Katherine Escalona M.

Entre las credenciales que tiene la investigadora, emprendedora e ingeniera de ejecución en informática, Barbarita Lara Martínez (35), se encuentran que fue galardonada como "Chilena Innovadora del Año" y "Chilena Inventora del Año", siendo una de las 100 mujeres líderes del 2020 y 2018, y la primera chilena reconocida en el listado mundial de innovadores menores de 35 años en la revista del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts). Ahora busca sumar una nueva labor como constituyente por el Distrito 7.

Desde su experiencia de permanente trabajo académico y emprendimiento, Lara -que creó la tecnología que permite enviar mensajes de emergencias a la población afectada por un desastre natural, incluso, sin conexión a internet- destacó lo importante de incorporar la tecnología a la Constitución para dar más garantías a los ciudadanos y generar un Estado social que entregue conocimiento.

La tecnología, la educación, la ciencia y la humanidad se transforman en piezas claves, según afirmó, para construir un nuevo Estado que esté acorde con la denominada "Cuarta Revolución Industrial", la cual da el paso a lo digital y donde debiese estar regulada la información, la fiscalización, el crecimiento y la protección a las personas.

- ¿Cómo nace el interés para participar del proceso constituyente?

- Me ha tocado muchas veces estar en comisión del Ministerio de Ciencias, Tecnología e Innovación, apoyar al Ministerio de Educación, al Explora, un sinfín de instituciones; y estar presentes en los colegios de todo Chile inspirando a los niños, mostrándoles que sí se puede hacer posible lo imposible, que sí nos podemos empoderar con tecnología. Y claro viene un llamado del plebiscito y me pregunté '¿por qué no podemos ser nosotros esos agentes de cambios?', sobre todo en este proceso tan importante que es la primera Constitución paritaria del mundo. Entonces, obviamente las mujeres tenemos que estar y si las personas lo quieren, yo estoy dispuesta a asumir ese compromiso buscando el país más inclusivo posible y que tenga como base la ciencia y la tecnología para construir un territorio más justo y menos desigual.

- ¿Cuál es su propuesta?

- En estos últimos tres o cuatro años me ha tocado viajar mucho por el mundo, viendo cómo las ciudades y los países se transforman gracias a la tecnología, la innovación y el emprendimiento siempre y cuando estén bien articulados. Entonces, mi propuesta va por ahí. Mi propuesta se llama TECH, de tecnología en inglés, pero buscando un Estado tecnológico que no sólo sea moderno sino también sea ágil, que esté interconectado, que sea multidisciplinario, que entienda que estamos en la cuarta revolución industrial y que ya estamos tarde. Pareciera ser que todavía estamos en un Estado muy noventero. Eso tiene que cambiar.

-¿Qué incorpora TECH?

- La T es de tecnología como lo explicaba, la E es un Estado emprendedor que nos invite a soñar en grande y a empoderarnos a través de la educación que es una de mis experiencias. Demostrar que cuando uno tiene una educación emprendedora de verdad te enseña a ser posible lo imposible y el ejemplo más claro que tenemos es cuando un Estado invita, por ejemplo, en Estados Unidos, a viajar a la luna. Si el Estado nos invitara a soñar en grande, porque sí tenemos el desierto de Atacama, ¿por qué no llegar a Marte?, si somos técnicamente el patio para hacer simulaciones y de hecho lo somos. La C, de ciencia porque últimamente vemos cómo las decisiones, sobre todo las políticas públicas, no necesariamente están con una base política y creo que es primordial para tomar decisiones y proyectar un mapa de cómo vamos a crecer de forma descentralizada, desarrollando tecnología local para poder avanzar. Somos un país que extrae todo pero no desarrolla cosas. Mi propuesta es enfocarnos en lo chileno. En Viña del Mar estamos haciendo hardware y software, y lo estamos vendiendo. Es una buena idea generar desde acá mismo y no depender del extranjero, poder empoderar a las startup con la industria que es uno de los pilares más grande en ciencia en Chile pero que nadie los ve. Y la H es que sea una Constitución centrada completamente en las personas, en la humanidad. Nosotros nos estamos transformando digitalmente y la transformación digital no es otra cosa que enfocar la cultura organizacional de las empresas en las personas.

Creación nacional

- ¿Con el startup contribuye a la creación nacional?

- Sí, porque es algo anterior a una empresa, es un modelo de negocio que tiene una gran idea con un gran proyecto, que busca tener capital de riesgo para crear diferentes soluciones del mundo. Ya pueden ser soluciones tecnológicas, biológicas y cuando nosotros estudiamos no hay amparo. Buscamos recuperar el 'Hecho en Chile' que podemos generar desde acá mismo. Hay que buscar que las personas no estén enfocadas en horarios sino que en objetivos , entender que las personas tienen otro valor agregado y no son sólo operarios. Buscar un Estado paritario, feminista, que entienda que tiene que ser lo más inclusivo posible. Ayer (viernes) fue el Día Mundial del Autismo, yo tengo un hijo autista y me pasa que Chile no está preparado para llevar eso y dentro de esa propuesta TECH es volvernos más tolerantes, empáticos e inclusivos.

