Pos Cuenta Pública: ministro de Transportes condicionó otra vez proyecto de tren rápido
POLÍTICA. Analistas comentan los nuevos "peros" que la autoridad de Gobierno le puso al proyecto ferroviario comprometido por el Mandatario en su discurso del miércoles. Junto con ello, desmenuzaron el resto del mensaje presidencial.
Luego de que el Presidente Gabriel Boric reafirmara en la Cuenta Pública su compromiso con el tren rápido entre Valparaíso y Santiago, el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, aparece en los medios dándole incertidumbre a la factibilidad del proyecto, argumentando que si "por alguna razón nada tiene rentabilidad social, entonces no se puede hacer".
Al respecto, en un tuit, el analista político Axel Callís criticó que "si el ministro de Transportes ya dice que para hacer el tren Stgo-Valpo se requiere rentabilidad social o si no no se hace, es difícil construir relato con ese gabinete. (...) Presidente Boric tiene un gabinete donde flaquean varias posiciones".
A juicio del académico de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza, "la disonancia tiene que ver con las dos almas que conviven en el Gobierno, que se mueven entre el sentido transformador del Frente Amplio y un alma más centrista". Considera que "tenemos que acostumbrarnos a esto de la fragmentación y que los gobiernos no tengan una única voz".
Eso sí, desde su perspectiva, "los ministros deben recordar que estamos en un sistema presidencial y que hay que acatar lo que diga el Mandatario, más allá de las opiniones que tengan".
Por su parte, la profesora de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica, Julieta Suárez, cree que "lo que está haciendo el ministro es hablar de las condiciones de posibilidad del proyecto". De ahí que nota en su declaración "su perfil más académico y menos político".
También sostiene que esto "tiene que ver con algunas dudas que quedaron de la Cuenta Pública en cuanto a su implementación, por ejemplo, cuáles son las expectativas de crecimiento para poder financiar algunos de esos proyectos". "Esas son condiciones de posibilidad, igual que lo que plantea el ministro acerca del tren rápido", reflexiona Suárez.
De luces y sombras
Entrando al contenido de la Cuenta Pública, y como académico en ciencia política de la UDP, Rodrigo Espinoza considera que, en general, el discurso fue de luces y sombras. "Fue de luces porque el Presidente intentó ordenar las filas de su propia coalición de Gobierno, en un contexto donde hubo evidentes errores de coordinación y de comunicación; de la mano con la reafirmación del compromiso de llevar adelante el programa de cambios y derechos sociales".
Como debilidad, Espinoza echó de menos una mención a las prioridades presupuestarias para el próximo año, considerando la gran cantidad de anuncios realizados por el presidente. A partir del segundo semestre tendrá lugar la negociación del presupuesto de la nación para el 2023 y, hasta ahora, planteó el analista, "no queda claro en cuál de los cinco ejes de la Cuenta Pública el Gobierno pondrá sus fichas".
Aun así, mencionó que el programa de Gobierno va amarrado a una gran iniciativa, como es la reforma tributaria, que es el proyecto estrella y prioritario".
LA MÚSICA sí IMPORTÓ
Comparándola con cuentas públicas anteriores, la profesora de Ciencia Política de la PUC, Julieta Suárez, consideró que la música y el tono jugaron un rol más preponderante que la letra y el contenido específico del mensaje. Vio dos elementos a considerar: uno es cómo Gabriel Boric tuvo momentos de autocrítica que, quizás, no eran tan esperables en una primera Cuenta Pública; junto con indicios de conciliación, hablándole al Congreso y reconociéndolo como una importante condición de posibilidad para su programa, en un contexto de elevada fragmentación parlamentaria.
"En un contexto así, el Gobierno no tiene capacidad para plantear su agenda, por lo que debe saber negociar particularmente ahora y, más aún, si no se ratifica la nueva Constitución", agrega. En ese contexto, destacó que "la música y un tono conciliador en algunos aspectos y en otros temas, la firmeza sin caer en la beligerancia".
Mensajes de conciliación
Esa conciliación de la que habla Suárez la halló enfocada hacia algunos sectores de la centroderecha, específicamente a los que tienen preocupación por el crecimiento económico y la seguridad. Por ejemplo, encontró que la "agenda en materia de medioambiente no fue tan de izquierda, en el sentido de transición total a energías limpias".
Al contrario, le dio la impresión de que "muchos de los anuncios fueron para tratar de equilibrar esta visión de que para el Gobierno el crecimiento es algo que sigue siendo imprescindible y que en la economía chilena esto se relaciona con procesos más bien extractivistas".
Ese balance, cree, lo aleja de la agenda más dura de las nuevas izquierdas anticrecimiento y que creen únicamente en energías renovables.
"no le habló a su tribu"
En una línea parecida, al analista Cristóbal Bellolio distinguió, "sin ser Boric lover, entre el análisis frívolo, superfluo y torpe de algunos sectores de la oposición, a uno más profundo que se pregunte si acaso Boric transmitió un mensaje, logró recuperar la agenda o hacer un punto de inflexión en este gobierno que parece que va en caída".
De la Cuenta Pública, Bellolio se queda con el hecho de que "Boric sí estuvo a la altura de lo que se espera del Presidente de todos los chilenos, en el sentido de que no le habló solamente a su tribu, sobre todo cuando él mismo pertenece a un grupo- que es el Frente Amplio- que tiende a creer que la historia empezó con ellos".
"Me parece bien que reconociera que la historia no empezó con ellos y que hubo un importante trabajo de gobiernos anteriores. (…) Es destacable que haya reconocido que las críticas al manejo de la pandemia en el gobierno de Piñera fueron mezquinas", subrayó.
"El ministro habló de las condiciones de posibilidad del proyecto, (…) ahí aparece su perfil más académico y menos político".
Julieta Suárez, Docente y politóloga PUC
"Los ministros deben recordar que estamos en un sistema presidencial y que hay que acatar lo que diga el Mandatario".
Rodrigo Espinoza, Ciencias Políticas UDP
"Si hubiera gente que le dijera que sí a los políticos, los resultados, en la práctica, no serían ni muy buenos ni muy eficientes".
Cristóbal Bellolio, Analista
150 millones de pasajeros de tren comprometió el Presidente Gabriel Boric pensando en 2026.