"La máscara tiene el poder de potenciar la verdad haciendo que el actor se atreva a decir o hacer cosas"
Por Sebastián Oyarce
Felipe Cabezas (40) tiene dos hijos, pero le gusta decir que tiene tres: Ágata, León y Fènix. El último, realmente, es el nombre de la sala de teatro que abrió el 2013 en el barrio del Raval, ubicado en Barcelona (España). Ciudad en la que se encuentra radicado hace 17 años, luego de viajar al Viejo Continente tras titularse de la primera generación de la carrera de Actuación de Duoc UC sede Viña del Mar.
El viñamarino comenzó en 2002 sus estudios en teatro del gesto en Barcelona y siguió con comedia del arte en Italia. A partir de ahí empezó una vertiginosa carrera como director, dramaturgo, productor y docente, entre otras actividades, y que lo han llevado a mostrar su trabajo por diferentes países de Europa.
Temporada otoñal
Ahora Cabezas se apresta a volver a su alma mater, pues será el protagonista del Ciclo Teatral de Otoño del DuocUC sede Viña del Mar y que lleva por título "Detrás de la Máscara. Visiones del Viejo Continente". La temporada comenzará este jueves 9 de mayo (19 horas) con el estreno en Chile de "El Bufón del Rey Lear", una adaptación de la obra de William Shakespeare.
Al día siguiente será el turno de "La última noche del Capitano" y el sábado 11 -fecha en que se celebra el Día Nacional del Teatro, presentará "Houdini, el arte de la fuga", un monólogo gestual sin texto que, incluso, mostró en Corea del Sur.
-¿Cuál es la perspectiva diferente que ofrece el teatro de máscaras?
-La máscara tiene la particularidad de ser un elemento teatral clásico y contemporáneo al mismo tiempo. Se nutre del misterio que desprende y de los sentimientos ancestrales que despierta en el espectador. La máscara tiene el poder de potenciar la verdad, haciendo que el actor de máscaras se atreva a decir o hacer cosas que sin ella no sería capaz, funciona como un potenciador de la personalidad, que en vez de ocultar, revela. En este sentido, el teatro actual suele tener tintes políticos o sociales de gran potencia, que develan verdades y atacan con humor a las injusticias.
-Como experto en comedia del arte, ¿qué crees que diría Shakespeare o Molière de la actual sociedad hiperconectada?
-Creo que estarían totalmente entusiasmados con las redes sociales. No me extrañaría incluso que fueran influencers o generadores de opinión. Shakespeare y Molière eran unos adelantados de su época, hiperactivos, dinámicos, comunicativos, entusiastas, creativos... No creo que si vivieran en esta época darían la espalda a estas aplicaciones. Más bien, las usarían a su favor y serían los amos. Y no por eso menos genios. Por otro lado, creo que les desanimaría bastante comprobar que la sociedad no ha cambiado mucho, y que las luchas de poder que denunciaba uno, o la estupidez humana que retrataba el otro, no han cambiado mucho en estos últimos 400 años.
-Has comentado que las obras hay que adaptarlas a la actualidad, tal como la comedia del arte evolucionaba en el Renacimiento. En ese sentido, ¿qué elementos de ahora incorporas en tus obras?
-La principal dificultad con la que se encuentra el teatro clásico en la actualidad es la impaciencia del público contemporáneo, acostumbrado al multitasking (multitareas) y a la absorción de mucha información en breves dosis. Por eso, en mis trabajos intento renovar los recursos escénicos cada cierto tiempo, para dar dinamismo a la narración y evitar los largos tramos de una misma escena, alternando entre tragedia y comedia constantemente, combinando técnicas teatrales diversas y lenguajes lúdicos y visuales. Mientras más joven es el público objetivo, existe más necesidad de dinamismo.
-¿Cuál es tu análisis de la situación actual del teatro en Chile?
-No puedo dar una visión del teatro actual porque hace muchos años que no voy. Sólo tengo impresiones de mi último año ahí (2015) y en aquel momento todo me pareció muy triste: poco teatro, poca gente en estos teatros y lo que es peor, poca gente de la misma profesión asistiendo a ver las obras. Yo me fui de Chile con 22 años y sólo tengo a Barcelona como referencia a nivel profesional. Una ciudad con 1.8 millones de habitantes, con más de 50 salas de teatro profesional (más el off) y con alrededor de 100 espectáculos semanales (1.500 espectáculos por temporada en Cataluña). Intentar comparar esto con Viña o Valparaíso es injusto incluso, pero si lo intentas comparar con Buenos Aires la comparación es más cruel aún.
-¿Cómo has llegado a posicionarte en una ciudad como Barcelona y a tener tu propio espacio? ¿Qué hay detrás de todo este gran proyecto?
-Sala Fènix (www.salafenix.com) es un proyecto conjunto con Isabella Pintani, arquitecta de profesión y productora teatral de oficio. Trabajamos muy duro para mantener abierta la sala, y realizamos labores que corresponderían a un equipo de ocho personas por lo menos. Ambos compartimos la cultura del trabajo, del esfuerzo y de la constancia. Todos valores fundamentales en el mundo teatral. No ha sido fácil, pero creo que estamos en la mejor etapa de la sala. Yo personalmente, acabo de cumplir 40 años y me siento como si hubiese plantado un árbol, y que éste ya hubiese crecido lo suficiente como para dar sombra.
-Por último, ¿qué opinas en relación a que Duoc UC esté potenciando este espacio con la apertura de su Teatro en la sede Viña del Mar?
-Es interesante la explotación de este espacio, que tiene posibilidades técnicas de alto nivel, con una capacidad de público muy buena, con equipos técnicos de primer nivel y con un escenario para espectáculos de pequeño y mediano formato. En definitiva, un espacio excelente, que debería estar siempre lleno, primero por todos los alumnos y ex-alumnos, que están obligados moralmente a hacer comunidad y potenciar entre ellos el espacio.
"En mis trabajos intento renovar los recursos escénicos cada cierto tiempo, para dar dinamismo a la narración y evitar los largos tramos de una misma escena, alternando entre tragedia y comedia constantemente"
Así se moverá el teatro en el DuocUC de Viña
y ValparaísoTodas las funciones que se realizarán en el marco del ciclo "Detrás de la Máscara. Visiones del Viejo Continente" en el DuocUC de Viña del Mar están programadas para las 19 horas.
La entrada es liberada, previo retiro de invitaciones un día antes de la fecha del montaje en la misma sede, ubicada en Álvarez 2366 de 10 a 12 horas, y entre las 16y 18 horas. Por otra parte, el montaje "Houdini, el arte de la fuga" que trae Cabezas será parte de la programación del Centro de Extensión del del Edificio Cousiño, DuocUC sede Valparaíso. La función está programada para el 18 de mayo a las 19 horas.
Para terminar el mes dedicado al teatro, el 31 de mayo (20 horas) Javiera Contador mostrará "Soy un Desastre", un unipersonal en el que la actriz retrata todas las citas que ha tenido en su vida. También es gratis.
En relación a este nuevo ciclo teatral, el director de sede Viña del Mar de Duoc UC, Axel Contreras, comentó que "este es el segundo año consecutivo que abrimos el teatro de nuestra sede a la comunidad, lo que nos llena de orgullo".