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POR MARIO SANTIAGO*

Aullido de cisne

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Visión en el sinaí

El vagabundo-ojos de iguana / pasó por aquí

& su sudor lo huelen todavía los vientos

los dioses-sangre de camello que habitan e iluminan

el corazón de estas montañas

***

Las tribus de pastores de Bersheva

aún extrañan el canto lleno de ecos de sus botas

el fogonazo de su piel / tan parecida a 1 reata de muelle

con los mismos vaivenes de 1 salivazo de arak

***

A la hora de los dátiles

los crepúsculos lentos / los fervorosos sorbos al jocoque

Agua noble le dicen en su dialecto los beduinos

& dibujan: 1 árbol con ropas colgando

1 casa con alas en la arena

***

El vagabundo-ojos de iguana / pasó por aquí

& parecía uno de esos rayos que escribían sin necesidad

de olivettis-letteras & sin lápices

palabras capaces de dar cuerda al músculo azul de los

patriarcas & sus pueblos

***

El vagabundo de lengua extrañísima

el cantador de cucurrucucús & ayayays

-al que seguían como a mancha de petróleo

los paracaidistas los radares israelíes-

***

El de las mejillas de cactus

el de los cigarros trepadores

el bebedor de escalofríos

el explorador de labios submarinos

el que se llevaba de Salaam Aleko

hasta con el seco vozarrón de las palmeras

***

El de la calaverita sonriente

grabada a punta de arañazos

en el hueso-vida perpetua de su mochila de viaje

***

Él / que besaba la rarísima llegada de las lluvias

& se abría como sólo la tierra pocas veces

& se abría / como si en ese momento todos

nos fuéramos a morir

Adolescencia bisiesta

Trabajaba entonces con cincel de kryptonita verde

/fino & dañino/

Como pocos dientes de coyote

Como pocas ¡pocas! bolsas marsupiales

***

Acariciaba mi bragueta adelante & detrás de las ventanas

Novias chinas: golpe de suerte

& estribillos de esa índole

Escalinatas de Metro: mis sonrisas

Toboganes de espuma: mis miradas

Compases de 1000 puntas / cada paso

Martillos sin 1 clavo pero lluvias muy muy lluvias

mis bolsillos

Poesía crecía en belleza

***

Dormir era 1 despertar / en sus alvéolos

Manotearse el pelo: rehiletear 1 ojo

escupir caminos para los que chingan más que salvan

los zapatos

¡Dinero gratis! ¡autopistas gratis!

¡Aventones para Monte Albán!

***

Me enamoraba de llamas

Conversaba con ciempiés

Grababa en piel de yunque el chismorreo monosílabo

que trompetean los semáforos

***

La ciudad me era tan labio / tan capullo / tan pezón

Jugaba con la doña a la pared & los orines

Hemoglobina no bajaba de ocurrente

Respirar me era tan Mark Twain / tan William Burroughs

...Burra cargada de...

***

Botella con mecha interna & hacia afuera

El desierto ¡por fin! derrotado por la voz

Mi pata de mambo: puro calcio

poniéndole semillas a la tierra

cascabeles a los botes

-disecando las baterías del adefesio--

***

Electrificando el espacio de los bailes

única & solamente con giros populares

Muy muy muy acompañado recalentado invadido de mí.

Correspondencia infra

El mar toca nuestros cuerpos

para sentir su cuerpo

Lo mismo en Manzanillo pedregoso

que en Neviot / isla de corales del desierto

***

Nosotros devolvemos su sonrisa de sal

dibujando nuestros nombres & apetencias

en el caparazón de los cangrejos

que parecen buscar viejas patas de palo devoradas

por la arena

***

El mar se para de cabeza

& nos canta / en el idioma más desnudo & afín

a nuestro tacto

Port Vendrés Ville ruge como atún encolerizado

en nuestros ojos

Bernard prende 1 de sus aretes verde flúor en la cabellera

alfilereada de 1 erizo

***

Los demás pescadores del Saint Joan / Fetiche II

desde sus camarones se sinceran a su modo

con éste también su mar que los filma fijamente

Ahí donde ellos se aflojan su nervioso pantalón

& sus labios no dejan de ulular

cuando ven hasta las anginas del Peñón de Gibraltar

moviéndose como dados o peces plateados

en la sombra de sus vasos de ron.

Saltapatrás y salucita

En el baldío : corazón al cuerpo:

Bajo 1 higuera azulada de oros

2 teporochos se confiesan

***

Lo que sólo es posible arrancándose los güevos & los ojos

El techo de sus cuitas & esperanzas

es 1 cielo-cabellera de mujer que se derrama

***

No los vislumbró la Shake-esphere

Jamás topó a esos búhos el crepuscular Petronio

Cimbraban casi quizás la misma esquina

Sorbían jiba semejante del torrente

***

¿Se habrán hecho bizco & despreciado?

La fruta ya caída no se enrama de vuelta

al solo silbido sanguíneo del delirio

Esta llama de ahora

***

Este hueco en que caben la hamaca de la luna & la soledad

hecha pedazos

Vivirá trepado en su propio lomo para siempre

Hasta el día en que se acabe el murmullo de los grillos

& el filo de otro canto nos embriague & acompañe.


El Samurái DE LOS LIBROS

* Nacido en Mixcoac, Ciudad de México (1953), bajo el nombre José Alfredo Zendejas Pineda, adoptó el de Mario Santiago y fundó junto al chileno Roberto Bolaño el movimiento infrarrealista. Definido como un "poeta peruano nacido en México", puede hallársele bajo el nombre de Ulises Lima en la novela Los detectives salvajes del propio Bolaño. Murió atropellado en 1988.

Título: "Aullido de cisne" (1996).

Autor: Mario Santiago Papasquiaro.

Editorial: Al este del paraíso.