TELETRABAJO: Algunas reflexiones desde la Gestión de Personas
DESAFÍO. Frente a esta nueva realidad se requiere seguir actualizando procesos y normativas para que esta modalidad desarrolle todo su potencial, siendo un punto clave implementar reglas claras.
El teletrabajo es posible en algunos tipos de trabajo y refiere, básicamente, a tener la oficina en casa, completar entregas y ajustarse a ciertas normativas y horarios, requiriendo, además, de un entorno medianamente acondicionado para desarrollar la labor. El trabajo flexible, por su parte, es un concepto relacionado que involucra asistir a la oficina en algún momento y realizar otra parte de la labor mediante teletrabajo. No son formas nuevas de trabajar, pero este año han mostrado su potencial tanto a trabajadores como organizaciones.
El teletrabajo desafía a la persona con competencias algo diferentes y le exige una mayor responsabilidad; y para la organización involucra enfocarse más en la contribución o aportes de cada trabajador, más que en su tiempo de permanencia en las dependencias de ésta. Un teletrabajo efectivo requiere mejoras en ciberseguridad, ajustes en evaluación de desempeño, redefinir capacitaciones, cuidar las expectativas de carrera, entre otras. Se requiere de una mayor empatía y liderazgos más orientados a facilitar que a supervisar.
Ventajas y desventajas
Entre las posibles ventajas del teletrabajo está la posibilidad de conciliar mejor la vida profesional con la personal. Incluso la familia, tiene la oportunidad de entender mejor la labor que realiza el padre o madre que trabaja. Se puede disponer mejor del tiempo y administrar las capacidades: por ejemplo, definir qué tareas se realizarán en la mañana o se dejarán para la tarde. Se incrementaría la productividad por el mero hecho de no perder tiempo y energías en desplazamientos, bastante largos en muchas ciudades.
Entre las posibles desventajas, socialmente todavía no era demasiado aceptado. El entorno del trabajador podría considerarlo como una situación en que la persona no trabaja realmente; pero es un trabajo real, en la medida que el producto o servicio a completar lo permite, por supuesto. Otra posible desventaja es que su efectividad requiere desarrollar competencias y gran disciplina. Se requiere saber gestionar el tiempo y un alto compromiso con la organización, además de tener un buen manejo de las emociones por el menor contacto social.
Repensar el trabajo
El desarrollo del teletrabajo invita a repensar el trabajo. Resulta difícil imaginar que en el futuro todo el trabajo sea a distancia, pero es difícil pensar, también, que el trabajo será igual que antes. Es probable que sea una mezcla entre presencial y remoto. Hoy no resulta demasiado claro pensar que la persona va a la organización, está todo el día ahí y después realiza un largo recorrido a casa, cuando un trabajo más flexible le podría permitir mantener la productividad y aprovechar las ventajas antes mencionadas. Y para la persona y la organización existirá el desafío de minimizar las desventajas.
Para la organización será un esfuerzo por implementar herramientas tecnológicas que le permitan un mejor flujo de la información: para que esté lo más garantizada y segura posible. Se requiere seguir actualizando procesos y normativas para que esta forma de trabajar desarrolle todo su potencial, que las reglas estén claras para ambas partes, especificar bien al trabajador, las expectativas que se tiene de su trabajo a distancia. Es importante reflexionar bien y pronto sobre estos y otros temas, pues muchas organizaciones están pensando hacer permanente parte del trabajo a distancia.
Nuevas generaciones
Por otra parte, el cambio tecnológico se sigue acelerando. Las nuevas generaciones están más familiarizadas con estos avances y ellas serán la mayoría de la fuerza laboral dentro de pocos años. Serán personas a quienes le resultará natural la comunicación virtual y el trabajo a distancia. Algo que debe ser aprovechado por la organización y la sociedad en general. Y como parte de un esfuerzo país, también se debe apoyar a generaciones anteriores para que no se queden atrás y aumentar la cobertura de internet para que así tengan la oportunidad de mantener su productividad y trabajo.
Pronto la discusión pudiera estar más centrada en las mejores prácticas en teletrabajo. Lo importante es aprender de esta experiencia mundial en trabajo a distancia y valorar la tecnología como un medio para mejorar la calidad de vida laboral. Se requerirán nuevas competencias y habrá muchos desafíos en motivación en un entorno virtual. Y aunque muchos desean volver pronto al trabajo presencial, un legado de estos tiempos quizás sea repensar el trabajo más centrado en el bienestar del trabajador, la trabajadora y sus familias.