Los mellizos Plaza se reencuentran esta tarde con distintas camisetas
FÚTBOL. Formados en la cantera wanderina, los hermanos de Casablanca jugarán por primera vez en contra. Diego milita hoy en San Felipe y llega hoy a Playa Ancha, donde Matías defiende al Decano.
Diego y Matías Plaza tenían once años cuando llegaron a probarse en Santiago Wanderers. Los mellizos de Casablanca hicieron todas las cadetes en el Decano. Durante una década defendieron la camiseta del club del que se declaran hinchas.
Sin embargo, el fútbol los separó: hoy Diego Plaza defiende a Unión San Felipe, mientras que su hermano sigue en Valparaíso tras un paso por Deportes Iquique en 2021.
Esta tarde volverán a encontrarse en una cancha, pero por primera vez en sus vidas vestirán distintos colores. Desde las 18.00 horas sus equipos chocan en Playa Ancha y ambos esperan sumar minutos en el Elías Figueroa Brander.
"Ni como compañeros alcanzamos a jugar, así que como rivales es más especial todavía. Nosotros tenemos una relación muy cercana y hubiera sido muy lindo jugar en el mismo equipo, porque tenemos una conexión especial", reflexiona el wanderino.
Su hermano reafirma esas palabras, confesando que han conversado en la semana y hay ansiedad por el choque de esta tarde.
"Es la primera vez que nos pasa algo como esto. Ni en el barrio habíamos jugado en contra y lo que va a pasar en Playa Ancha seguro no se nos olvidará nunca. En todos lados jugamos juntos, primero en Casablanca, después en Wanderers, jamás jugamos en contra y cuando él se fue a Iquique tampoco nos tocó enfrentarnos. Va a estar toda nuestra familia esperando si es que nos toca jugar", señala Diego Plaza.
La especial conexión de los mellizos se origina por su nacimiento, pero también por la experiencia que han pasado junto al fútbol. Ambos hicieron juntos el camino para ser jugadores profesionales y saben de los esfuerzos de cada cual para alcanzar sus metas.
El mediocampista caturro confiesa que "toda nuestra vida estuvimos ligados al club, imagínate, llevamos diez años en Wanderers. A mí me tocó irme a Iquique el año pasado y fue la primera vez que nos separamos. Fueron diez años entrenando todos los días juntos, viajando desde Casablanca todos los días juntos a Valparaíso y a Mantagua…tenemos muchas historias.".
Un abrazo y un asado
Pese a que se emocionan al proyectar su encuentro, a los hermanos no se les olvida la competitividad y se atreven a confesar que hay una apuesta de por medio para este duelo en Valparaíso.
"Yo creo que va a caer un asadito por parte del que pierda este partido, pero nada más. No hemos hablado mucho esta semana, porque no nos queremos dar información del rival" señala Matías Plaza. Su mellizo ratifica el compromiso: "Hay una apuesta pendiente, porque nació desde que se pospuso este partido, está vigente desde hace harto rato. El que pierde paga un asadito con los amigos".
El otro juramento que hicieron los casablanquinos es darse un abrazo al entrar a la cancha en Playa Ancha.
"Nos prometimos que entrando a la cancha teníamos que darnos un abrazo, eso va sí o sí. Ya después del abrazo, hay que entrar con todo. Ya no vamos a abrazarnos, tengo que caerle igual no más", dice el caturro.
Como si se hubieran puesto de acuerdo, el volante sanfelipeño ratifica el compromiso del abrazo y ratifica que tras el saludo no habrá confraternidad.
Entre risas, el albirrojo señala que "después del abrazo nos olvidamos que somos hermanos hasta las ocho, cuando termine el partido. Creo que yo soy más enojón para jugar, seguro voy a estar más atento y al límite".
La unión de los mellizos es tal que incluso utilizan el mismo número en su camiseta. Matías explica las razones: "ambos ocupamos el 28, Diego debutó con ese dorsal, después se fue a San Felipe y lo mantuvo, yo volví a Wanderers desde Iquique y lo pedí".
El parecido obvio entre ambos provocó más de una anécdota en las inferiores. Y Moisés Villarroel fue uno de los más complicados cuando le tocó dirigirlos. "El profe 'Villa' nos confundía harto, nos gritaba '¡Diego, Matías, cualquiera de los dos, el que sea, que venga no más!'. Ahora vamos a estar con camisetas distintas, así que espero que no nos confundan", dice con humor el wanderino.
Diego Plaza recuerda por su parte que los jueces también sufrían: "Cuando a Matías le mostraban tarjeta amarilla, después yo pegaba una patada y el árbitro me decía 'ten cuidado, que ya estás amonestado', hasta que me aburrí y le dije a uno 'mire bien, si yo no soy el que tiene amarilla'. Se reía no más el árbitro después".
Sobre lo que ocurrirá hoy en la cancha, el mediocampista de los porteños señala que "el partido con San Felipe será difícil, porque ellos tienen muy claro a lo que juegan, nos pueden complicar en ciertos aspectos, pero si hacemos lo que hicimos en el segundo tiempo frente a Iquique, podemos lograr una diferencia. Ya vimos videos, vimos cómo lo podemos hacer".
Al frente, su hermano asegura que el técnico Jonathan Orellana les dijo que "salgamos a hacer el fútbol que sabemos hacer, lo que nos tiene ahí en la parte alta de la tabla. La idea es seguir haciendo nuestro trabajo, jugar como sabemos".
Y sobre la presencia de Jaime Valdés en el encuentro, ambos saben que puede ser gravitante. "Para mí siempre se hará fácil jugar con futbolistas de la calidad de él, al final uno les pasa la pelota y vuelve siempre limpia, sabe manejar los tiempos, sabe cuándo acelerar", reflexiona Matías, mientras que su mellizo avisa que "seguramente vamos a tener los resguardos necesarios para evitar que nos haga daño".
"El partido con San Felipe será difícil, porque ellos tienen muy claro a lo que juegan, nos pueden complicar".
Matías Plaza, Volante de Wanderers
"Este partido es muy especial, primero por mi hermano y después por enfrentar al equipo del que soy hincha".
Diego Plaza, Volante de Unión San Felipe
14 puntos separan a porteños y albirrojos. Mientras el Decano suma 15 unidades, los sanfelipeños tienen 29.
18.00 horas está fijado el partido aplazado entre Santiago Wanderers y Unión San Felipe en Playa Ancha.
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