La irrupción de las municipalidades en el mercado de algunos artículos esenciales ha sido bien acogida y resulta beneficiosa para la población. Inicialmente se incursionó en el rubro de los medicamentos, aliviando así en parte los presupuestos familiares fuertemente afectados por el costo de esos productos. Ese mercado específico, además, había caído en prácticas monopólicas que dañaban directamente a las personas.

La operación municipal, no obstante, se ha visto empañada por la petición judicial de quiebra de una red de esas farmacias, la Asociación Chilena de Farmacias Populares, debido a deudas por $1.292 millones por la compra de mascarillas, guantes y termómetros utilizados en la campaña contra el covid-19.

También las municipalidades incursionan en el mercado de las ópticas, con ventajas para el consumidor.

Con estas pruebas, en lo general con resultados positivos, se busca ahora operar en el mercado del gas licuado, esencial y de alto consumo en la población y objeto reciente de acusaciones de colusión entre los distribuidores privados. La idea ha sido favorablemente acogida por Edmundo Piraino, gerente de Enap Refinería Aconcagua, en una reunión con 18 alcaldes de la Región de Valparaíso.

"Si agregamos mayor competencia o generamos un beneficio para los chilenos y chilenas, siempre Enap estará dispuesta a apoyar, porque somos una empresa de energía", afirmó el ejecutivo en ese encuentro.

Esta postura fue refrendada ayer por la estatal, que anunció el inicio de estudios para ver la posibilidad de instalar plantas de envasado de gas licuado a lo largo del país, lo que implicará dimensionar, entre otros factores, "cuál podría ser la eventual demanda que pudiera existir de Gas Licuado de Petróleo (GLP)".

Actualmente, Enap tiene sistemas de envasado en San Fernando y Linares, pero si el Estado dispone establecer otros en diversas partes del país, "no tenemos dificultad en hacerlo", afirmó Piraino tras la reunión sostenida el 22 de noviembre con los alcaldes.

Así, las puertas están abiertas y se podría avanzar a un nuevo sistema de distribución del esencial producto. El objetivo de este nuevo canal de ventas es abaratar el costo final que paga el consumidor, lo que requiere de una gestión eficiente. Paralelamente, hay una exigencia esencial de seguridad en toda la línea de operación.

El paso siguiente es avanzar en una planificación que considere esos aspectos -gestión y seguridad- tarea en la cual se deben recoger las experiencias existentes de acuerdo a la normativa vigente. A la vez, hay que insistir ante Enap en la importancia de los sistemas regionales de llenado del producto, que son la base del abastecimiento de las eventuales distribuidoras municipales.

Es posible, además, aplicando las reglas del mercado, muchas veces olvidadas o manipuladas, que finalmente se logre una mayor transparencia y competencia en la venta del producto al público con la llegada un nuevo actor como serían las municipalidades.

Recientemente, varias empresas de base científico-tecnológica de la Región de Valparaíso se han destacado, marcando pauta en renombrados concursos nacionales de innovación y emprendimiento, tales como Avonni y StartUp Ciencia. StartUp Ciencia entregará financiamiento a cuatro emprendimientos regionales y Avonni reconoce a otros dos. Este fenómeno no es trivial, es una razón poderosa para sentirnos orgullosos del talento regional. Estas iniciativas son emprendimientos de alta complejidad, que se distinguen por desarrollar innovación competitiva y de calidad internacional.

Desde herramientas de inteligencia artificial con fines diagnósticos en el área médica hasta el desarrollo de nanomateriales o empresas de tecnologías de la información, estas empresas abren, a través de la investigación y la ciencia, grandes oportunidades para nuestro país.

Para conocerlas mejor desarrollamos un revelador catastro que abarcó a más de 70 empresas de este tipo, las cuales se orientan principalmente al área informática y al desarrollo de la biotecnología. Además, logramos articular un trabajo colaborativo que ha permitido conectarlas con organismos de índole público y privado, tales como Asiva, CRCP, EIVA y Aduanas, entre otras instituciones, fortaleciendo el ecosistema.

Emprendimientos como estos son los que aportarán decisivamente en la visión de llevar a la Región de Valparaíso y al país a un próspero futuro. Mediante estas entidades altamente flexibles y veloces para adaptarse a los requerimientos de la industria, es posible incrementar el bienestar social, ya que desarrollan una oferta con una mirada internacional, diferenciada, con talento humano altamente especializado.

Su presencia hace posible navegar en los competitivos escenarios internacionales, dando un nuevo sello a los emprendimientos chilenos y situándonos en una posición de vanguardia en la industria tecnológica capaz de dar un giro a nuestra economía. Ante la importancia de esta misión país, y para facilitar su camino, estamos impulsando desde el año 2020 una fuerte agenda de trabajo que permita conocer a las empresas de base científico-tecnológica de la región, facilitar nexos de colaboración y generar lazos cada vez más estrechos con el mundo universitario.

En este último punto, la vinculación con universidades, creemos que existe una tremenda oportunidad para consolidar redes de colaboración, por ejemplo, cruzando programas de magíster y doctorado aplicados con empresas de base científico-tecnológica, generando sinergias y fomentando la inserción y resolución de problemáticas reales de la industria en el mundo académico. Es justamente esta visión la que esperamos sea promovida de manera activa, alineando las capacidades de un Valparaíso universitario, un puerto del conocimiento, que aspire a ser un polo tecnológico-emprendedor y se posicione como una inspiración y modelo para Sudamérica.