Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Espectáculos

Comunidad judía e intelectuales molestos por decisión municipal sobre Puerto de Ideas

VIÑA. Gerente aseguró que Camila Brito Hasbún aludió al financiamiento por parte de la embajada de Israel.
E-mail Compartir

Pamela Boltei

El gerente de Puerto de Ideas, Sergio Silva, aseguró ayer en El Mercurio de Santiago que la "jefa de gabinete" de la Municipalidad de Viña del Mar negó al festival cultural la realización de eventos en dependencias municipales de la ciudad por ser una actividad financiada por la embajada de Israel, lo que fue criticado por el ejecutivo de la organización.

"La respuesta fue: 'No vamos a desarrollar ninguna actividad cultural con Puerto de Ideas porque a ellos los financia la embajada de Israel", contó Silva, calificando la actitud como "profundamente antisemita".

Con quien Silva aseguró haber hablado es con Camila Brito Hasbún (hermana del diputado Jorge Brito, de RD), coordinadora del Programa de Cuidados de la alcaldía. Desde la municipalidad aseguran que ella no es jefa de gabinete. Eso sí, indican que como institución municipal sí les interesa saber quiénes financian las actividades de las que son parte.

El gerente Silva explicó que estaban interesados en acercar una parte de las actividades de Puerto de Ideas al público viñamarino a través de un concierto en el Teatro Municipal y una conferencia de un historiador en la explanada junto al Palacio Vergara respecto a la Carta Fundamental de 1828, para ir a tono con el debate constitucional. Agregó que intentaron una reunión con la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, a través de la Ley de Lobby, pero que no les resultó porque les señalaron que "no explicamos suficientemente lo que queríamos conversar y después que no tenía agenda hasta fin de año".

La situación fue criticada por la comunidad israelí del país. Su presidente, Gerardo Gorodischer, lamentó el hecho. "Lo más importante es que el municipio se pronuncie públicamente, que diga si esto es verdad o no. Y si lo es, a nosotros nos parece de extrema gravedad y como comunidad vamos a estar atentos al desarrollo de esta situación. Entendemos que quien dijo esto fue la jefa de gabinete de la alcaldía, pero no necesariamente implica que la alcaldía y su Concejo opinen lo mismo", dijo.

A su juicio, "lo más curioso es que si ustedes recorren la historia de Viña del Mar, nació gracias a la fundación de la CRAV, la gente que vino a trabajar comenzó a poblar Viña del Mar. Tenemos muchos miembros de esta comunidad que viven en Viña y nacieron en Viña. Por eso es una situación muy delicada y muy triste, y antes de poder tomar cualquier decisión, nos parece prudente que el municipio se manifieste de manera pública y después ver qué hacemos, estamos evaluando las acciones a seguir. Esto, si es verdad, es un hecho antisemita y absolutamente discriminatorio".

Gabriel Zaliasnik, abogado y expresidente de la Comunidad Judía de Chile, aseveró que "me parece gravísimo. Cuando las sociedades entran en estas tendencias o líneas de intolerancia y de boicot a la cultura, al pensamiento, a la creación artística, es reminiscente de los boicots seguidos contra el pueblo judío de la Alemania nazi, las leyes de Nuremberg, más allá de si esto está expresado en un acto administrativo de la municipalidad o corrieron con colores propios funcionarios con prejuicios antisemitas". A esto, consignó que "habla de un fascismo enmascarado que intenta imponer una agenda ideológica en perjuicio de los habitantes de Viña y de Chile. Es muy grave y debe ser repudiado".

Intelectuales se suman

Desde el mundo de las artes, diez exponentes criticaron la decisión municipal, según publicó The Clinic. Adriana Valdés, ensayista, directora de la Academia Chilena de la Lengua y del Instituto de Chile, dijo que "es una vergüenza para la Municipalidad de Viña del Mar, y lo lamento mucho. Es un síntoma de la pequeñez y de la mezquindad que estamos viviendo en nuestra vida social y política en este preciso momento, donde el antisemitismo viene desde los lugares más impensados".

Sonia Montecino, antropóloga, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales (2013), señaló que es "una discriminación con bases en esa restauración de acciones y narrativas que se creían superadas, así como en el imaginario excluyente de las identidades sobredimensionadas y con afanes de dominio sobre la escena social".

Cristián Warnken, profesor de Literatura, conductor de radio y director de la Editorial Universidad de Valparaíso, se preguntó: "¿Acaso la Municipalidad de Viña del Mar va a cerrarse a toda actividad (cultural u de otro tipo) que tenga que ver con Israel y la cultura israelita? Esta señal de la gestión de la alcaldesa Ripamonti es preocupante, debiera ser corregida y esperamos que solo sea un arrebato de una generación nueva que ha entrado en la política y que a veces peca de sectarismo y de falta de prudencia".

