Debates de nivel en Viña del Mar
Diagnósticos comunes hablan de problemas visibles e identificables, acaso el gran pecado de la actual administración tras 16 años de gestión. Interesante es leer los programas de los candidatos, cuyos diagnósticos coinciden tremendamente en las heridas que hoy no parecen cicatrizar en Viña del Mar.
Un enorme interés generaron los dos debates entre los candidatos a la alcaldía de Viña del Mar organizados esta semana por los diarios El Mercurio, La Estrella y transmitidos en directo por el sitio SoyChile y Radio Digital.
El primero de ellos, llevado a cabo el miércoles 29 de marzo, reunió a Macarena Ripamonti (RD-FA), Andrea Molina (ChV), Paula Arriagada (Ind.), Aland Tapia (Ind.) y Jorge Escudero (Ind.), en una discusión de alto vuelo que incluyó la emancipación definitiva de la candidata oficialista respecto de la actual administración de la ciudad ("Viña del Mar está deprimida, en el peor momento de su historia. La gente está muy enojada", dijo la exdiputada), pese a que el municipio aún insiste en colocar letreros de ella junto a la alcaldesa en la parte alta de Viña, como se podía constatar hasta ayer en la Feria Caupolicán, Gómez Carreño y Santa Julia.
Por su parte, Ripamonti hizo sus deberes. Estudiosa, dueña de una puesta en escena y un histrionismo tremendamente atractivos para los tiempos que corren, aprovechó el mínimo gaffe de Molina para posicionar su supuesto desacierto en todas las redes sociales con una capacidad digna de aplauso.
Puntos altos también fueron Tapia, Arriagada y Estay, que no se achicaron ante las candidatas de los partidos, con ideas y propuestas inteligentes y renovadoras.
La segunda jornada, la del jueves 1 de abril, tuvo a Marcela Varas (Un. Const.), Marlen Olivari (Ind.), Cristián Mayorga (Ind.), y Jorge Estay (UPA), con la ausencia de Rodrigo Vattuone (Ind.), quien se bajó a última hora por problemas de salud. El debate se ubicó, quizás inesperada pero felizmente, en los campamentos y tomas que hoy ubican a la Región con el déficit de vivienda y familias en esta condición más alto del país, según el último informe de Techo. "Terminamos hablando del Viña real", dijo uno de los conductores. Y vaya que tenía razón. Asimismo, en ambos bloques conocimos sus definiciones sobre inmigración, Casino, Las Salinas y otros.
Interesante es leer los programas de los candidatos y candidatas, cuyos diagnósticos coinciden tremendamente en las heridas que hoy no parecen cicatrizar en Viña del Mar.
De hecho, un insumo tremendamente clave son las encuestas barriales realizadas por Molina en 14 sectores de la ciudad (Achupallas, Chorrillos, Forestal, Glorias Navales, Gómez Carreño, Miraflores, Nueva Aurora, Recreo, Reñaca Bajo, Reñaca Alto, Santa Inés, Santa Julia, Viña Plan y Viña Oriente), en la mayoría de los cuales las principales demandas apuntan a la Seguridad (patrullajes, iluminación, ambulantes, limpieza), Salud (Cesfam, consultorios, SAPU, SAR), Transporte (recorridos del transporte público), Obras (pavimentación, áreas verdes, borde costero, ciclovías) y Vivienda.
Reconocer y entender los problemas, lo que terminó siendo la tumba de la actual administración, es el primer paso para enfrentarlas y superarlas. A diferencia de lo que ocurre en Valparaíso, el nivel entre los candidatos a la alcaldía de Viña del Mar puede dejarnos bastante más tranquilos.