eso yo quería que hubiera límite a la reelección, pero que se aplicara para el siguiente periodo.
- ¿Por qué?
- No me parecía que el diputado Pablo Vidal (RD), porque quiere jubilar a Guido Girardi, votara a favor; que Juan Luis Castro (PS), porque quiere jubilar a Juan Pablo Letelier, votara a favor, o que Gabriel Boric, porque quiere jubilar al senador Bianchi, votara a favor. Uno tiene que votar por convicciones y no porque lo que le conviene. Entonces, no hay que disfrazar de virtud lo que es un beneficio personal.
- La propuesta del Senado comenzaba a regir en 16 años más, pero finalmente se impuso la tesis de que al ser reforma constitucional, regía de inmediato. La Cámara había despachado el proyecto para que se aplicara en el próximo periodo.
- La propuesta de la UDI era que rigiera desde el siguiente periodo, es decir, que se aplicara desde la siguiente elección, con efecto retroactivo y no en 16 años más como pretendía el Senado, pero se privilegió la calculadora y hubo algunos diputados que quisieron sacar a algunos senadores del camino para competir al Senado o a diputados de sus propios distritos, lo que redundó en que se terminó legislando muy mal y que se ve reflejado en que los alcaldes se vieron perjudicados. Hay una falta de honestidad intelectual de algunos diputados brutal, porque lo que aprobamos no es que los alcaldes no puedan ir a la reelección, sino que tampoco van a poder competir a candidatos a diputados o a senadores un año después. Esto a mí me parece una frescura sin nombre. Insisto, hubo mucha hipocresía en la Cámara, porque se disfrazó de virtud algo que no era más que conveniencia personal.
- Por ejemplo, en el caso de la alcaldesa Virginia Reginato, ¿ella no podrá ir a la reelección, pero tampoco a candidata a diputada ni a senadora porque no renunció en octubre pasado según el calendario electoral?
- Claro, ella no puede. O sea, no sólo cambiaron las reglas a los alcaldes a menos de 10 meses de la elección, sino que, además, se aseguraron de que los alcaldes no les puedan competir. Todo esto se habría evitado si se hubiera legislado para la elección siguiente porque, de lo contrario, se produce este tipo de distorsiones.
- Inicialmente se había señalado que se podría enviar una ley especial o un veto presidencial para solucionar el tema de los alcaldes.
- Esa ley arreglaría parte del problema y por lo mismo estaría dispuesto a apoyarla, pero habría que pedirle a muchos diputados que dejen la calculadora y actúen con grandeza, entendiendo que no se pueden cambiar las reglas cuando una elección ya está en marcha y eso es justamente lo que les ocurre a los alcaldes.
- El presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker, sostuvo en este Diario que había un interés transversal por buscar una salida a la situación de los alcaldes, porque era de justicia, pero a las 24 horas sostuvo en La Segunda que no había piso político.
- Bueno, el diputado Walker fue uno de los que votó con la calculadora en la mano porque quiere ser candidato a senador en la Cuarta Región, donde ejerce Jorge Pizarro, de su partido. Entonces, Walker se verá beneficiado al poder ir de candidato a senador sin competencia. Y eso es lo que me parece nocivo de esta ley.
- ¿Pero hay o no piso político para establecer un acuerdo que permita allanar el camino a los alcaldes?
- No lo sé. En Chile Vamos están abiertos a arreglar este tema y dentro de la oposición al parecer están divididos. Seguramente lo que están haciendo es sacar la calculadora y ver qué es lo que les conviene más.
- Lo otro es que el Gobierno envíe un veto…
- Yo preferiría que el Gobierno no enviara un veto. Este es un proyecto que debemos resolver en el Congreso. Y es que a pesar de que creo que esto hay que arreglarlo, soy partidario de veto en situaciones que revistan la máxima gravedad, como fue cuando se cayó el Ingreso Familiar de Emergencia, pero en este caso no creo que se justifique.
- A su juicio, ¿hubiera sido mejor que esta propuesta llegara a la comisión mixta para que allí se hubiera abordado la situación de las autoridades comunales?
- Bueno, efectivamente. Por eso me abstuve en todas las votaciones porque lo que quería era que se arreglara el tema de los alcaldes y concejales, y para que la ley se aplicara con efecto retroactivo, pero desde el próximo periodo. Obviamente que aquellos que quieren llegar al Senado hicieron todo lo posible para que aquello no ocurriera, para que no llegara a la comisión mixta.
- En materia de limitar o no la reelección hay opiniones encontradas. Quienes se oponen sostienen que atenta contra la voluntad del elector, porque hay casos en parlamentarios y alcaldes que obtienen apoyos masivos porque son valorados por los votantes.
- El costo de limitar la reelección es que buenos parlamentarios y alcaldes, que la gente quiere y cuya gestión es valorada, no podrán ir a la reelección. Aún así es un costo que los chilenos debemos pagar porque el clientelismo, la corrupción, la falta de transparencia, la falta de tiraje de la chimenea que genera la reelección indefinida es un daño mucho peor que esta pequeña limitación a la soberanía popular.
- En el cambio de gabinete del jueves algunos interpretan como el triunfo de RN de formar parte del equipo político y otros a la necesidad de buscar figuras con mayor capacidad de diálogo.
- Hay conversaciones muy importantes que se están generando con la oposición para llegar a acuerdo en materia sanitaria, de empleo y de reactivación económica y esas conversaciones se están dando en dos lugares: en la mesa que convocó La Moneda y en el Congreso. En la mesa de La Moneda se decidió poner a Cristián Monckeberg como ministro de Desarrollo Social, que después de haber sido presidente de RN y diputado por 12 años, tiene puentes y ha construido confianzas con los diputados de oposición. Y en el caso del Congreso se designó a Claudio Alvarado, que también fue 12 años diputado y que también ha construido una relación de confianza con parlamentarios de la oposición. La única forma de entender este cambio de gabinete es que el Gobierno está tratando de poner a las personas indicadas para poder llegar a acuerdo lo más rápido posible en materia de empleo, reactivación económica y para combatir la pandemia.
- A pesar de las críticas al manejo de la pandemia por parte de la oposición y al mismo Mañalich ¿su salida en este contexto no se ve viable?
- En el manejo de la crisis sanitaria el Gobierno ha tenido aciertos y errores, pero si se mira lo que ha hecho Chile respecto a otros países el balance es positivo. Por eso sacar al ministro Jaime Mañalich sería una injusticia sin nombre.
"Se privilegió la calculadora y hubo algunos diputados que quisieron sacar a algunos senadores del camino para competir al Senado o a diputados de sus propios distritos y se terminó legislando muy mal, lo que se ve reflejado en que los alcaldes se vieron perjudicados".
"Chile Vamos está abierto a arreglar la situación de los alcaldes, pero en la oposición al parecer están divididos".