"José Pérez nos reunió en la mitad de la cancha y nos dijo que disfrutáramos el partido, que aprendiéramos del rival, que jugáramos como siempre, pero con cuidado, para que nadie terminara lesionado". Así recuerda Manuel Canelo, sesenta años después, las palabras de su entrenador en los instantes previos al amistoso que disputó Santiago Wanderers con la selección de Brasil en el estadio de la Compañía Chilena de Tabacos.

Seis días antes de debutar en la Copa del Mundo de 1962, el Sractch utilizó al cuadro porteño como sparring, pues ya habían compartido un par de entrenamientos en días anteriores. El once que dirigía Aymoré Moreira llegaba a nuestro país con la Copa Jules Rimet bajo el brazo, gracias a su triunfo en Suecia 1958.

Los verdeamarillos, que terminaron titulándose campeones nuevamente, se plantaron ese día 24 de mayo en la cancha del Barrio O'Higgins de Valparaíso con un equipo plagado de estrellas, comandado por Pelé.

Cuatro mil personas repletaron el recinto para ver en directo a los astros brasileños.

Canelo, con 20 años, fue titular en Wanderers aquel día y tuvo la difícil misión de marcar a Garrincha, el puntero del dribbling endemoniado.

"Uno lo miraba y no se daba ni cuenta cuando ya había pasado, llegaba hasta el arco con sus fintas", dice el defensa caturro, seis décadas después, desde su hogar en la capital.

El partido contra los campeones del mundo, dirigido por el juez brasileño Joao Eitzel Filho, no partió bien para la oncena verde. A los tres minutos Vavá ponía en ventaja a Brasil, tras un pase de Pelé, con un remate cruzado a media altura.

Cuando todavía los locales no se recuperaban del primer gol, llegó la segunda estocada: esta vez fue "O Rey" quien batió a Juan Olivares a los 8', luego de eludir a tres rivales.

Todo parecía vertiginoso a esa altura, porque sesenta segundos después el puntero izquierdo wanderino Carlos Hoffmann conseguía descontar en el marcador.

En una entrevista con El Mercurio de Valparaíso hace doce años, el fallecido delantero, oriundo del cerro Ramaditas, relataba su anotación: "Un compañero entró por la derecha y me centró a mí, que venía por la izquierda, así que no tuve más que echarla adentro".

El "Colorado" también entregó su juicio sobre el mejor rival al que enfrentó en su vida. "A los que lo comparan, yo les diría que Maradona era un cincuenta por ciento de lo que fue Pelé como jugador. Una vez de las tantas que me tocó enfrentarlo, salté con él a cabecear y cuando yo ya estaba en el suelo, Pelé se sujetaba del aire para seguir arriba", dijo.

Una vez concluido el primer tiempo, Brasil hizo unos minutos de fútbol entre suplentes y titulares, para luego retomar el duelo. Los wanderinos lograron el empate definitivo gracias a una anotación del puntero playanchino Eugenio Méndez.

"Pastelito" recordó así su experiencia en una nota publicada por El Mercurio de Valparaíso en 2010: "Me tocó marcar el empate y lo que más recuerdo era lo impresionante que resultaba para nosotros enfrentar a todas esas figuras, imagínate que en delantera tenían a Garrincha, Didí, Vavá, Pelé y Zagallo. ¡Puras estrellas!".

Esa tarde en el Barrio O'Higgins, Canelo no se aguantó y le pidió una fotografía a "O Rey", que aún mantiene en su hogar.

"Estaba en la cancha y le dije a Pelé, 'oye, saquémonos una foto para el recuerdo'. Me dijo altiro que sí, nos dimos un abrazo y me preguntó mi nombre. Me parece que esa misma foto la tenían en la sede del Wanderers", relata el exdefensa.

Más allá de lo futbolístico, el campeón con Los Panzers recuerda la gran cantidad de gente que llegó hasta el estadio de la Compañía Chilena de Tabacos para presenciar el amistoso. "Había público hasta en el borde del campo, lo que no estaba permitido", dice.

"Fue bonito, fue algo precioso que siempre llevo en mi corazón, estaba joven en esa época y para mí Pelé era lo máximo, siempre me acordaré de eso", rememora.

Sobre lo que pasó en la cancha, el otrora lateral derecho wanderino dice que intentó detener a Garrincha, pero también le tocó encontrarse con el 10 del Scratch.

"Pelé siempre se cargaba para el lado, desde el costado comenzaba a urdir las jugadas. Marcarlo era muy difícil, se movía por todas partes, era muy inteligente para jugar, muy rápido además", señala.

El 30 de mayo, el mismo equipo que igualó con Santiago Wanderers comenzó su participación en la Copa del Mundo de 1962 con un triunfo por 2-0 ante México en el estadio Sausalito. El único partido que no ganó el Scratch fue ante Checoslovaquia (0-0), por la fase de grupos.

Tres semanas después de empatar con el Decano, Brasil conseguía el segundo título de su historia en un Mundial.

"Me tocó marcar el empate y lo que más recuerdo era lo impresionante que resultaba para nosotros enfrentar a todas esas figuras".

Eugenio "Pastelito" Méndez, Expuntero de Wanderers

"Estaba en la cancha y le dije a Pelé, 'oye, saquémonos una foto para el recuerdo'. Me dijo altiro que sí".

Manuel Canelo, Exdefensa de Wanderers

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