"Yo diría que más que una Constitución de derecha, esta es una Constitución mal hecha"
La cocina de Andrés Zaldívar es amplia y luminosa. También famosa. Para muchos críticos de la negociación política, es el símbolo del "arreglín", del acuerdo bajo cuerdas o entre cuatro paredes, pero para este experimentado político no es más que la expresión más nítida de lo que significa hacer política.
A los 87 años, el expresidente del Senado e histórico militante de la Democracia Cristiana dice que le da risa cuando se hace la caricatura de su cocina, pero a la vez confiesa que, en realidad, de las muchas veces que hubo importantes reuniones en su casa de Vitacura, nunca hubo nada que se acordara entre comida y ollas, sino en la amplitud de su living, de su comedor o de la terraza que da al jardín y a la piscina.
Zaldívar fue candidato a consejero para el proceso constituyente en marcha, por lo que lo sigue con atención, incluso aportando desde su partido en una comisión que se formó para incorporar ideas desde la Falange.
Preocupación
- ¿Cómo ve el proceso que ya está en su etapa final?
- Ya llevamos tres años dándole vueltas y a lo mejor para llegar de nuevo a otro. No sabemos cuál va a ser el resultado y en el fondo hacen campañas presidenciales con el tema. Se transforma en un proceso electoral más que un proceso de construcción. Lo único positivo es que se bajó el quorum de reforma, se bajó a tres quintos, así que parece que el Parlamento tendrá más capacidad de movilidad, pero espero que haya un entendimiento en que tienen que buscar un texto, no someternos a que van a ganar 45 a 55, o rechazo, y vamos a estar dos años de nuevo con lo mismo.
- Asumo que lo está viendo con preocupación.
- Yo lo veo con preocupación, porque veo que los que están en este tema lo ven más como una cosa coyuntural, más como si fuera casi un programa de Gobierno, para uno y para otro. Anteriormente fue igual. Rechacé la anterior porque creía que no era buena. Segundo, porque se ponen normas que no son materia constitucional, que son políticas públicas que tienen que ser dejadas en democracia al libre juego de los resultados electorales que dan la mayoría o minoría en los Parlamentos. Hay cosas fundamentales, ni los derechos de propiedad ni el sistema político, ninguna de esas cosas puede hacerse así; en salud, educación, está la norma, se legisla. Pero uno no puede resolver el tema del aborto en la Constitución. Tiene que ser neutra, yo no puedo estar haciendo una Constitución para los luteranos o para los católicos o para la parte que no cree.
Aquí no hay una capacidad de buscar entendimiento. Se encierran, y yo creo que lo que ha hecho (José Antonio) Kast en las últimas declaraciones es un error muy grande, como diciendo "esto es mío". Si fuera republicano, me muestro abierto, flexible, pero ¿qué es lo que va a hacer esto?, va a provocar que el país se divida en dos frentes, todos contra Kast, y la derecha tironeada por Kast. Nunca estuvo para hacer esto y ahora dice "yo voy a aprobar y liderar, que vamos a ganar". Eso hace que mucha gente ponga en duda qué es lo que va a hacer, si va a votar a favor gente más moderada. El país necesita tranquilidad, si nos hemos dado un festín desde octubre del 2019 hasta esta fecha.
- ¿Qué le parece lo aprobado hasta ahora?
- Hay bastantes cosas que son de común acuerdo. Yo estaba muy de acuerdo con la Comisión Experta. Había cosas algunas que afinar, seguramente, pero creo que el trabajo que hicieron los expertos fue de mucha calidad y dio base como para que se hubiera buscado un acuerdo, sin desconocer la facultad que tenían los consejeros, por supuesto, que fueron elegidos para aprobar, rechazar o modificar la propuesta de los expertos. Que los republicanos y Chile Vamos hayan tenido una mayoría que les da la totalidad del manejo del poder, eso no conlleva a que en la Convención no se haya recurrido más a estar en base a la Comisión de Expertos. Ahora, voy a confiar hasta el último día en la Comisión Mixta, voy a esperar hasta el último minuto que puedan lograr ciertos acuerdos básicos, fundamentales para evitar la polarización, para que se produzca un convencimiento de que es una Constitución más o menos representativa de todas y todos. Siempre dijimos que queremos una Constitución para todas y todos, no para un determinado grupo.
Si logramos solucionar los problemas más difíciles, sería una gran cosa para este país. Pero si realmente sale una idea de una Constitución aprobada en forma confrontacional, entre la oposición y el gobierno, o los que representen una posición y otra posición, este país va a tener un plebiscito que va a ser no sólo constitucional, va a ser un plebiscito que va a poner en la palestra al gobierno contra la oposición. O sea, la campaña presidencial va a ser, lo queramos o no, la que va a presidir un poco el estado de ánimo de cada uno cuando vaya a votar. Eso hace pésimo, porque puede ser que se apruebe esto en el plebiscito por 55-45 o se pueda rechazar al revés. Si los políticos no son capaces de solucionar los problemas, con razón la gente empieza a pasarlos por arriba.
