"Pollo" Véliz revela por qué desechó a Santiago Wanderers por Everton
FÚTBOL. El delantero oriundo del cerro Barón fue seleccionado en los caturros, pero al ser enviado a entrenar al estadio Las Zorras finalmente optó por aceptar una oferta oro y cielo.
Luego que se fuera a vivir definitivamente a Reñaca en noviembre del año pasado, Leonardo Véliz manejaba varios proyectos en carpeta para el 2020. Entre ellos, el exdelantero iba a realizar una serie de cursos de capacitación para entrenadores de la Región de Valparaíso pertenecientes a la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA).
"Tenía todo programado, desde Cabildo a San Antonio, y vino el coronavirus", se lamenta el otrora seleccionado chileno, quien además pensaba conformar por primera vez la dirección técnica nacional de la ANFA.
De cierta manera, era una forma de reencontrarse con sus inicios en el fútbol. Oriundo del cerro Barón de Valparaíso, el expuntero dio sus primeros pasos en el Club Atlético Juventud Unida (CAJU). Cuenta que en ese entonces esa formación amateur era muy precaria y básicamente se dedicaban a jugar sin ningún tipo de entrenamiento. "No había conocimientos ni capacitación, era echarle para adelante", explica. "El fútbol obviamente no era como ahora, pero los que éramos del barrio siempre soñábamos con ser futbolistas", agrega el "Pollo".
Eso a su madre no le hacía mucha gracia, y no por nada cerca de la hora de los partidos solía enviarlo a comprar pasteles. "Tomaba la micro cerro Barón-Aduana, iba corriendo a comprar los pasteles, me comía uno por ahí en el camino, llegaba y salía corriendo para arriba para la cancha, donde estaba mi abuelo esperándome con los zapatos de fútbol", recuerda Véliz, cuyo abuelo, dirigente del CAJU, lo instaba a no dejar el fútbol.
Tras pasar por las infantiles del club baronino, a los 16 años lo llamaron para jugar por la primera adulta del club, claro que para ello antes tuvo que conseguir un permiso notarial de sus padres. Pero eso no duró mucho tiempo, ya que Santiago Wanderers se interesó en él y lo probó de golpe, como se hacía antaño, en uno de los preliminares del plantel de Honor. Convenció a los dirigentes caturros, pero se encontró con una sorpresa ingrata: lo mandaron a desarrollarse al estadio Las Zorras, en el Complejo O'Higgins. Él, que conocía ese campo de juego y venía de una cancha de tierra, quería dar el salto y por su cabeza no pasaba seguir jugando en la misma superficie. Sus sueños lo tenían como protagonista en verdes pastos.
De pronto los recuerdos llevan a Véliz a sus años en el Liceo Eduardo de la Barra, donde también destacaba corriendo 100 metros planos y practicando el salto alto, sus dos especialidades en el atletismo.
"Cuando íbamos a entrenar al estadio Valparaíso miraba la cancha donde jugaba Wanderers: Nicolás Moreno, Cristián González, Jesús Picó, el 'Chico' Coloma, Raúl Sánchez, todos esos, y yo decía: 'Ah, por aquí corre Carlos Hoffmann, por la izquierda'. Y me metía a la cancha y pensaba: 'Algún día voy a jugar en esta'. Y no poh, me tiran a la cancha de tierra, así que les dije que no", reconoce sobre una determinación que terminó siendo crucial en su incipiente carrera.
Su negativa llegó a oídos del doctor Barría, entonces dirigente de Everton. Partió a la casona de la calle Viana y cerró el acuerdo en 1963. "Qué, si la plata ni me interesaba, si vivía de mis papás. Yo quería jugar en cancha de pasto, nada más. Quedo contratado, y al día siguiente de una para el Sausalito", dice, donde todavía tenía fresco el Mundial del 62', del cual sólo había podido mirar algunos entrenamientos.
En su familia, caturra hasta la médula, no se hicieron mayores problemas. "Estaban felices, lo único que querían es que fuera futbolista, menos mi mamá que al principio no quería... eso del Wanderers quedó en el olvido", cuenta Véliz.
Ya de oro y cielo vino una anécdota que él tiene marcada como "el partido que no se jugó". Un día estaba actuando por el equipo reserva un duelo preliminar contra Forestal Alto. El "Pollo" asegura que había hecho un partidazo, con dos o tres goles, y al término del primer tiempo le piden que pare porque iba a debutar en el partido de fondo. El joven Véliz no lo podía creer, el momento que tanto anhelaba por fin había llegado, pero tan rápido como había llegado se esfumó: después le dijeron que siguiera jugando el segundo tiempo, ya que no había sido inscrito en la Asociación Central de Fútbol. Al menos le sirvió de empuje para sentirse cerca.
Su estreno con la camiseta auriazul se produjo ante Santiago Morning en el estadio Santa Laura. "Yo no pude ni dormir esa noche previa. Jugué y creo que ganamos 3-0, los tres de Daniel Escudero, y jugué un partidazo. Jugaba de 10, no era puntero izquierdo todavía, y le metí tres pelotas al 'Negro'", recuerda el exatacante, quien llena de elogios a su excompañero evertoniano: "Era un goleador con un olfato de gol, tenía una media vuelta. Le pegaba bien con la derecha, tenía el arco entre ceja y ceja, por eso salió goleador una temporada (en 1964, con 25 goles), con Pedro Arancibia lo hicimos goleador". Una delantera que también contó con nombres como Manuel Rojas y Rodolfo Begorre.
Ese partido con el "Chago" fue su gran despegue en el cuadro viñamarino. Poco después, de la mano del DT Daniel Torres, llegó su transición hacia una labor más ofensiva, con la que brilló con luz propia en clubes como Unión Española y Colo Colo.
Un antes y un después en el fútbol
Leonardo Véliz es especialmente crítico en torno a la actualidad del fútbol y cree que la pandemia marcará un antes y un después. "Esta industria se dio cuenta que lo que estaba pagando no era la realidad", dice, añadiendo que "la burbuja en algún momento alguien la iba a pinchar". Para el "Pollo", el punto de inflexión pegará con fuerza en términos de sueldos y transacciones. "Cómo un jugador de Colo Colo va a ganar 70 millones de pesos mensuales, por muy mago que sea", afirma el exdelantero, quien de la crisis alba dice que "terminaron los romances con Mosa y eso es porque los jugadores no han entendido tampoco".
"Qué, si la plata ni me interesaba, si vivía de mis papás. Yo quería jugar en cancha de pasto, nada más".
Leonardo Véliz, Ex atacante de Everton
1963 el año en que Leonardo Véliz se sumó a Everton después de rechazar un contrato con Santiago Wanderers.
1968 la temporada en que el "Pollo" partió desde Viña del Mar hacia Unión Española, donde permaneció hasta 1971.