Un apoyo político transversal ha logrado la lógica inquietud de los alcaldes de las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví, permanentemente castigadas por la contaminación, al punto de ser declaradas zonas saturadas latentes por material particulado.
La inquietud de los jefes comunales es justificada, ya que se encuentra pendiente el Plan de Descontaminación, aprobado por el Gobierno anterior, pero paralizado por la Contraloría, pues, afirma ese organismo, "no se ajusta a derecho".
El plan deberá ser reformulado de acuerdo a las observaciones del organismo contralor, tarea urgente que será planteada a Marcela Cubillos, nueva titular de Medio Ambiente, por las autoridades de las comunas afectadas.
La posición de los jefes comunales es apoyada por parlamentarios regionales, acogiendo así una realidad que se arrastra en el tiempo y que exige rápida atención, pues la contaminación, pese a medidas aplicadas en el área, es latente y está vinculada a la operación de 20 industria que, de un modo o de otro, generan el problema.
La zona más afectada corresponde a Quintero y Puchuncaví, donde hay daño a flora y fauna, marina y terrestre, y también a las personas.
La situación de Concón, no siendo tan grave, inquieta al alcalde Óscar Sumonte, pues se intenta sumar a la antigua refinería una termoeléctrica que eventualmente podría tener efectos negativos, considerando además el importante crecimiento poblacional de esa comuna y sus actividades, esencialmente turismo.
En este escenario que cubre tres comunas y un amplio territorio, la puesta en marcha de un plan de descontaminación que se mantenga en el tiempo es fundamental para erradicar el material particulado y también para avanzar paralelamente en compensaciones por el daño ya causado, daño en algunos casos irreparable cuando ha tocado la vida humana.
Un punto que inquieta a Concón refiere al campo dunar, santuario de la naturaleza que exige un plan de manejo para su preservación frenando así el deterioro que acusa en la actualidad.
En lo inmediato, como lo piden autoridades comunales y parlamentarios, hay que reactivar el Plan de Descontaminación, acogiendo las observaciones de la Contraloría.
Sin embargo, el tema no se agota en la reactivación de un instrumento puntual, es necesario, como lo plantea la diputada Camila Flores (RN), un trabajo integrado que incluya a las autoridades comunales, regionales y de nivel nacional, tarea que se proyecte en el tiempo.
Y esa tarea supone asumir que llegarán al área nuevos emprendimientos en turismo, vivienda o industria que, en diversa escala, impactarán en el medioambiente, pero que con normas claras, de anticipación, pueden ser minimizados.