Katherine Escalona M.

En un documento de 122 páginas, la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) dio respuesta a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) respecto del proceso sancionatorio que sigue la entidad en contra de la estatal por la contaminación de gases volátiles ocurrida entre el 21 y el 26 de agosto pasado, que afectó a la población de las comunas de Quintero y Puchuncaví.

En el escrito Enap Refinerías S.A. (ERSA) da cuenta de una serie de argumentos para fundamentar que no son responsables de las emanaciones que han provocado síntomas de intoxicación en la población. Uno de ellos es la participación de Gasmar en la emanación de gases volátiles en la zona, que sustentan por un estudio de compuestos orgánicos.

Los abogados representantes de la empresa -José Ilharreborde, Pedro Echeverría y José Pedro Scagliotti- manifiestan en las primeras páginas que existe inconsistencia en la formulación de cargos de la SMA porque, a su parecer, existe "falta de precisión" en la formulación de cargos que se fundamentaría en la presencia de olores molestos, algo que, según la estatal, "no se puede concluir" o aún no se define.

Ante esto, Enap en su escrito agrega que "los antecedentes utilizados por la SMA son, a lo menos, deficientes" y bajo este precepto la empresa menciona en el escrito a la empresa Gasmar, que también tiene cargos por parte de la SMA, pero no por eventos contaminantes.

Enap, en el proceso sancionatorio de la SMA, da a conocer que en el informe del académico Francisco Cereceda, emanado al Ministerio de Medio Ambiente y denominado "Monitoreo de gases atmosféricos para intentar establecer el origen de los eventos de malos olores en la zona industrial del valle de Puchuncaví", realizado en diciembre del año pasado, entrega un dato importante para el proceso.

Esto, porque en el informe de Cereceda se da a conocer que "existen antecedentes para asociar las concentraciones de COVs (compuesto orgánico volátil) observadas en Quintero con la actividad industrial de Gasmar".

En el escrito explican que en la página 70 de dicho informe se concluye que el análisis de viento y concentraciones de VOCs (compuesto orgánico volátil) realizado en la planta de Gasmar "permitió establecer como fuente importante de estos VOCs aquellas emisiones asociadas a su planta de odorificación de gas. (...) El análisis factorial realizado permitió observar la concentración (...) observada en Quintero con aquellas observadas en Gasmar, indicando que su origen, muy probablemente, podría ser común. Esto implicaría que Quintero se encontraría afectado, muy probablemente, por las emisiones de VOCs provenientes de Gasmar".

A raíz de esta situación, la estata, cuestiona las bitácoras de esta empresa, que fueron presentadas en el proceso de crisis ambiental y que dan cuenta de la presencia de malos olores en la zona industrial. Esto, por ser consideradas que "carecen de solidez y seriedad alguna para contribuir a la presunción que ha dado origen a la atribución de responsabilidad en contra de ERSA", precisa el escrito.

Sin embargo, bajo el mismo proceso que lleva adelante la SMA, en la Resolución Exenta N° 1193, dice el documento, la Superintendencia "intenta defender la validez de las bitácoras de Gasmar como un antecedente que pueda justificar la dictación de la medida provisional que se impuso".

En la resolución la SMA no valida el informe realizado por Cereceda por ser elaborado antes del primer episodio de contaminación del 21 de agosto e informa que la situación de olores también fue cerciorada por la SMA y la Seremi de Salud, que validan el proceso. Además, desde la SMA aseguraron que los malos olores fueron percibidos por "buena parte de los habitantes de Quintero, lo cual lo habría terminado transformándose en un hecho público y notorio".

Estos puntos fueron refutados por Enap, que consideró que la situación de los olores son "percepciones" y "presunciones" más que un hecho comprobado científicamente. En definitiva, afirman, "carece de sustento técnico" para responsabilizar a la estatal de los eventos contaminantes ocurridos el 21 y 23 de agosto pasado.

Asimismo, en el documento dan a conocer que a la fecha, incluso, no se tiene información de cuál sería el contaminante que afecta a las personas de ambas comunas y por eso habría "falta de precisión" en la acusación contra Enap.

Es más, el informe precisa que "el 24 de agosto el sistema de tratamientos de Riles del Terminal Marítimo de Enap se encuentra totalmente paralizado por determinación de la SMA, sistema señalado como el causante de los eventos de intoxicación verificados el 21 y 23 de agosto".

Subrayan que "sin embargo, encontrándose dicho sistema paralizado desde el 25 de agosto del 2018, se han reportado más de 750 nuevos casos de intoxicaciones en la zona con posterioridad a la fecha de paralización, con lo que más del 70% de los casos de intoxicaciones reportados a la fecha se han producido con posterioridad a la paralización del sistema de tratamiento de Riles, demostrando que las instalaciones de ERSA (Enap Refinerías S.A.) no son las causantes de los efectos de contaminación en Quintero y Puchuncaví".

