El nerviosismo partió a las 18 horas del domingo pasado, 16 de mayo de 2021, quizás antes, cuando las 4.869 mesas instaladas en la Región de Valparaíso cerraron el ingreso de más votos y comenzaron el escrutinio, a viva voz, de los elegidos para la Convención Constituyente. A esa hora intersticial, sin resultados aún, la sensación era parecida a la del término de una etapa. Atrás quedaban el estallido social, que en la zona partió el 19 de octubre; el acuerdo del 15 de noviembre, que abrió el camino para el cambio constitucional, y el masivo plebiscito del 25 de octubre, que decidió la creación de un cuerpo colegiado, integrado por 155 personas, para la redacción de una nueva carta magna para Chile.
Pasadas las 21 horas, el nerviosismo dio paso a la euforia o la decepción. A nivel regional, resultaron electos ocho candidatos por el Distrito 6 y siete por el Distrito 7, a quienes se sumó el cupo que le corresponde a Rapa Nui, como pueblo originario.
Sin tiempo para digerir el triunfo, muchos convencionales volvieron el lunes a sus trabajos y en forma paralela iniciaron el análisis, con partidarios, territorios y aliados, de sus pasos futuros. Tal vez porque aún quedan etapas pendientes - la ratificación del Tribunal Calificador de Elecciones y el decreto presidencial -, la mayoría aún no decide cómo enfrentará sus tareas cotidianas como constituyente, pero todos saben que sobre la mesa no pondrán solo ideas y propuestas, sino también el reflejo de sus propias historias de vida.
La lista del pueblo
Con 28 años, la profesora de Historia y Geografía, Lisette Vergara, es una de las nuevas convencionales. Vinculada a distintas organizaciones territoriales en Quilpué, donde reside, participa desde hace años en distintas organizaciones, aunque siempre con una mirada de desconfianza hacia los partidos políticos. "Rechazo el centralismo de cualquier tipo, el colonialismo, el patriarcado y el neoliberalismo que han generado una sociedad excluyente y desigual", explica desde las redes donde anidó su campaña, lo que complementó con un fuerte trabajo en los barrios más populares. Su apuesta es mantener una vinculación permanente con las comunidades para que estas tengan "una real incidencia en la redacción de esta nueva Constitución".
Este sistema de trabajo también asumirá Cristóbal Andrade, nacido en la comuna de Independencia, en 1988, con pasos por Puente Alto y Quintero antes de instalarse en Quilpué, hace 20 años. Su vida dio un giro cuando conoció a Giovanna Grandón, la "Tía Pikachú". Pese a su historial como activista social, su participación en los cordones sociales de la Ciudad del Sol y su rol como coordinador de la organización "Somos Pueblo de Quilpué", Andrade no tenía en sus miras participar del proceso constituyente. "Lo veía como algo lejano, pero con el pasar de los días recibí llamados de distintas organizaciones", explica. Finalmente fue Grandón quien lo convenció de integrarse a la lista y en ese momento comenzó su campaña, para la cual usó el personaje por el cual es conocido: "Dino azulado".
Sobre sus objetivos, explica que busca obtener rango constitucional para resguardar los pulmones verdes urbanos, que él percibe como depredados bajo la acción de las inmobiliarias. "Es importante solucionar este tema con la democracia directa, en el aspecto barrial, en la cual las personas puedan decidir mediante plebiscitos lo que quieren en su barrio y así proteger estos parques", explica.
Para la socióloga Tania Madriaga (Nacida en 1972, en terrenos de la toma "Nueva Habana", en Santiago), hay 7 derechos fundamentales que deben incorporarse en la nueva Constitución - el derecho a "ciudadanía, territorio y vivienda", es el primero de ellos-, una lista que surgió de las necesidades que pudo detectar, principalmente, en su trabajo como directora de la Secretaría de Planificación Comunal de Valparaíso. Luego de sufrir el exilio y vivir en ciudades como Amberes (Bélgica) y La Habana (Cuba), Madriaga regresa a Chile en 1986 y se instala en Valparaíso mucho después, en 2017, cuando comienza a participar del gobierno municipal de Jorge Sharp. "Las reglas de juego de la sociedad chilena en su entrada al siglo XXI se han cuestionado por una amplia mayoría social a través de la movilización y el voto, por lo tanto entramos a esta tercera década con la discusión abierta sobre el rumbo de nuestra sociedad y el modo en que resolveremos la integración con sostenibilidad", explica en su página web, donde también plantea que la nueva Constitución sea plurinacional, feminista, con derechos efectivos y base de un nuevo modelo de desarrollo.
La dirigente animalista y ecofeminista Camila Zárate es una activa participante del Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT), organización desde la cual ha liderado la defensa de bosques esclerófilos en la Región de Valparaíso, particularmente en la Quebrada Cabritería, en la Ciudad Puerto. "Estamos atravesando una profunda crisis climática, sanitaria y social que hace ineludible construir otros modos de habitar", explica Zárate en sus plataformas, por ello propone una constitución ecológica, feminista y plurinacional, que "reconozca el agua, los glaciares y la semilla como un bien común inapropiable; los derechos de la naturaleza y de los animales; la soberanía alimentaria; la diversidad de pueblo-naciones y los derechos humanos esenciales para la vida, como a una salud y educación digna".
