"El riesgo tiene que ver con cuánta gente tenemos expuesta, y el peor escenario se lo lleva la Región"
El geofísico nacido en La Calera Cristian Farías, doctorado en esa disciplina científica en la Universidad de Bonn, Alemania, y actualmente director del Departamento de Obras Civiles y Geología de la Universidad Católica de Temuco, es autor del libro "Volcanes y terremotos", cuya primera edición ya ha vendido una gran cantidad de ejemplares en el país y está próxima a agotarse.
Se trata de una voz autorizada para referirse a los riesgos del megaterremoto que se espera para esta zona del país, tema en el que se explayó en un hilo en su cuenta de Twitter, advirtiendo que la Región de Valparaíso es una de las más proclives a sufrir efectos catastróficos, dada la gran cantidad de gente que vive en zonas inundables.
"Estos antecedentes son terriblemente viejos, están hace mucho rato dando vueltas, lo que pasa es que cada cierto tiempo parece que se nos olvida y los volvemos a sacar a la luz. La historia parte en 1730 cuando Valparaíso, y en realidad todo el centro de Chile, tuvo un tremendo terremoto que generó un tsunami muy grande, que de hecho en Valparaíso inundó todo lo que actualmente es el barrio Almendral", detalló Farías.
Dicho terremoto, precisó, "fue de magnitud 9.1 a 9.3 más o menos, según lo que se ha estimado más recientemente, y resulta que ese es el último gran megaterremoto que ha ocurrido en la zona central de Chile. De ahí en adelante las placas se han vuelto a bloquear, porque lo que hacen las placas es tratar de moverse una respecto a la otra, pero como se enganchan, se bloquean y empiezan a acumular tensión, y mientras va pasando el tiempo acumulan cada vez más tensión".
"grandes pero no tanto"
A medida que fue pasando el tiempo, agregó, "empezamos a tener distintos terremotos más pequeños, como el de 1822, el de 1906 y el de 1985, que son terremotos grandes pero no tanto, o sea, uno de magnitud 8.2 como el de 1906 es 32 veces más chico que el terremoto de 1730. Entonces mientras se va liberando esa tensión de a poquito con esos terremotos, siempre va quedando un remanente, y ese es el problema al que nos enfrentamos hoy en día, donde la parte norte de la zona de 1730 también ha ido liberando en el siglo 19, en el siglo 20, en el 2015 también, pero siempre va quedando un poco".
- ¿A qué se expone la costa de la Región de Valparaíso?
- Hay potenciales de tsunami, uno podría ser tranquilamente un sismo de magnitud 8.3, 8.4 que tenga un tsunami, eso puede pasar, las placas están suficientemente bloqueadas para ello. También puede darse, en algún momento del futuro, que la zona que se desbloquee sea un poco más grande, y por ejemplo, agarre la parte más del norte, donde está Illapel, Coquimbo, que también ha venido acumulando tensión desde 1730 y no ha liberado todo lo que tiene, y ahí podría haber un terremoto de magnitud 8.7, 8.8 tranquilamente. O ya, si es que sigue pasando el tiempo y no se genera un gran terremoto, eventualmente podemos volver a tener un terremoto muy parecido al de 1730, magnitud 9.1, 9.2, que ya es mucho más fuerte. Esos son más o menos los escenarios a los cuales está sometida la costa de la Región de Valparaíso, y el problema más grande es que las zonas que están más bloqueadas y que se podrían desbloquear son zonas donde está el fondo marino, entonces podría haber tsunamis asociados a estos terremotos y eso puede ser muy complicado.
- ¿La zona más propensa del país a un megaterremoto sería entonces esta región?
