Cómo andará de poco prolijo y lento el departamento de Comunicaciones de la Municipalidad de Viña del Mar desde que asumió el boy scout, que la propia pobre alcaldesa Macarena Ripamonti fue quien debió retuitear la información de otras cuentas y hacer sus propios live por redes sociales sobre sus intervenciones en el último encuentro de líderes de las Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) en Danjeon, Corea del Sur.

Si bien no nos vamos a pisar la manguera entre bomberos, no costaba nada armarle comunicados de prensa, set fotográficos y hasta unos videítos para difundir algo no menor, como fue la participación de la joven jefa comunal en una de las instancias más renovadas y progresistas del planeta.

Pero como parece que nadie en Viña se enorgullece de su jefa y andan más preocupados de no exponerla para pasar piola (de hecho, creo que el Enjoy de Viña queda más cerca que Danjeon y así y todo no la dejaron ir el último viernes a la comida de la Cámara Regional de Comercio), es que voluntariamente me ofrezco para redactar y difundir en la Ciudad Jardín las actividades de la doña.

"La ética de los cuidados nos permite enriquecer la perspectiva de los derechos humanos con conceptos como la comunidad o el espacio público", fue una de sus frases destacadas en Corea del Sur y visibilizadas por la organización.

En el evento, Ripamonti también aprovechó de revelar parte de lo que le dejó su antecesora, Virginia Reginato, junto a su jefa de gabinete, María Angélica Maldonado, la "Manam", a la cual todos le pedían favores y que hoy nadie dice conocer.

"Me encontré con una situación de finanzas desastrosa. No tenemos impuestos locales, crear empresas ni tener #deuda (...) Solución: vendemos chatarra de la ciudad para proveer servicios básicos, #PPP, nuevos socios", aseveró Macarena Carolina de forma algo críptica, pero igual descifrable.

Alcaldesa de Viña del Mar, nos comparte que hacen un esfuerzo gigante para que todxs puedan comprender: "Las mujeres trabajamos desde los afectos, los cuidados y es importante integrarlo en nuestras organizaciones", destacó también la organización del evento.

"Si hacemos el esfuerzo significativo que se requiere por parte de toda la comunidad internacional, yo que tengo 30 años ahora podría estar viva al momento de alcanzar sociedades de paridad", aventuró, sin mucho optimismo, la joven licenciada en Ciencias Jurídicas en el Caucus feminista.

Igual no debe ser fácil ver los avances, escuchar distintas voces y aceptar lo lejos que estamos como ciudad de lo que proponen, por ejemplo, los surcoreanos con su hermosa Danjeon, cuna de uno de los parques más lindos del planeta, construido donde antes había una gigantesca playa de estacionamientos de una expo pasada.

¿Cómo habrá sido su regreso a Viña del Mar? Ya me los imagino. Seguro que entre el boy scout y las integrantes del "Arca de Noé" le dijeron que todo andaba del uno, que el caso de zoofilia en Achupallas estuvo claramente sacado de contexto por La Estrella de Valparaíso, que el plan de copamiento marcha de lo más bien, que la recepción de los funcionarios y la comunidad al pololo de la Camila Brito ha sido fuera de serie, y que los exfiscales Gajardo y Norambuena llegan a sacar chispas de tanto que trabajan revisando la basura de la administración anterior. También que Janna Sakalha no ha venido a retirar los compact discs de Sandro que dejó en su oficina, que la economía se ha reactivado de lo lindo (de hecho, la fritanguería móvil de Arlegui con Ecuador y la venta de ropa usada afuera del Fricke han sido un éxito), la vivienda ha tenido un espectacular auge con la instalación de decenas de inmigrantes -carritos de supermercado incluidos- debajo de los puentes, que el municipio ya no llega tarde a las tomas (en rigor, ahora ni va), y que para el Festival hay mucha expectación por ese ejemplo para la juventud que es Polimá WestCoast, el mismo al cual le fuera cursado un sumario sanitario por hacer en Reñaca un recital a cara descubierta en plena pandemia.

Para finalizar, un saludo de ánimo y respeto a mis colegas periodistas del municipio. A los que trabajan y son un ejemplo de profesionalismo, me refiero. A los de siempre. No al boy scout campeón de las licencias por estrés, bueno para mandar recaditos quinceañeros sin salir de su oficina, ni a sus ágrafos colaboradores. Ya vendrán tiempos mejores, queridos.

Más sola

que Macarena

Ripamonti

Uno de los grandes temas de la criminología moderna no es el vínculo entre delincuencia y migración, sino entre esta última y el crimen organizado transnacional. En efecto, la tasa de criminalidad de los extranjeros que delinquen en un país suele ser relativamente baja en relación con el porcentaje total de la población de migrantes. En el caso de Chile, diversos estudios realizados en los últimos años por universidades, centros de pensamiento y ONG ratifican esta conclusión de manera consistente.

El problema no es cuántos extranjeros delinquen, sino la gravedad de los delitos que cometen migrantes que pertenecen a bandas de crimen organizado transnacional, y las políticas públicas que los Estados deben diseñar y ejecutar conforme con las directrices y recomendaciones de la Convención de Palermo del año 2000.

Estas organizaciones criminales son idiosincráticas, pero también universales, tanto como puede serlo la naturaleza humana. Sus integrantes cometen delitos similares en diferentes partes del mundo: asesinatos, extorsiones, secuestros, tráfico de armas, drogas y migrantes, lavado de activos, trata de personas, corrupción, terrorismo, etc.

Lo anterior explica por qué países tan distantes y disímiles culturalmente como Chile y Suecia, aunque con una trayectoria política y económica similar en las últimas décadas, se vean enfrentados al mismo dilema: ¿qué hacer con el crimen organizado transnacional? ¿A qué se debe el aumento exponencial de la tasa de homicidios y secuestros? ¿Hasta qué punto las políticas migratorias alientan a que estas bandas extiendan sus tentáculos en nuestros territorios? La respuesta a estas preguntas no es sencilla, pero aquí esbozaremos algunas ideas generales.

Para empezar, es preciso identificar correctamente las causas del aumento del crimen organizado en Chile, puesto que las políticas públicas dependen de un diagnóstico certero.

En este sentido, tenemos una deuda en materia de inteligencia civil y militar. Si bien la Agencia Nacional de Inteligencia propende, por obvias razones, a la opacidad en torno a la recopilación de datos e información clasificada, su funcionamiento en los últimos años ha sido deficiente, a la luz de los diversos conflictos sociales desde el 18-0 y la crisis de seguridad en las llamadas macrozonas sur y norte. Es necesario un rediseño de las políticas de inteligencia y una actualización de la legislación sobre la materia.

En segundo lugar, deberían revisarse los criterios de aplicación de la Ley de Migración y Extranjería, para los efectos de detectar y sancionar el ingreso al país de personas que formen parte de estas organizaciones criminales. También se deben reforzar los planes y programas sociales para desincentivar que los jóvenes se vean tentados a adoptar el modo de vida de estas pandillas. Finalmente, no hay sociedad sin integración: un imperativo pendiente.