Después de una agitada semana, que incluyó castigos, intentos de contratación de reemplazantes, aclaraciones y declaraciones, el quinteto de Los Leones de Quilpué se dirigió al Coliseo Antonio Azurmendi de la capital de la Región de Los Ríos para enfrentar al Club Deportivo Valdivia en el quinto encuentro de la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol.
Una auténtica teleserie donde al final, la gran interrogante estaba dirigida hacia la banca de los felinos. En el juego decisivo, el club quilpueíno salió a la cancha con Cristián Sepúlveda en la dirección técnica y con el uruguayo Fernando Cabrera como un activo asistente, que hasta el jueves había sido sondeado como nuevo entrenador del equipo.
El primer cuarto, inaugurado por un triple del alero Kyle Casey, fue prácticamente un round de estudio de dos contrincantes que no querían dejarse espacio. En el intertanto, fueron los visitantes los que lograron hacerse con una mínima ventaja en la franja inicial con un 20-23.
En el segundo parcial, el cuadro local despertó, al punto de poder reducir una diferencia de cinco puntos para ponerse por encima en el marcador. Una meta a la que Valdivia llegó con esfuerzo, al haber perdido a su pívot Khapri Alston, condicionado con tres faltas en la primera mitad.
Ante eso, Tracy Robinson fue quien puso la responsabilidad en sus hombros y condujo al local con un intenso juego exterior a una ventaja de 38-35, poniendo presión a los felinos de cara a la segunda parte.
Con pocas variantes
El tercer cuarto encontraba a un Valdivia con un Alston reingresado para marcar diferencias. Sin embargo, en Los Leones, Casey también se encargó de hacer estragos, asociándose con Scott Rodgers y un sólido juego en la pintura de Cameron Forte, que en reiteradas ocasiones se midió ante Alston en el uno a uno, saliendo con la mejor parte.
No obstante, el elenco local sustentaba un básquetbol sólido, con una defensa intensa que anuló el tiro desde el perímetro de los felinos y que obligó a Los Leones a buscar siempre la descarga para Forte, quien definía a menudo con incomodidad de cara al tablero.
Cerca del final del tercer cuarto, la bonificación por la quinta falta de equipo de los felinos tuvo por consecuencia que ablandaran aún más su defensa y el local extendió su diferencia a un 59-51.
Comenzando el último parcial, una buena jugada del base Martín Cárdenas que terminó en una espectacular bandeja de Alston desató la algarabía en el gimnasio valdiviano, y en un público que veía con esperanzas como los diez puntos de ventaja se transformaban rápidamente en trece gracias a otro lanzamiento largo de Cárdenas.
A esas alturas, el elenco felino intentaba con lo que podía, esforzándose para desequilibrar, pero los lanzamientos de distancia no llegaban a destino y los sucesivos dobles de Forte y Evandro Arteaga, valiéndose de una pequeña desconcentración del local, no alcanzaban para hacer tambalear el dominio del campeón de la Conferencia Sur.
El duelo, tras un desesperado minuto pedido por la banca felina a poco más de tres minutos para el final, tuvo el último intento del quinteto quilpueíno de tomar el control del partido. Pero lo que había empezado con un doble de Forte, lo terminó rápidamente Valdivia con una racha de triples de Claudio Naranjo que ultimó a un cuadro felino que ya estaba rindiéndose.
Muestra de eso, fue el desganado desempeño del pívot del elenco visitante desde la línea de tiros libres. Los Leones reconocían la diferencia como insalvable y a segundos del final, ya dejaban jugar a un conjunto valdiviano que incluso se dio el lujo de taponear su último intento de doble a nueve segundos del final del compromiso y cuando el marcador mostraba el 82-67 final.
Tras la bocina, el coliseo sureño se vino abajo para celebrar el segundo título de Liga Nacional en su historia. Un título donde, paradójicamente, los mejores números los mostró el felino Forte, con 24 puntos y 14 rebotes, seguido por el poste alto de Valdivia Khapri Alston, que junto con el título, se llevo 23 dianas y 12 rebotes.