Wimbledon, el torneo más elitista de todos, el más tradicional y exclusivo, es también el más unilateral. Así acusó la ATP cuando luego de conocerse ayer la decisión del certamen británico de apartar a los tenistas rusos y bielorrusos de la disputa del tercer Grand Slam de la temporada como represalia por la guerra iniciada hace 57 días por Moscú en Ucrania.

Wimbledon tomó la iniciativa sin tener en cuenta la opinión de la ATP y apoyado, únicamente, en el Gobierno británico y en la federación británica (LTA, por sus siglas en inglés). Esta última tampoco preguntó a la ATP ni a la WTA a la hora de secundar la decisión de Wimbledon, provocando un quiebre inédito en el deporte blanco.

Nottingham, Birmingham, Queen's y Eastbourne, torneos organizados en conjunto por la ATP y la LTA, no contarán con tenistas rusos ni bielorrusos.

Será la primera vez que Wimbledon prohíba la participación de tenistas por su nacionalidad en este conflicto, como ya hizo tras la Segunda Guerra Mundial.

La ATP criticó por "discriminatoria" e "injusta" y que viola el acuerdo que la asociación tiene con Wimbledon. Ahora, la organización se reunirá para decidir los siguientes pasos.

Rusia, por su parte, calificó de "inadmisible" la exclusión de sus tenistas de Wimbledon, que arranca el próximo 27 de junio, en castigo por su "operación militar especial" en Ucrania.

"Es inadmisible convertir una vez más a los deportistas en rehenes de intrigas y prejuicios políticos, de acciones hostiles hacia nuestro país", dijo el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.

Los vetados

Wimbledon borró de su cuadro a cuatro top 30 en el cuadro masculino, con un potencial ganador como Daniil Medvedev, Andrey Rublev, número ocho del mundo, y Karen Khachanov y Aslan Karatsev.

Tampoco podrán estar en Londres Anastasia Pavluychenkova, Daria Kasatkina ni las bielorrusas Aryna Sabalenka, cuarta raqueta del ranking y semifinalista el año pasado, ni Victoria Azarenka, ex número uno y ganadora de dos Grand Slams.

La exclusión sí alegra a los tenistas ucranianos, que ayer lanzaron un movimiento para que los rusos y bielorrusos tomen partido respecto al conflicto.

A diferencia de Londres, la presencia de los tenistas rusos y bielorrusos no peligra para el próximo Masters de Roma, aunque el Gobierno italiano aseguró que estará "siempre al lado de los atletas ucranianos" y que afrontará la situación "de la mejor manera posible".

El domingo, a las 12.30 horas, se jugará el partido entre Universidad Católica y Colo Colo, válido por la undécima fecha del Campeonato Nacional, y desde la UC esperan que sea un punto de inflexión en su temporada.

Así lo manifestó Alfonso Parot, quien en conferencia de prensa señaló que "es un partido difícil (...) Tenemos que dar nuestro mejor esfuerzo, esto se saca adelante con trabajo, responsabilidad y en eso estamos".

"Somos conscientes que tenemos muchas cosas por mejorar y esperamos que este partido sea el puntapié inicial", dijo el lateral cruzado, quien también se refirió a la salida de Cristián Paulucci del cargo de entrenador y de la llegada de Rodrigo Valenzuela como interino.

"(Paulucci) venía con nosotros muchos años, así que verlo partir nos dio un poco de pena, más allá de lo profesional es algo humano", afirmó, agregando que a Valenzuela "lo veo bien, está con ganas de revertir esta situación y hacerlo lo mejor posible".

Parot, por último, se refirió a los rumores que hablan de la vuelta de Gary Medel a la UC a mediados de año. "Siempre está la esperanza y las ganas de todo el pueblo cruzado de que vuelva en algún minuto", aseguró el defensor.

Bajas clave y nuevo juez

Tanto la UC como Colo Colo tendrán ausencias clave para el clásico del domingo. En el actual tetracampeón del fútbol chileno no podrán estar los lesionados Nehuén Paz y Germán Lanaro, ni el suspendido Diego Valencia.

En el Cacique, en tanto, será baja Gabriel Costa, quien fue expulsado en el último duelo de los albos. Por otro lado, ayer se confirmó que José Cabero arbitrará en San Carlos de Apoquindo en lugar de Julio Bascuñán.

El mal momento de Universidad de Chile fue abordado ayer por Michael Clarke, el presidente de Azul Azul, quien respaldó al entrenador Santiago Escobar, defendió el armado del plantel y adelantó que llegarán refuerzos.

El presente de la "U" es, a lo menos, decepcionante. Luego de 10 partidos disputados, los azules marchan en el undécimo puesto del Campeonato Nacional, con 11 puntos. Este sábado enfrentarán a Audax Italiano, en una nueva prueba de fuego para Escobar y sus dirigidos.

Durante la presentación de un nuevo auspiciador para la rama femenina del club, Clarke señaló que "para nadie es una sorpresa que nosotros armamos un plantel que puede dar más", dando a entender que los jugadores también tienen responsabilidad.

"Armamos un plantel, no somos infalibles, hay cosas que se pueden mejorar. Se abre una ventana, vamos a mejorar el equipo, estamos viendo cuáles posiciones tenemos que cubrir, los nombres a traer y poner más al plantel. Estamos contentos, pero hay áreas que debemos mejorar", admitió.

Sobre el propio Escobar, el presidente de Azul Azul le entregó su respaldo en medio de los rumores que ya instalan a nuevos entrenadores en el banco de la U. "Santiago es el técnico hoy de la 'U'. Nuestro rol es facilitar su trabajo y hacer todo para que le vaya lo mejor posible. En esto hay que ser serio, el técnico de la U es Santiago pero tenemos que hacer que trabaje lo más tranquilo posible", aseguró.

Clarke, por último, defendió también la labor del director deportivo del club, Luis Roggiero. "Trabaja 24 horas al día para que al club le vaya lo mejor posible y es el primer autocrítico", señaló.

Pasajes a talca

Volviendo al partido del sábado con Audax, ayer se confirmó que los itálicos harán de local en el estadio fiscal de Talca, sin entradas para el público de la U.

El partido, a jugarse desde las 17.30, se iba a disputar en principio en Rancagua, pero el delegado presidencial de la región de O'Higgins descartó esa opción.