A este antecedente suman el informe que el Colegio Médico ingresó a la Corte de Apelaciones de Valparaíso y que es parte de un recurso de protección. Acotan que el Colegio Médico da cuenta que los síntomas presentados el 4 de septiembre cuando los alumnos volvían a clases luego de una suspensión y alerta amarilla, eran los mismos a los hechos del 21 y 23 de agosto. No obstante, postula la empresa, en esta ocasión tenían los estanques cerrados a petición de la SMA.

Por estos motivos, concluye Enap en su informe, "no es comprensible que en un plazo de dos semanas, esa misma autoridad haya podido reunir toda la información necesaria para hacer una imputación de la magnitud y gravedad como la realiza en contra de nuestra representada".

Otro de los puntos en cuestión en el descargo de Enap fue la percepción de olores. Referente a este tema, la estatal refutó lo sostenido en relación a que "no existe una caracterización de los olores percibidos por la autoridad (SMA)", de acuerdo a "una metodología específica, salvo una referencia genérica de la Seremi de Salud en cuanto a que se trataría de olores asimilables a hidrocarburos".

En consecuencia, afirmaron que "dichas percepciones carecen de cualquier objetividad y no pueden ser utilizadas para presumir la responsabilidad de nuestra representada sobre el brote sanitario".

Frente a este escenario, la estatal reconoce que en el territorio hay "una falta de monitoreo (...) de hidrocarburos" y que no es menor la situación dada a conocer en la Comisión Investigadora Quintero-Puchuncaví, de la Cámara, donde -consigna el documento-, se señala la situación de la estación de monitoreo de GNL Quintero donde "descubrimos que entre el 19 y el 24 (agosto) no hay datos de hidrocarburos".

Ante esto, Enap postula que "si entre el 19 y el 24 no hay datos de hidrocarburos en la estación de monitoreo de Quintero Centro, entonces ¿cuáles fueron los otros datos que ocupó esta SMA para indicar en la formulación de cargos que el día 22 de agosto existían monitoreos que daban cuenta de la presencia de derivados de hidrocarburos en Quintero?".

En el documento presentado a la SMA, la estatal postula que en el parque industrial de Quintero y Puchuncaví, tal como lo señaló la SMA en su momento, "había más de 15 industria de gran escala" y bajo esta realidad -afirman- es complejo determinar sólo una fuente contaminante.

"En el caso de los recientes episodios asociados al brote sanitario en la población de Quintero-Puchuncaví, existe una multiplicidad de fuentes contaminantes que pueden haber dado origen al problema. Es por ello que una de las principales dificultades en la determinación de la fuente contaminante, que la SMA no ha intentado siquiera sortear, es la existencia de más de 15 industrias en la zona industrial (...), donde la cercanía entre estas y la existencia de emisiones en común entre unas y otras hace muy difícil -si no imposible- aislar sus efectos", dice el escrito.

La estatal en su documento da a conocer la falta de medición de emisiones tóxicas y cuestionan los cálculos emitidos por la SMA en el proceso de fiscalización de la planta.

Para desestimar a la entidad fiscalizadora medioambiental presentan a diversos expertos que sustentan que han hecho una sobrestimación de "las emisiones máximas (...) por votalización del benceno".

Ante los antecedentes presentados, Enap asevera en el informe que en la formulación de cargos de la SMA existe "infracción al principio de imparcialidad, infracción al derecho de legítima defensa e infracción al principio de legalidad, entre otras".

Esto, porque confirman que en el Terminal Marítimo de Quintero sí hubo "una mantención de estanques que se realizan permanentemente". Además, plantean la idea de que si existe la posibilidad de la empresa sea responsable "el brote sanitario se habría verificado primero en sus propios trabajadores o sus contratistas" y eso - dicen-, no fue así.

En resumen, explican que las instalaciones de la empresa en el Terminal Marítimo cumplían con la normativa y se habían realizado las fiscalizaciones correspondientes.

Ante los argumentos presentados en el informe, concluyen en el escrito que "no hay vinculo causal, ERSA no es responsable de los eventos de intoxicación de Quintero".

"Dichas percepciones carecen de cualquier objetividad y no pueden ser utilizadas para presumir la responsabilidad de nuestra representada sobre el brote sanitario"

Informe de Enap, Respuesta a proceso de formulación de cargos de la SMA"

"Las instalaciones de ERSA (Enap Refinerías S.A.) no son las causantes de los efectos de contaminación en Quintero y Puchuncaví"

Informe de Enap

Respuesta a proceso de formulación de cargos de la SMA"