Robos y precarias instalaciones denuncian en colegios del SLEP
EDUCACIÓN. De los 65 establecimientos controlados por el órgano estatal, distribuidos en Valparaíso y Juan Fernández, un 10% aplazará la vuelta a clases.
A las 9.15 horas empezó la ceremonia de inicio del año escolar 2022 para los establecimientos públicos porteños, en el Liceo Matilde Brandau de Ross. A la convocatoria acudieron Alejandra Grebe, directora nacional de Educación Pública; Manuel Pérez, director ejecutivo del mismo organismo, y la seremi de Educación, Patricia Colarte, así como miembros de la comunidad educativa. El acto funcionó como antesala de una inspección que el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) llevaría a cabo en un colegio vandalizado del cerro Placeres.
Grebe aprovechó la ceremonia para referirse al trabajo de la educación pública, enfocado en las clases presenciales, destacando las oportunidades sociales que estas aportan al estudiantado. "Es clave lograr un clima positivo y de confianza para luego poder desarrollar los aprendizajes", declaró la autoridad, y concluyó felicitando al personal educativo y a los estudiantes que en la pandemia "hicieron tanto con tan poco", destacando que esos aprendizajes deben permearse en la forma actual de educar.
Por su parte, Manuel Pérez se refirió a que los 66 establecimientos del SLEP están incorporándose "con normalidad, con entusiasmo y con muy buena asistencia" a las clases presenciales, a excepción de algunos que resultaron siniestrados durante las últimas semanas del verano, y que sufrieron el aplazamiento de su regreso.
VANDALISMO en escuelas
La escuela Ciudad de Berlín, en el cerro Los Placeres, es una de estas escuelas afectadas. Apoderados de Rodelillo, Recreo y Nueva Esperanza suman alrededor de 240 niños y niñas matriculados que no podrán volver a las instalaciones hasta el 14 de marzo. Haciendo forados y rompiendo tabiques entraron desconocidos, generando daños que alcanzan los 38 millones de pesos, entre material de aseo y de prevención del covid, computadores y elementos de cocina, además de la tubería completa de cobre, lo que dejó sin agua al lugar.
Fue su director, Francisco Madrid, quien encontró el recinto en tales condiciones, con el portón lateral abierto y destruido y el piso de las salas bañados en chips de madera y orina. Una cuadrilla de apoderados y la única auxiliar del aseo, Susana Catalán, dijo que el acto, "más que un robo, fue una maldad".
Los alumnos tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones, que incluirá dividirse en bloques, utilizar módulos ambulatorios y asistir en media jornada. Además, su alimentación, puesta en riesgo por el daño en las cocinas, será suministrada por la Junaeb, que se comprometió a entregar sándwiches y jugos, como medida paliativa.
Las demandas del colegio al SLEP son concretas: aumentar la seguridad del lugar y el personal de aseo. El organismo barajó la posibilidad de aplicar un trato directo por $4 millones para zanjar los daños más urgentes, pero se estima que las reparaciones totales tarden, incluso, hasta cuatro años.
OTROS recintoS DAÑADOS
En la comuna de Valparaíso, los colegios que forman parte del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) son 66; de ellos, 54 son liceos, escuelas y colegios y 11 son jardines infantiles. Cinco han sufrido daños, además del Ciudad de Berlín, entre ellos el Liceo Bicentenario, Liceo 1, y la Escuela Juan Wackez Mourfin.
Pero los siniestros son apenas una fracción de los desafíos a superar por el SLEP este año, como dejó en claro la Escuela Eleuterio Ramírez, que inauguró en paralelo el año escolar con una asamblea de la comunidad educativa, donde se expusieron conflictos de infraestructura y personal reducido.
La profesora Carolina Catalán explicó que el colegio tiene problemas de agua, luz y gas. La primera, cortada hasta que reparen la fuga de las cañerías; la segunda necesita regulación en su amperaje propio de una casa particular; y en el tercer caso, faltan artículos en la cocina y la certificación SEC.
En términos de personal, los asuntos críticos rodean el asunto de la higienización, limpiada hasta ahora por directivos, profesores y estudiantes. Sin contar los reemplazos docentes.
"Tenemos dos cursos que partirían el lunes sin profesor a cargo", relata la profesora Catalán, "si ya están los antecedentes del año pasado, no queremos que pase de nuevo".
Oficio municipal
Respecto del inicio de clases, el Concejo Municipal remitió un oficio al SLEP en el que manifestaba "preocupación por que no se tomen todas las medidas necesarias frente al tema del covid"; y que el uso de uniforme escolar debería ser flexible, considerando el peso de "la carestía de la vida" sobre los porteños y porteñas.
Sobre ello, Manuel Pérez declaró que, a excepción de las escuelas vandalizadas, todos están listos para enfrentar la pandemia. Y que en lo que a la vestimenta obligatoria se refiere, "desde hace varios años el uniforme no es obligatorio", ya que formaría parte de una conducta discriminatoria.
"Es clave lograr un clima positivo y de confianza para luego poder desarrollar los aprendizajes".
Alejandra Grebe, Directora nacional de Educación Pública
"Si ya están los antecedentes del año pasado, no queremos que pase de nuevo".
Carolina Catalán, Profesora Escuela, Eleuterio Ramírez
38 millones de pesos, aproximadamente, le costará al SLEP restaurar los daños de la Escuela Berlín.