"Juan Guaidó representa al único poder del Estado venezolano con legitimidad democrática"
La crisis política, económica y social que experimenta Venezuela tuvo uno de sus puntos más álgidos esta semana, cuando un grupo de uniformados disidentes de las Fuerzas Armadas Bolivarianas lideró una serie de revueltas que, supuestamente, aspiraban a sacar al gobierno de Nicolás Maduro.
La denominada "Operación libertad", cuya cara más visible era el Presidente Encargado de Venezuela Juan Guaidó, partió con la liberación del opositor al régimen chavista Leopoldo López desde su arresto domiciliario y el posterior ingreso de éste y su familia a la Embajada de Chile en el país caribeño. Más tarde, López se trasladó a la sede diplomática española.
Desde entonces la polarización en Venezuela está más latente que nunca. Las calles se llenan de protestas a favor y en contra tanto de Maduro como de Guaidó, mientras que la represión de las Fuerzas Armadas y el enfrentamiento de la ciudadanía han dejado cientos de heridos y al menos cinco muertos, según la ONU.
Una situación que ha incentivado una serie de advertencias por parte de Estados Unidos sobre una posible intervención militar, así como la condena internacional por la violencia que se ha experimentado en los últimos días en Venezuela.
El presidente del Partido Por la Democracia (PPD) y exministro de Relaciones Exteriores de Chile Heraldo Muñoz explica a este medio algunas consecuencias de lo que está ocurriendo en Venezuela y cómo afectaría las relaciones diplomáticas en América Latina.
-¿Se puede llamar golpe de Estado a los acontecimientos ocurridos en Venezuela?
-Creo que no importa tanto la definición de lo ocurrido el martes. Lo que observamos correspondería más bien a un intento de levantamiento cívico-militar, pues al final supimos que los sublevados no eran más de una treintena de militares y policías. Un golpe de Estado requeriría un cambio en la conducción del gobierno y eso no aconteció.
-¿Qué lleva a un grupo de uniformados a separarse de las instituciones que se supone son fieles al gobierno de Nicolás Maduro y encabezar las revueltas en la calle?
-Creo que existe una tensión creciente al interior de la fuerza militar bolivariana y el resto de las instituciones armadas. Los altos mandos militares están con Maduro, pues acceden a beneficios especiales, lideran empresas del Estado y una enorme cantidad de ellos, comparativamente, tienen el grado de generales. En cambio, los oficiales de rango medio y la tropa sufren las mismas penurias de la mayoría de la población: apagones, escasez de alimentos y medicinas, inflación galopante, inseguridad ciudadana, etcétera. Por ahora, los altos mandos siguen apoyando a Maduro, pero el poder se centra en manos de los militares y específicamente del Ministro de Defensa, el general Padrino. Ellos son los árbitros del conflicto venezolano.
-¿Cuál es la legitimidad del movimiento ocurrido ocurrido en Venezuela esta semana?
-Juan Guaidó representa a la Asamblea Nacional, el único poder del Estado venezolano con legitimidad democrática, y se puede argumentar que su empeño es la expresión democrática de la mayoría ciudadana. Lo importante es perseverar para conseguir una negociación pacífica y política para que la crisis venezolana se resuelva por la vía de elecciones libres y limpias, que son la única base de la legitimidad que emana de la soberanía popular.
-Las instituciones se encuentran polarizadas. Hay bandos contrarios de apoyo a Maduro y Guaidó. - ¿Cómo influyen estas instituciones en el actuar ciudadano y otras instancias de orden civil y militar?
-Los altos mandos militares apoyan a Maduro, pero se perciben diferencias al interior de este bloque. De otra manera, no habría sido posible la liberación de Leopoldo López de su arresto domiciliario ni habrían ocurrido ya tres alzamientos militares, aunque fallidos. El sustento de Guaidó es la Asamblea Nacional, elegida en diciembre de 2015. Otro elemento importante es que Guaidó ha logrado unir a la oposición, antes muy fragmentada. Y por las encuestas se sabe que Juan Guaidó y la oposición cuentan con más del 70% de apoyo ciudadano; o, si se quiere, Maduro genera un 70% o más de rechazo.
-¿Qué consecuencias tendrán estos acontecimientos a corto, mediano y largo plazo en el ámbito político, económico y social en Venezuela?