- Me imagino que estos conceptos van de la mano con la cuarta revolución industrial

- De todas maneras. Ahí mi propuesta es incluir los derechos digitales que esta como súper de moda, pero en ningún lado se está aplicando realmente lo que significa tener estos derechos digitales. Lo vemos claramente en la pandemia que no tenemos derecho a internet asegurado y eso es uno de los principales derechos digitales y tampoco tenemos protección de nuestro datos. Es súper preocupante, incluso, que a nosotros como candidatos constituyentes nos vendan base de datos de todos los chilenos a $35 por persona, en otros países eso es ilegal. Dentro de esta revolución industrial y transformación digital, yo propongo tener un gran panel de control ciudadano, se puede fiscalizar desde la tecnología. El empoderamiento a través de la educación, de la tecnología, del acceso al conocimiento es que se sepan las cosas. Que exista un acceso claro, buscamos que la ciudadanía se empodere con la información, que sea abierta y no se esconda nada. Queremos un Estado social que tenga acceso al conocimiento.

"Mi propuesta es enfocarnos en lo chileno. En Viña del Mar estamos haciendo hardware y software y lo estamos vendiendo. Es una buena idea generar desde acá mismo y no depender del extranjero".

Después de años dedicado a la realización audiovisual y la gestión cultural, Cristian Luna está completamente inmerso en su candidatura a alcalde de Villa Alemana. Representando al Frente Amplio, tras vencer en las primarias legales del 29 de noviembre de 2020, el postulante plantea su diagnóstico de los problemas de la Ciudad de la Eterna Juventud en los últimos veinte años.

"Hay una dicotomía en la que nos desarrollamos: pasamos de 70 mil a 140 habitantes en estos 20 años, pero no tenemos la infraestructura para soportar 140 mil habitantes, infraestructura vial, de servicios básicos, mucha gente no tiene acceso a agua, las matrices de agua se revientan y para qué hablar de las calles, las luminarias, las veredas", sostuvo Luna, además de analizar los desafíos pendientes en educación y salud, vinculados en su mayoría a las condiciones laborales de profesores y funcionarios de la atención primaria.

- ¿Cuáles son los principales ejes del programa?

-En los últimos 20 años la administración municipal no ha tenido una estrategia para generar un desarrollo productivo propio de la ciudad y entendemos que la ciudad está estancada. No ha existido una profundización de la democracia, más allá de que se vote un alcalde y concejales. Muchas veces el alcalde le ha quitado fuerza a los concejales, le ha quitado el territorio para que cada uno pueda hacer la gestión como concejales propios, le quitó la secretaría y los viáticos de territorio, entonces no se pueden mover. Ahí se entiende por qué la ciudad está como está y tiene esta forma como de "patrón de fundo": es un fundo que tiene un sólo patrón y lleva doce años y ahora quiere colocar a su hijo para perpetuar este latifundismo villalemanino.

- ¿Cómo evalúa los doce años de gestión de José Sabat?

- Todo el diagnóstico negativo tiene que ver un poco con esta gestión, donde perdimos espacios, la pérdida de conciencia del medio ambiente, las malas condiciones laborales de los profesores y el personal de la salud, etc. Entendemos que en estos doce años hubo un mejoramiento de infraestructura, el Cesfam, el próximo Hospital Biprovincial, el Estadio, el Gimnasio; pero muchos de ellos son proyectos Bicentenario, lo que pasó es que la Municipalidad se encargó de la construcción (...). Aquí pasan muchas cosas respecto del control de las obras, nosotros planteamos dentro de nuestras primeras 40 medidas para los primeros 100 días de gestión generar una auditoría desde el día 1 de la administración municipal y no solamente a la Municipalidad, también a las obras municipales.

- ¿Cuál es la principal meta a lograr en Villa Alemana, en el caso de ser electo alcalde?

- Lo primero que tenemos que empezar a trabajar en Villa Alemana es en un cambio en la forma de gestión, pasando de una gestión que era poco participativa y poco democrática como la de José Sabat, a una gestión participativa, abierta, democrática y vinculante con los vecinos y vecinas. Las decisiones se tienen que tomar con los vecinos, junto con ellos. Cada vecino y vecina de cada sector de la ciudad debe decidir qué es lo que quiere realmente para su barrio, no que venga el alcalde a imponer lo que él quiere para el barrio.

"Las decisiones se tienen que tomar con los vecinos, junto con ellos. Cada vecino y vecina de cada sector de la ciudad debe decidir qué es lo que quiere realmente para su barrio, no que venga el alcalde a imponer lo que él quiere".