El milagro del '72 que Wanderers debe repetir para salvarse del descenso
FÚTBOL. El equipo que dirigió primero Francisco Hormazábal y luego Hernán Gárate logró mantener la categoría pese a sumar ocho derrotas y un triunfo en las primeras nueve fechas.
Ángel Botto no olvida ese día 16 de diciembre de 1972. Tenía 23 años y era el presidente de la comisión fútbol de Santiago Wanderers. A las 6 de la mañana nació su primer hijo. Después de asistir al parto, a las 10.30 le avisó a su esposa que tenía que partir a acompañar al equipo, que estaba concentrado en el complejo deportivo del Banco del Estado, en Quebrada Verde.
"Se jugaba la penúltima fecha y recibíamos en Playa Ancha a Rangers, necesitábamos ganar esa tarde para salvarnos del descenso", rememora el abogado. Ese día los porteños vencieron por 2-0.
La historia había partido muy mal para el Decano aquella temporada. Con Francisco Hormazábal en la banca (se fue en la fecha 20 y llegó Hernán Gárate), los verdes tuvieron un arranque horrible, que hasta ahora sólo supera en lo negativo el Wanderers 2021.
En las primeras nueve jornadas registró ocho derrotas y un solo triunfo. Perdió en la primera fecha con Magallanes (1-4), después con la "U" (0-3), le ganó a Lota Schwager (2-0), para luego caer sucesivamente frente a Green Cross (0-2), Unión Española (0-2), Huachipato (0-1), Unión La Calera (0-2), Antofagasta (1-4) y La Serena (1-3).
El primer gran respiro llegó recién en el décimo partido, cuando lograron vencer por 3-2 a Colo Colo en el estadio Nacional.
"Ese día Ricardo Werlinger le atajó dos penales a Francisco Valdés cuando íbamos ganando 3-1", recuerda Botto, quien se ríe al recordar que al día siguiente el diario "Clarín" tituló diciendo que la "Chancha Voladora" le había ganado el duelo a "Chamaco".
El exarquero caturro, hoy radicado en Coquimbo, dice que la clave para remontar en la campaña de 1972 fue el gran afiatamiento que existía entre el cuerpo técnico, los jugadores y la dirigencia del club.
"Teníamos una defensa muy brava, con gente como el 'Chorizo' Rodríguez, el 'Potro' Avellán y el 'Walo' Herrera, que era nuestro capitán y había sido campeón con Los Panzers, junto con Rodríguez", dice Werlinger.
El apoyo de la hinchada también fue muy importante en términos de motivación, asegura el exgolero, quien no olvida "a una señora que nos acompañaba a todas partes donde jugábamos, en el camarín nos juramentamos que no la íbamos a decepcionar a ella ni a toda la gente que seguía al equipo...pese a que jugué en muchos equipos, el corazón me quedó medio verde".
Hoy, con 75 años, dice que no se pierde partido del Decano y confía en que el equipo se salvará del descenso, aunque lamenta la "falta de identificación" que en general afecta a los jugadores en nuestro país.
"Tengo la esperanza de que no bajen, espero que el nuevo entrenador sepa conformar una buena mezcla con la experiencia y la juventud que tiene en el plantel actual", dice Werlinger.
Ese optimismo no es compartido por Botto, quien con amargura señala que de acuerdo a su punto de vista, el Decano está condenado a perder la categoría.
"Pienso que el equipo de 1972 no era ninguna maravilla, era mediocre, pero no al nivel del actual", parte señalando el expresidente del Tribunal de Penalidades de la ANFP.
Una de las grandes diferencias, explica, es que debido a la regla que le otorgaba dos puntos al ganador de un partido, esa temporada Wanderers siempre estuvo peleando los últimos puestos con tres o cuatro equipos más; sin embargo, en este torneo se quedó solo abajo.
"Estadísticamente creo que nos salvamos con 36 puntos, pero para eso tendríamos que ganar diez partidos y empatar cinco de los veinticuatro que le quedan por jugar", dice el exdirigente, quien apunta que "por el nivel de juego que muestran, ni aunque trajeran a dos jugadores muy buenos para la segunda rueda nos alcanzaría. Salvarse sería una epopeya, yo creo que Wanderers ya está descendido".
15° entre 18 equipos finalizó Wanderers en 1972. Esa temporada terminó bajando Everton.
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