- El proceso que vimos con el alzamiento del martes no ha terminado. Guaidó pretende organizar una serie de paros parciales que terminen con una huelga general. No veo un desenlace inminente, pero la debilidad del régimen de Maduro- que se percibe en que hasta ahora Guaidó sigue libre- no puede extenderse indefinidamente. Por otra parte, la oposición no tiene la fuerza para remover al régimen de Maduro. Y entretanto, la situación económica y social seguirá deteriorándose. Eso abre espacios para una negociación que genere una solución pacífica a la crisis que se ha profundizado y se hace intolerable. Una posibilidad (para la negociación) es que sea el grupo de contacto que integran la Unión Europea y países como Uruguay y México. Otra posibilidad es un enviado especial del Secretario General de la ONU, aceptado por el gobierno venezolano y Guaidó. El o los facilitadores podrían hacer de puente entre las partes para llegar a un acuerdo para conformar un gobierno provisorio que llame a elecciones libres y limpias en un plazo determinado. El Grupo de Lima y Chile han respaldado la idea de una salida pacífica a la crisis venezolana, por lo cual el apoyo a quien haga de facilitador de una negociación sería importante.
-Estados Unidos ha amenazado con una intervención militar... ¿Qué escenas veríamos si ello ocurre? ¿Qué consecuencias tendría este acto en el corto, mediano y largo plazo y qué ámbitos afectaría?
-No veo probable una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela. Una cosa son las amenazas de Donald Trump, pero otra es la realidad. La opinión pública norteamericana no aceptaría pérdida de vidas de soldados norteamericanos en Venezuela, incluso bombardeos sin tropas en terreno serían contrarios al aislacionismo de Trump, además ya casi en un período electoral presidencial. Esta hipótesis tensionaría enormemente las relaciones con Rusia, particularmente, y con China. Hay que imaginar el costo en vidas inocentes y el éxodo migratorio adicional que una intervención militar produciría. Una intervención militar de Estados Unidos amenazaría los intereses económicos de Rusia y China en Venezuela. Pero, más importante, tensionaría el equilibrio global entre Rusia y Estados Unidos. Venezuela sería una pieza en el ajedrez global donde Rusia reclamaría el papel norteamericano en Ucrania, por ejemplo.
-¿Cómo afectaría dicha intervención a las relaciones diplomáticas de América Latina y particularmente en Chile?
-Creo que sin dudas América Latina, incluyendo a Chile, me imagino rechazaría terminantemente una acción militar norteamericana. Así lo ha declarado el Grupo de Lima, por ejemplo. Y tal escenario haría retroceder las relaciones entre Estados Unidos y América Latina a sus peores momentos de la historia. Veo muy lejana una intervención norteamericana, pero de ocurrir alinearía a los gobiernos y pueblos de la región en contra de Estados Unidos. Trump tendría mucho que perder en el plano político, a nivel regional y global, además de generar inestabilidad, aunque no considero que ello afectaría las relaciones económicas.
-¿Cómo quedaría el panorama de la región, en diversos ámbitos, si Nicolás Maduro deja el Gobierno? Dada la tensión social en Venezuela… ¿Podría enfrentar un proceso sancionatorio?
- Si Maduro deja el gobierno y asume un gobierno de transición para llamar a elecciones libres y transparentes- y con garantías aseguradas por la comunidad internacional- el panorama regional dejaría de estar tan tensionado. Pero dependerá de cómo este escenario eventual llegara a ocurrir. Todo esto es hipotético. Hay una presentación de varios países, entre ellos Chile, contra Maduro en la Corte Penal Internacional. Veo difícil que Maduro quiera abandonar el poder exponiéndose a un proceso ante la Corte.
-El ingreso, en primera instancia, de Leopoldo López a la Embajada de Chile en Venezuela... ¿Qué consecuencias podría tener para nuestro país?
-No creo que tenga un efecto mayor. No solo porque Leopoldo López se trasladó a la residencia de la Embajada de España, sino porque ya nuestra residencia en Caracas tiene dos huéspedes disidentes de Maduro: Roberto Enríquez, presidente del partido COPEI, y el diputado Freddy Guevara, ambos bajo la protección de Chile desde hace dos años, recibidos cuando me desempeñaba como Canciller, durante el gobierno pasado.
"No veo un desenlace inminente, pero la debilidad del régimen de Maduro no puede extenderse indefinidamente"
"No veo probable una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela. Una cosa son las amenazas de Donald Trump, pero otra es la realidad. La opinión pública norteamericana no aceptaría pérdida de vidas de soldados norteamericanos en Venezuela"
"El Grupo de Lima y Chile han respaldado la idea de una salida pacífica a la crisis venezolana, por lo cual el apoyo a quien haga de facilitador de una negociación sería importante"
Ernesto Fernández / PPD
Juan guaidó dio inicio a la "operación libertad" para sacar del poder a maduro.
Fernando Llano / ap
Nicolás maduro rodeado de altos mandos militares venezolanos.
Jhonn Zerpa / Miraflores Press / AP