Javiera Parada, actriz y gestora cultural, opinó que le parece "grave que el municipio de Viña del Mar se sume a esta asonada en contra de la cultura que hemos visto el último tiempo"; Agustín Squella, convencional constituyente, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales (2009), señaló que se trata de "un penoso episodio por parte de la Municipalidad de Viña" y que "hubo, cuando menos, descortesía y hasta una muestra más de la intolerancia de quienes creen que sus ideas, sus planteamientos, sus causas, son siempre las correctas y que las demás son errores o incluso perversiones".

Explicación municipal

En tanto, desde la Municipalidad de Viña del Mar indicaron que la organización del Festival Puerto de Ideas se contactó con representantes de la alcaldía recién la primera semana de noviembre, para un evento que querían realizar ahora. "Se comunicaron en cuatro oportunidades con diferentes unidades del municipio para realizar una charla para 50 personas en un inmueble municipal, siendo estos el Teatro Municipal y el Palacio Vergara. En las cuatro oportunidades se les explicó que los inmuebles no estaban recepcionados y que no era posible realizar esa actividad, dos edificios que no están aún recibiendo eventos", expusieron.

En segundo lugar, explicaron que "las fechas de esta charla no congeniaban con las actividades programadas por el equipo interdisciplinario de eventos, organizados desde hace meses, con permisos aprobados y espacios solicitados por la comunidad viñamarina y organizaciones de carácter privado".

Añadieron a esto que, como municipio, están "haciendo un riguroso trabajo para devolver las culturas a la comuna, para generar instancias positivas para el desarrollo progresivo de las personas que viven en Viña del Mar y los turistas que nos visitan, esa será siempre nuestra primera prioridad. Con todo, el trabajo realizado debe ser en un marco serio, profesional y ajustado a derecho, estándar que dicha organización no pudo alcanzar para trabajar junto a esta administración".

Pese a que fue consultado, el municipio no quiso pronunciarse específicamente sobre la acusación de antisemitismo.

"Lo más importante es que el municipio se pronuncie públicamente, que diga si esto es verdad. Y si lo es, a nosotros nos parece de extrema gravedad".

Gerardo Gorodischer, Pdte. Comunidad Judía en Chile

"Es una vergüenza para la Municipalidad de Viña del Mar, y lo lamento mucho. Es un síntoma de la pequeñez y de la mezquindad que estamos viviendo".

Adriana Valdés, Directora Academia, Chilena de la Lengua

"

Viña sin Puerto y sin Ideas

Osvaldo Urrutia Diputado Distrito 7
E-mail Compartir

Después de leer las declaraciones del gerente del Festival Puerto de Ideas, en relación a que el municipio viñamarino se negó a recibir una actividad del certamen en la ciudad por "ser financiado por la embajada de Israel", según lo señalado por una colaboradora de la alcaldesa Ripamonti, no puedo más que manifestar mi perplejidad por tal actitud que avergüenza a Viña del Mar, una ciudad tolerante, inclusiva y libre pensadora desde su fundación.

El autodenominado "municipio de cuidados" no ha tenido ningún tapujo en ofender gratuitamente a un pueblo, el israelita, que forma parte de nuestra ciudad desde tiempos inmemoriales, que tanto bien le ha hecho y a cuya vida se han incorporado miles de sus integrantes contribuyendo con la mejor disposición en diferentes actividades sociales, económicas, profesionales y culturales como buenos viñamarinos que son.

Las autoridades locales no deberían prestarse para importar y agrandar conflictos foráneos que ocurren a miles de kilómetros de distancia; muy por el contrario, deben ser capaces de contribuir al entendimiento, acogiendo a todos los habitantes de la ciudad sin efectuar estas odiosas discriminaciones.

Palestinos e israelitas han tenido siempre en Viña del Mar su casa, un lugar donde vivir en paz y desarrollarse, como también un campo fértil para contribuir a la educación, el arte, la cultura y la fe. Qué lástima que la alcaldesa y su "cuidadoso" equipo no sean capaces de entenderlo así. Muy por el contrario, esta torpe conducta solo tiende a exacerbar posiciones.

Espero que sean capaces de recapacitar, dejar sus prejuicios personales y pongan su atención en cuidar a la ciudad y sus habitantes, ya que su actitud reciente es propia de una ideología totalitaria e intolerante con otras expresiones que no son de su cercanía.