Maduro cancela participación en cumbre de Celac: denunció que había plan para agredirlo
ARGENTINA. El gobierno de Venezuela suspendió su viaje a Buenos Aires, en medio de una fuerte pugna por su visita. Incluso había una solicitud para detenerlo. Tanto Fernández como Lula respaldaron al líder chavista.
Luego de varios días de incertidumbre, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela informó ayer que el el presidente Nicolás Maduro no asistiría a la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, que se desarrollará hoy en Buenos Aires, Argentina, debido a un supuesto "plan de agresiones" contra su delegación, y acusó a la "derecha extremista" sudamericana por esta situación.
"En las últimas horas hemos sido informados de manera irrebatible de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de agresiones en contra de nuestra delegación encabezada por el presidente", sostuvo en un comunicado el Ejecutivo venezolano.
El mandatario tomó la "decisión responsable" de enviar al canciller, Yván Gil, como "jefe de delegación con las instrucciones de llevar la voz del pueblo de Venezuela" al foro.
Más temprano, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, había manifestado sus dudas sobre si se reuniría con su homólogo venezolano en la capital argentina. "No sé si vendrá Maduro", dijo Lula en Buenos Aires al ser consultado sobre una reunión que tenía con el líder chavista la tarde de ayer, que había sido cancelada. Según explicaron fuentes brasileñas en ese momento, el motivo fue que "hubo un cambio del plan de vuelo del presidente Maduro".
La presencia del gobernante venezolano, que nunca fue confirmada, había generado gran controversia y un amplio rechazo en Argentina, debido a las denuncias por violaciones a los derechos humanos en su país.
No solo dirigentes de la oposición solicitaron declararlo "persona no grata", sino que una de sus líderes, Patricia Bullrich, presidenta del partido Propuesta Republicana (del expresidente Mauricio Macri), tenía previsto denunciarlo ayer a la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA) para que fuera detenido por su supuesta participación en el "Cartel de los Soles".
Asimismo, el Foro Argentino para la Democracia en la Región lo denunció ante la Justicia argentina, junto a sus pares nicaragüense, Daniel Ortega, y cubano, Miguel Díaz-Canel, para que sean investigados por los "crímenes de lesa humanidad"; y venezolanos residentes en el país vecino solicitaron que la Justicia argentina lo llame a declarar "por crímenes de su Gobierno".
A su vez, se sumaron manifestaciones de la comunidad venezolana en Argentina frente al hotel Sheraton del barrio de Retiro, donde parte hoy la Cumbre.
Cabe señalar que el Departamento de Estado norteamericano mantiene vigente la recompensa ofrecida en 2020 por la captura de Maduro, quien es acusado por la Justicia estadounidense por cargos de narcoterrorismo: la cifra por ofrecer información que lleve a su arresto es de 15 millones de dólares.
La VII Cumbre de la Celac, que sí cuenta con la presencia del presidente cubano, reunirá hoy a representantes de 33 países.
Si bien no llegó a Buenos Aires, miles de chavistas se manifestaron ayer en 10 de los 23 estados de Venezuela contra las sanciones económicas internacionales que pesan sobre el país, especialmente las impuestas por EE.UU., y a favor del presidente Maduro, que participó en una marcha que se realizó en Caracas por el fin del movimiento opositor de Juan Guaidó (ver nota inferior).
A su vez, trabajadores de distintos gremios marchaban en todo el país, en una nueva jornada de protestas para exigir aumentos salariales.
Lula y Fernández
Ayer en Argentina las miradas se centraron en los mandatarios Alberto Fernández y su par brasileño, a quien recibió en la Casa Rosada en su primer viaje internacional.
En la instancia, ambos mandatarios defendieron la presencia Maduro y de Díaz-Canel en la Celac, e indicaron que la normalidad en esos países se solucionará con "diálogo" y no con bloqueos.
Lula agregó que tampoco se arreglará la situación "con amenazas de ocupación", u "ofensas personales", y criticó el papel del expresidente encargado venezolano, Juan Guaidó, y las "intervenciones e injerencias en el proceso venezolano".
Por su parte, el presidente argentino le dijo a Lula que no va a dejar que "ningún delirante" y "ningún fascista" ataque la democracia como ocurrió el pasado ocho de enero en Brasilia cuando miles de bolsonaristas destruyeron las sedes de los tres poderes del Estado.