- ¿Cuáles son los puntos en que a su juicio hay que llegar a acuerdo?
- Primero, quedar claro que la definición sobre el tema mentiroso de la garantía del que está por nacer o el quién está por nacer. Bueno, vamos a la Real Academia de la Lengua, ¿no? Digámoslo con claridad. ¿Quién es quién? Todos estamos por proteger la vida, nadie está por matar a la gente. Ese tema hay que aclararlo. Que no se ponga en duda que lo que está ahí, o lo que se pretende aprobar, es para ponerle traba a las causas de aborto que hoy día son aceptables. Ni tampoco es posible que alguien pretenda establecer en la Constitución el aborto libre. Es una materia de ley y el país tendrá que verla en su tiempo largo en el Parlamento.
- Y para usted, ¿cuál es la mejor redacción en ese caso?
- Habría que buscar una redacción adecuada y dejar contada la historia de qué es la interpretación. Basta con una aclaración, incluso para la historia de la Reforma Constitucional.
Estado social
- ¿Qué otros temas hay que aclarar?
- El tema de los derechos en un Estado social y democrático, que está bastante aceptado, por el hecho de que se incorpora en el artículo primero, y creo que hay conciencia que se avanzó en ese sentido. Los otros temas en que hay que ser claros es en educación, salud y pensiones.
- La izquierda acusa que el proyecto, como está quedando, es un texto de derecha. ¿Coincide con eso?
- Yo te digo que más que de derecha, es hecha por la derecha, por gente que tiene pensamiento derecho. Ahora, creo que se ha visto que hay una diferencia entre unos y otros. Se ve mucho más al centro a una parte de Chile Vamos que la gente republicana. Pero también hay gente que está más cerca de los republicanos. Yo diría que más que una Constitución de derecha, esta es una Constitución mal hecha. Es una Constitución que va a tener una parición dificultosa y a lo mejor lo que nazca va a ser defectuoso, lo cual no quisiera ningún padre de una criatura. Aquí lo que hay que hacer es que el parto sea lo más normal posible y que nazca lo mejor que sea del producto de ese parto. Te diría que el gran error de los que pretenden imponer y exponer a una aprobación estrecha o un rechazo, es el de que no ceder en cosas que son perfectamente posibles hacer en la legislación pública que uno no puede hacer.
- ¿Le gustaba más el anteproyecto de los expertos?
- Es una Constitución en la que yo tenía mucha esperanza. Si se hubiera profundizado con los expertos hubiéramos tenido una mejor Constitución. Esta no es una Constitución para todos y tal como está siendo, es una que va a salir a representar a una mayoría y que no va a representar a una minoría importante. Porque el resultado va a ser estrecho para cualquier lado.
Gobierno encajonado
- ¿El Gobierno debería tener prescindencia absoluta o debería ser claro en determinado momento cuando llegue el momento de decir si está a favor o en contra?
- El Gobierno está encajonado. No puede tener una actitud activa, como la vez pasada, debe ser más prudente. Pero el efecto político respecto al Gobierno se va a producir de todas maneras pase lo que pase. Si pierde el plebiscito y no hay Constitución, sería derrotado por el ala más extrema de la derecha; y si gana, tampoco va a ser positivo para él.
- Oiga, es bonita su cocina, ¿le falta "cocina" a la política?
- La política se hace, por algo que se llama "Parlamento". No para parlotear, sino para conversar, para intercambiar ideas. La política es la esencia misma de la negociación. ¿Dónde voy yo? Aquí en Chile hay muchos que hablan en contra de la cocina y cocinan todos los días. Lo que están haciendo ahora en el Consejo es una conversación y muy bien hecha. Hay en ese sentido una cocina permanente tratando de llegar a tener el mejor plato, y lo mismo sucede en el Parlamento, permanentemente. Y entre el Gobierno y el Parlamento. Si a mí me dicen "cocinen", les digo "cocinen, pero con transparencia". Lo único que les recomiendo es que las negociaciones no se hacen en la plaza pública, porque en el momento en que tú empiezas a hacerlo, hay gente interesada en tirarte piedras para que no resulte.
"Lo que ha hecho Kast en las últimas declaraciones es un error muy grande, como diciendo "esto es mío". Si fuera republicano, me muestro abierto, flexible".
"El Gobierno está encajonado. No puede tener una actitud activa, como la vez pasada, debe ser más prudente".