En junio de 2017 Santiago Wanderers realizó el último traspaso de un jugador formado en las cadetes caturras. Óscar Opazo fue fichado por el Colo Colo de Pablo Guede, dejando Valparaíso tras nueve temporadas y media desde su debut en 2008. Blanco y Negro pagó 500 mil dólares por el 75% del pase del conconino.

Hace una semana Ronnie Fernández, delantero surgido del Decano y que hoy juega en el Al-Fayha FC de Arabia Saudita, decía que "llama la atención que se vean pocas oportunidades de vender jugadores (en Wanderers), que se vea poca exportación, que haya poco tiraje en la cantera, hace años que no se habla de un joven que sea transferible; y en ese punto, hay que crecer un poco más para que el club ande bien en lo económico".

La principal explicación para este fenómeno, que ocurre en un club que se jacta de ser formador, pasa por las dos temporadas del equipo en Primera B (2018 y 2019), que coincide con el periodo sin ventas.

Así al menos lo cree el técnico caturro Miguel Ramírez, quien afirma que "el club tiene y ha tenido jugadores que han podido triunfar en el extranjero. Algunos, por no decir todos ellos, han hecho el camino largo pasando por otras instituciones. El mismo Ronnie Fernández estuvo en Naval de Talcahuano".

En la misma vereda, el presidente de la sociedad anónima porteña, Rafael González Camus, repasa los últimos traspasos del Decano y concluye que la pérdida de la categoría en 2017 es la razón para cortar los procesos.

"Las últimas ventas de jugadores fueron las de Óscar Opazo a Colo Colo y dos importantes hitos para la institución, como lo fueron el mismo Ronnie Fernández y Mauricio Viana, recordemos que ambos fueron vendidos directamente al extranjero y demuestra que las cosas se estaban realizando bien en esta materia, luego vino el descenso y, obviamente, esos dos años sin visibilidad afectaron", señala el abogado.

El delantero caturro Gustavo Lanaro coincide en el diagnóstico y manifiesta que "estoy hace un año y medio en el club, no soy de casa y tampoco sé cómo se trabaja en las juveniles de acá, pero sí creo que ha influido estar en Primera B, lo cual te hace tener otro objetivo. La meta principal del club era ascender y el tema para los chicos es difícil cuando juegas con esa presión".

Una postura más crítica es la que expresa Ignacio del Fierro, profesor de educación física y representante de la Corporación Wanderers en el directorio de la S.A.

Según el docente, quien además tiene un magíster en gestión deportiva, "esto es un problema de todos los clubes, no recuerdo un gran precio que haya sido vendido en el último tiempo. Y en el caso de Wanderers, creo que nos falta un proyecto sobre lo que vamos a hacer, ¿queremos abastecer la Primera B y ganar plata de a poco, pero en gran cantidad; queremos nutrir a Colo Colo, la Católica y la "U" vendiendo menos pero a buen precio; queremos nutrir a todo el fútbol chileno; queremos apuntar al extranjero, a México, que son los que más gustan de nuestro fútbol? Nos falta una declaración de intenciones de lo que queremos hacer y con eso trabajar en pos de aquello, recién ahí podemos proyectar a nuestros jugadores de las divisiones inferiores".

Ramírez cree que la situación está cambiando en Valparaíso y apunta a que cerca del 70% del plantel es formado en casa.

"Tenemos más juveniles en el primer equipo que otros clubes y no me cabe duda que muchos de ellos van a dar que hablar", dice el entrenador.

"Habrá un momento en que tendremos muchos jugadores a disposición de otros equipos y veremos jugadores de Wanderers en el extranjero".

Miguel Ramírez, DT de Wanderers

"Hay que entender que la venta del jugador es el cierre del proceso, lo importante es que existen talentos y avances en términos de formación".

Rafael González, Presidente de Wanderers

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