La Copa Libertadores volvió al estadio Sausalito con una sinfonía oro y cielo
FÚTBOL. Everton goleó por 3-0 a Monagas y quedó con la primera opción de avanzar de fase.
"Paqui" Meneghini lo había adelantado en la previa del encuentro: Everton quería ganar por un margen lo más amplio posible a Monagas en el inicio de la serie por la fase 2 de Copa Libertadores de América ante los venezolanos.
Y su equipo lo logró desplegando un fútbol ofensivo, vistoso, rápido y efectivo.
Desde el primer minuto el cuadro oro y cielo salió decidido a marcar una diferencia considerable ante un oponente que durante muchos minutos parecía descolocado en la cancha viñamarina, sin saber qué hacer para detener el vendaval que se le venía encima cada vez que los locales iniciaban una nueva carga.
No le pesaron a Everton los trece años fuera de la Copa Libertadores, porque anoche en Sausalito mostró una jerarquía y un oficio incontrarrestables para el once de Maturín.
Línea por línea los auriazules sacaron ventaja. En defensa estuvieron casi siempre atentos y rápidos; en mediocampo el juego fluyó rápido, inteligente y atildado; y en ataque, el tridente que el técnico envió al campo brilló con luz propia.
Recién se jugaban tres minutos cuando comenzó a funcionar la sociedad de los argentinos arriba: Di Yorio cedió para Sosa, "Chuco" centró y Cuevas no alcanzó a llegar por centímetros para embocar el primero.
La reacción venezolana apareció sesenta segundos después con un disparo alto de González, la única llegada de Monagas en el primer tiempo.
Después de eso, comenzó el espectáculo oro y cielo.
El centrodelantero evertoniano estuvo cerca de anotar a los 5', pero se lo impidió el vertical. Tuvo su revancha pronto, cuando lo habilitó el capitán, en el área se sacó a su marcador y definió cruzando el balón.
Después del golazo del lungo atacante, Sosa no podía ser menos: con un potente disparo desde fuera del área marcó el segundo.
El cuadro venezolano nunca pudo recuperarse y parecía un equipo de otra categoría, por cierto inferior a su rival.
Antes del final de la primera fracción, Di Yorio, "Chuco" y Echeverría pudieron alargar las cifras. Nadie en Sausalito se hubiera sorprendido si los cuarenta y cinco minutos iniciales terminaban con una goleada.
Tampoco fue extraño que los dirigidos por Meneghini entraran prendidos en el complemento, en busca de una diferencia de gol que prácticamente asegurara su paso a la siguiente fase de la Copa.
Con un juego asociado y apelando a la gran jornada de sus agentes ofensivos, Everton dio el golpe de gracia apenas reiniciado el juego.
Sosa habilitó a Ibacache por la izquierda y el quillotano envió su mejor centro de la noche para encontrar bien ubicado a Di Yorio, que con un cabezazo marcó el tercero.
Con el resultado asegurado, el equipo viñamarino bajó en intensidad y comenzó a darle descanso a sus figuras, pensando en el desgaste que se viene en los próximos días, con un partido el viernes ante La Calera en el Nicolás Chahuán y la revancha frente a Monagas en Maturín, el martes próximo.
Pese a ello, Cuevas en dos oportunidades y Berríos en una, estuvieron a punto de marcar el cuarto gol, mientras Fernando de Paul era casi uno más de los ocho mil espectadores que asistieron anoche a deleitarse con la sinfonía oro y cielo.
1 de marzo se juega la revancha entre Everton y Monagas en el estadio Monumental de Maturín.
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