Apruebo Dignidad
Recuperar el agua y la voz son los dos ejes que movilizaron la candidatura de la geógrafa Carolina Vilches. Es fundadora de la primera Oficina Municipal de Asuntos hídricos del país, junto con la Unión de Sistemas de Agua Potable Rural, en la cuenca del río Petorca. Integra hace 10 años la organización Modatima, que lidera el recién electo gobernador regional, Rodrigo Mundaca, y cree que el cambio constitucional tendrá un fuerte impacto en la vida de las comunidades que sufren la escasez del vital elemento. "Sentimos que hay un activismo ambiental muy poderoso en la Región de Valparaíso.
La causa del agua es muy importante porque somos una zona de sacrificio", explica Vilches. Sobre su trabajo en la convención, precisa que "nos vamos a mover muchísimo por Petorca, la provincia de Marga Marga, Los Andes. Nuestra idea es ir referenciando las opiniones y tener un espacio de diálogo con las comunidades, para que haya información, debate y acuerdos políticos que sean llevados a la convención".
El arribo de Mariela Serey Jiménez (40 años, nacida en Viña del Mar), a la convención responde a, quizás, una de las historias más emotivas de los nuevos constituyentes. Profesora de Enseñanza Básica, Serey es activista por los derechos de las personas cuidadoras no remuneradas, dirigenta social y fundadora de la Asociación "Yo Cuido Chile". Vive hace 10 años en Villa Alemana, donde formó una familia, seno en el cual nació Amelia, en 2014. "En el parto aspiró meconio, lo que le causó parálisis cerebral y dependencia absoluta", relata la educadora, quien en 2017 sufrió el dramático despido de su trabajo, una vez que se terminaron las licencias médicas que le permitían cuidar a su pequeña.
Allí comenzó un largo trabajo, con una organización que tiene presencia en 6 regiones y sedes en Perú, México y pronto Colombia y Guatemala. "Trabajaremos por un Chile donde enfermarse no se convierta en un problema económico y en donde cuidar sea un derecho", precisa sobre la punta de lanza de sus motivaciones y anhelos constituyentes. "Que nadie, nunca, quede a la deriva por ejercer labores de cuidados. El nuevo Chile que partimos construimos hoy será el de los cuidados y la solidaridad", sentencia Serey.
Sin saberlo, los diputados Osvaldo Urrutia (UDI) y José Pérez (PR) sacaron al abogado Jaime Bassa de los iniciáticos círculos académicos y le dieron visibilidad nacional, cuando lo criticaron por no usar corbata ni chaqueta durante una presentación que realizó ante la Comisión de Defensa, en 2018. Antes, el profesor, Magíster en Derecho Público en la U. de Chile, y Doctor en Derecho por la Universitat de Barcelona, había destacado por su labor docente, su cercanía al Frente Amplio y su esporádica participación como vocalista del grupo "Rábula", donde canta versos como "Oye! / qué tipo de sociedad quieres construir / Si sientes / Que aquí sólo hay soledad y oscuridad".
Ahora, ya electo convencional, Bassa espera aportar con sus conocimientos en el Derecho Constitucional para poner sobre la mesa, entre otros temas, la visibilización de los sectores sociales más postergados (niños, niñas y adolescentes, migrantes, pueblos originarios, género) y la desconcentración del poder para lograr una distribución democrática y efectiva. Mediante cabildos digitales, elaboró un conjunto de propuestas que incluyen la democracia paritaria, el fortalecimiento de la organización social y una Defensoría Popular.
Con un rol activo en la defensa de la diversidad sexual y el feminismo, la profesora de Filosofía María José Oyarzún, ha destacado en el ámbito comunitario, con un trabajo estrecho en círculos de mujeres, como en la Población Lautaro de Valparaíso. Fue gestora de la primera Biblioteca Feminista en la Universidad de Valparaíso y fundadora de la Red Interdisciplinaria de Género de la misma Universidad. De allí que su agenda de propuestas esté marcada por la perspectiva de género, garantizando la igualdad de derechos y de oportunidades, así como la dignidad y bienestar de las mujeres por medio de la erradicación de la violencia machista. "Mi intención es continuar viviendo y activando la participación ciudadana a través de cabildos en todo el distrito 7. La capacidad de diálogo y articulación con les constitucionales electos será clave, para impulsar los derechos que buscamos consagrar", explica.
VAMOS por chile
Tres convencionales sumó la lista de Vamos por Chile. Uno de ellos es Ruggero Cozzi Elzo (34 años), quien pasó su infancia entre Playa Ancha, Viña del Mar, Santiago y el campo de su familia en Limache. Militante de RN, miembro del directorio del Instituto Libertad, destaca de su experiencia su paso por el Centro de Alumnos en Derecho de la PUC, donde compartía generación con el diputado Giorgio Jackson. De allí recuerda la creación de Solidaridad UC, una forma de cambiar la derecha y hacerla aterrizar en los problemas sociales de la gente. Por ello mismo, cree que un tema relevante de la próxima constitución será la seguridad. "Me interesa proponer la seguridad ciudadana en un catálogo de derechos", explica Cozzi, quien también pone al agua como un derecho indispensable de este siglo.
Carlos Valencia Liendo
carlos.valencial@mercuriovalpo.cl