- Es que depende de cómo se conciba, las amenazas son parecidas, terremotos de magnitud 8.4 o más grandes todavía, que pueden pegarle a la zona norte de Chile, a la Región de Valparaíso, o también a la Región de Atacama. El riesgo es distinto, el riesgo tiene que ver con cuánta gente tenemos expuesta a esto, cuántas construcciones están en la zona de inundación de tsunami, cuánta gente vive en esa zona, cuan vulnerable es la zona. Y ciertamente, el peor escenario en ese sentido se lo lleva la Quinta Región, con ciudades como Viña del Mar, donde una buena parte de la Población Vergara está en zona de inundación de tsunami; donde Valparaíso en la zona del Almendral se inunda, y ya se ha inundado antes también, y esos son escenarios que tenemos que enfrentar porque no es como que no vayan a pasar simplemente. No sabemos cuándo, pero es una amenaza que tenemos ahí. Y claro, como Valparaíso tiene una buena parte del poder de exportaciones de Chile, entonces resulta ser que también es muy importante que Valparaíso pueda mantenerse, porque si el puerto debe cerrarse por los efectos del tsunami va a haber problemas económicos más o menos fuertes. Entonces hay mucho que hacer, y por eso siento que Valparaíso, Viña del Mar, Concón, lo tienen mucho más complicado que otras zonas costeras que no tienen una población tan grande.
- Y hablando del puerto, ¿un proyecto como el Terminal 2, que emplazaría cientos de contenedores frente al centro de la ciudad, aumentaría el riesgo?
- Claro, eso es más complejo todavía, y tú tocas un punto que es tremendo: cómo el desarrollo económico de una zona se hace sin tomar en cuenta el riesgo al cual la somete. Lo lógico sería que se pudiera ir descomprimiendo Valparaíso, en el sentido de que se pudieran potenciar puertos en otros lugares, para que cuando pase algo no involucre un montón de containers que puedan ser arrastrados por el agua y llegar al plan de Valparaíso, porque eso mata gente, destruye automóviles, es complejo, y el problema ahí está netamente en nuestras decisiones, en cómo nos hemos ido desarrollando.
- ¿Qué medidas se pueden tomar para evitar que el desastre sea mayor en las ciudades?
- Primero hay que pensar en que la infraestructura crítica funcione, hay que pensar en que haya buenas vías de evacuación, y en eso Viña del Mar lo tiene complicado porque hay zonas donde simplemente no puedes huir, y ahí la evacuación vertical es súper importante. Pero también es súper importante pensar en que el desarrollo de las zonas esté mirando al riesgo, que entienda que se desarrolla en una zona complicada y que, por lo tanto, hay que hacer algunas cosas como por ejemplo, mover el Terminal 2 hacia otro lado en donde no pongas en peligro a todo el mundo que está ahí. Esas cosas son importantes, pero son discusiones que tienen que darse con la comunidad, por ejemplo, cómo implementar la evacuación vertical en los colegios. Otro tema son los campamentos, en Viña y Valparaíso hay muchos que están en quebradas, y es justamente en esas quebradas donde se generan derrumbes cuando hay grandes terremotos.
- ¿Los últimos grandes terremotos en esta zona no han aliviado la tensión en las placas entonces, tiene que haber un megaterremoto con epicentro acá para que eso ocurra?
- El del 2010 liberó tensión desde Pichilemu al sur, no en la Región de Valparaíso. Pero por otro lado también, un terremoto de magnitud 9 es 32 veces más grande que uno de magnitud 8, y cuando ocurre el de magnitud 8 igual las placas se vuelven a reacomodar y vuelven a acumular tensión, entonces a la larga tienen que ocurrir muchos de magnitud 8 para que pueda irse liberando de a poco, y eso no ha pasado y nunca pasa en realidad, mientras que el 9 puede ocurrir pero es como un animal distinto. A eso es lo que nos enfrentamos en Chile y tenemos que aprender a desarrollarnos mirando este riesgo de frente, si no, nos va a ir mal, por más que nuestros edificios no se caigan, porque eso, afortunadamente, lo tenemos cubierto.
"Si es que sigue pasando el tiempo y no se genera un gran terremoto, podemos volver a tener uno parecido al de 1730, magnitud 9.1, 9.2".
"Que cuando pase algo no involucre un montón de containers que puedan ser arrastrados por el agua y llegar al plan de Valparaíso, porque eso mata gente".