Obstáculos en el retorno a clases
El Ministerio de Educación reafirmó su idea de que los niños y jóvenes vuelvan a clases obligatorias a partir de marzo del próximo año. "Es difícil de entender los argumentos del Magisterio cuando todos los expertos coinciden en que la formación escolar debe ser la última en cerrar y la primera en abrir cuando ocurren emergencias como la pandemia por covid-19".
En una actitud que cuesta entender a estas alturas de la pandemia, el presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz Marchant, expuso una serie de reparos al retorno obligatorio a clases a partir de marzo del próximo año, como lo decretó el Ministerio de Educación. La resistencia del líder del Magisterio es menos prístina si se escuchan sus argumentos, que pueden resumirse a la siguiente idea: el Mineduc comete el error de anticiparse demasiado a una situación epidemiológica que no conocemos.
La tesis planteada por Díaz Marchant tiene varios ripios, entre ellos olvidar que la planificación de largo plazo y las certezas sobre el funcionamiento son dos ejes fundamentales en el trabajo del mundo educativo. Después de dos años marcados por la incertidumbre, las comunidades agradecen tener con meses de anticipación una claridad sobre el norte que plantea el ministerio, cuyo esfuerzo en la normalización de las clases va en línea con lo planteado por casi todos los expertos: los colegios deben ser los últimos en cerrar y los primeros en reabrir.
Los reparos de Carlos Díaz, además, palidecen ante los datos entregados por el ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien de visita a la Escuela Básica La Laguna, de Puchuncaví, aseguró que un 99% de los establecimientos a nivel nacional ya están en actividades presenciales.
De hecho, en la Región de Valparaíso ese porcentaje es incluso un poco mayor, lo que demuestra que el sistema educativo está en condiciones de funcionar con actividades presenciales, en la medida que se sigan los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud, esto es el uso de mascarilla, distancia social y lavado de manos permanente. "No podemos llegar a tres años sin darle continuidad al proceso educativo, y de hecho, el aviso -que se dio con tiempo- de que el próximo año las clases serán presenciales de manera total, fue muy bien recibido por todas las comunidades educativas. La única excepción, diría, fue el presidente del Colegio de Profesores, que la verdad es que ha sido un obstáculo permanente; por lo tanto, su opinión en esto no nos llama la atención", explicó Figueroa cuando expuso sus argumentos en Puchuncaví.
De forma implícita, este disenso en el mundo educativo entre dirigentes del Colegio de Profesores y el ministerio provocará los principales problemas en el plan de retorno a las clases obligatorias. La paradoja es justamente que los dos entes que deben tener el diálogo más directo y estrecho para garantizar un regreso seguro de los estudiantes a la presencialidad se caracterizan por mandarse recados a través de los medios de comunicación y obstaculizarse mutuamente en el logro de sus objetivos. Ambos tienen ahora cuatro meses para superar esas diferencias y establecer las condiciones adecuadas para que los niños y jóvenes no pierdan un día más de su formación.