"Los posibles efectos negativos sólo se van a saber cuando la nueva región se instale"
"Los temas económicos son altamente relevantes en la creación de una nueva región", comentó el docente y subdirector del área de consultoría de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Pablo Barberis, al referirse a la posibilidad de que se sume una nueva región al país: la de Aconcagua.
Un proyecto que avanza y que actualmente está a la espera de un estudio financiero que puede ser gravitante en la resolución final. Entre otros aspectos, el académico observa que una nueva división administrativa siempre genera efectos, los que divide en directos e indirectos. "Unos corresponden al financiamiento de la instalación y funcionamiento de la estructura administrativa que deberá existir en este nuevo territorio y los otros a los efectos que genera la medida sobre las restantes regiones del país", remarcó.
- A priori, ¿las provincias que conformarían la Región de Aconcagua estarían en condiciones desde el punto de vista económico de solventar este nuevo territorio?
- A priori, sí. Lo que se habla es de las provincias de San Felipe, Los Andes y Petorca que sería la cobertura geográfica de esta región que se está evaluando. La evaluación económica arrojó que es posible, que es viable económicamente de sostenerse en sí misma. Eso dado principalmente por los sectores productivos principales que sustentan esta zona y que son básicamente minería y agricultura; y servicios relacionados. Lo que es distinto a la parte costa de la actual región que está sustentada en materia económica por otros sectores, principalmente portuarios y pesqueros. La discusión económica o la justificación de quienes están a favor de crear la región es justamente esa, es decir, que los principales recursos económicos salen desde el interior de la actual Quinta Región, pero que principalmente se gastan en la parte costa y no llega la inversión de vuelta a dónde se generan buena parte de los recursos.
- Por ejemplo, siempre se habla de la extensión del metro a La Calera y no hacia San Felipe o Los Andes.
- Claro, allí hay un ejemplo de eso.
- Se anunció una licitación para realizar un estudio financiero respecto a la creación de la Región de Aconcagua. ¿Qué datos debería arrojar este informe con miras a cumplir el objetivo que busca?
- Básicamente es como la segunda etapa. Habiendo hecho primero una factibilidad económica de la sustentación de la riqueza de la región en sí misma, el estudio financiero en concreto y en simple lo que debe arrojar es cuánto cuesta al Estado el financiar y armar una región nueva porque aquí hay gastos de infraestructura, de contratación de personal, servicios que tienen que instalarse, cargos nuevos como intendente, etc. Por lo tanto se requiere ese estudio para saber en definitiva y entrar en detalle de los costos que va a representar. Básicamente es eso, para dimensionar el gasto que obviamente no estaba presupuestado y por lo tanto hay que tener claro cuáles son las partidas de presupuesto respecto a los costos que implica. En definitiva cuánto cuesta al Estado instalar esta nueva región.
- ¿Cuán determinante será dicho estudio económico y financiero para resolver si finalmente se toma la decisión de crear una nueva región o hay otros factores que también pueden incidir?
- Hay varias etapas en el proceso, pero finalmente confluyen en lo mismo: primero la viabilidad económica donde la factibilidad técnica salió favorable, luego hay que saber cuánto cuesta que es la licitación que va a hacer el Estado y allí debiéramos saber el valor que tiene la instalación de esta nueva región. Pero la decisión en última instancia es una decisión política. O sea el Presidente de la República será el que debe tomar la decisión.
- Ello depende del informe.
- Obviamente si el estudio económico y financiero arroja que es posible, allí la decisión política quizás puede ser más fácil de tomar que, por ejemplo, si los resultados de ambos estudios hubiesen sido adversos. Pero en últimos instancia es una decisión política con variables que considerar desde el punto de vista del Gobierno.
- ¿Eventualmente la creación de este nuevo territorio podría tener efectos negativos para la Quinta Región Costa?
- La verdad que es un buen cuestionamiento y no lo tengo tan claro. Estas son las cosas que definitivamente no se saben hasta que ya está instalada la región. Ahora, la evaluación económica obviamente implica que los recursos, por ejemplo, que hoy entrega la región desde el interior que es el territorio que se quiere independizar ya no van a estar tan fluidamente disponibles en Valparaíso, Viña del Mar, por lo tanto debiera haber alguna merma. Pero por otro lado la región se achica territorialmente también. La teoría lo que te dice es, perfecto, se va a dividir en dos la actual región y eso explica por qué se hace la evaluación económica primero. Entonces te dice, perfecto, los recursos económicos, los sectores productivos que quedan dentro del territorio definido permiten la viabilidad de sostener económicamente la región o no.
- El estudio preliminar indicaría que sí.
- Entonces en ese estudio ambos coinciden que sí. O sea, la teoría dice: ya, la parte costa capital Valparaíso se mantiene con sus recursos económicos con un territorio más chico, pero que tiene más población que Petorca, San Felipe y Los Andes, zona que tendría una división territorial con menos habitantes, pero con los recursos suficientes para poder mantenerse. Pero eso no se va a saber en la práctica hasta que esté instalado, obviamente la variable económica que se estudió al inicio arroja que ambos son posibles y el Estado tendrá que tomar los recaudos necesarios para que eso se cumpla.
- Hemos visto que hace poco tiempo se creó la Región de Ñuble y ahora se estudia el tema de la Región de Aconcagua. A su juicio, desde el punto de vista económico, ¿esto es conveniente para el país?
- Lo veo bastante acotado. Hay espacio posiblemente para este caso del Aconcagua, que quizás está la oportunidad de darle el carácter de región y desarrollar los recursos económicos y generar nueva riqueza porque los recursos se van a focalizar en la zona, pero no se trata tampoco de estar creando regiones a cada rato. Eso es así. En rigor es bueno focalizar recursos regionales porque permite no sólo la descentralización de los mismos, que no todo dependa desde Santiago desde la subsecretaría regional, sino que se fomenta la productividad, la generación de riqueza, etc., en las regiones. Y si eso es consecuente con que hay espacios para abrir más regiones en virtud de una evaluación responsable, es bienvenido. Pero no se trata de fragmentar una región y seguir haciéndolo porque eso tampoco es correcto. En definitiva se trata del justo equilibrio.
- Frente a la eventual Región de Aconcagua, ¿ve que se pueda fortalecer la relación de esta zona con Argentina?
- Claro que sí. Como lo que pasa en Arica con Tacna. Los Andes con Mendoza claramente es un punto importante de desarrollo regional que se puede potenciar aún más, porque eso es parte de lo que se tiene que analizar en la evaluación financiera de cuánto cuesta instalar la región que no solamente significa poner una oficina de los servicios públicos, de los ministerios, de la Intendencia, la Gobernación, más los hospitales, fortalecer los servicios en todo sentido, ya sea Carabineros, infraestructura vial, que tiene que ver con fomentar el tránsito en este caso con Argentina. Eso se tiene que potenciar y todo el concepto de productividad regional a la altura de que es una región. Claramente, sí puede haber una mejora de optimización de los recursos y mejores servicios asociados a la generación de riqueza de la región. Destaca también un tránsito turístico y comercial en dirección en este caso a Argentina que está muy al paso.