Arabia Saudita arruina debut de Messi y Argentina: "El vestuario estaba muerto"
BATACAZO. La Albiceleste comenzó ganando, pero no pudo sostenerse y ante un rival inferior en el papel.
Una de las tardes más negras de los tiempos recientes del fútbol argentino acompañó la puesta en escena de la Albiceleste en Qatar 2022, sonrojada por Arabia Saudita para complicar el panorama mundialista.
El recorrido en la última oportunidad de Lionel Messi de salir con el trofeo bajo el brazo se oscureció y en cinco minutos, los que tardaron los árabes en remontar, se despojó de la ilusión.
Nadie pensaba que el invicto de 36 partidos sin perder del conjunto de Lionel Scaloni, al borde del récord de Italia, sin recibir gol alguno en los cinco últimos, se iba a terminar ante un equipo como Arabia, que obtuvo un triunfo histórico al punto de que su rey declaró feriado en el país para festejar hoy.
Fue un mal día para conmemorar la quinta presencia mundialista de la estrella argentina que elevó su cifra de goles a siete, pero que no fue suficiente para evitar el desastre de su selección en Lusail.
Tampoco fueron suficientes unos cuantos destellos en la primera parte para sacar adelante la puesta en escena en Qatar 2022.
Y eso que el compromiso del estreno era ideal para Argentina, una selección que arrastra una gran dependencia sobre su ídolo, Lionel Messi.
El once de Scaloni salió desbocado, intimidó a Arabia Saudita, un equipo menor, resignado al principio y despojado de la tensión en cuanto se vio con el marcador en contra, a los diez minutos, por un penal insospechado que detectó el VAR: un agarrón de Saud Abdulhamid sobre Leandro Paredes que había pasado desapercibido y que Messi transformó en gol.
Con el correr de los minutos, la selección asiática se afianzó un poco, enredó a la zaga sudamericana pero se desinflaba en los metros finales, donde carecía de soluciones. Mantuvo el estilo porque complicó al ataque argentino, una y otra vez, ahogado en el fuera de juego que el equipo de Hervé Renard tenía bien trabajado.
En ocho minutos la Albiceleste llevó a la red tres balones. Uno de Messi y dos de Lautaro Martínez; ilegales y detectados por el VAR que no contaron.
En un par de minutos
Pero después se agitó todo. El encuentro entró en ebullición. Arabia no había dado síntomas de peligro pero los dio después, en un abrir y cerrar de ojos. Primero, en un buen centro de Firas Al Buraikan sobre Saleh Al Shehri que superó a Romero y cruzó la pelota lejos de Emiliano Martínez. Seis minutos después, en un golazo de Salem Al Dawsrai, que en el borde del área dejó en evidencia a cuatro defensas y se inventó un tiro al ángulo que llegó a la red.
El giro de guión llevó a Scaloni a tomar medidas con cambios ofensivos, e incluso pudo empatar Nicolás Tagliafico en el 63', pero el portero Al-Owais estuvo sólido para tapar ese tiro y otros más, convirtiéndose en un muro y transformándose en una de las figuras del triunfo por 2-1 de Arabia Saudita sobre los trasandinos.
Messi, capitán de la selección argentina, reconoció que "el gol tan temprano nos hizo mal, nos confundió y sabíamos que en el primer partido podíamos no jugar como lo estábamos haciendo. A medida que pasaba el tiempo con el resultado en contra se hizo cada vez más difícil".
"El vestuario estaba muerto. Fue muy duro porque no esperábamos empezar de esta manera pero esto se saca con la unión, con la fortaleza de grupo y tenemos que estar más unidos que nunca", indicó la figura de la Albiceleste.
Por otro lado, el delantero Lautaro Martínez afirmó que "perdimos el partido por errores nuestros, más que nada en el segundo tiempo. Hay detalles que marcan la diferencia y debemos corregir".
El DT de Arabia Saudita, Renard, comentó que "se alinearon los astros hoy (ayer). Argentina sigue siendo un combinado fantástico con 36 encuentros seguidos sin perder, campeones de la Copa América con un jugador espectacular pero en el fútbol a veces pasan estas cosas inesperadas".