Lecciones del corona virus
Las noticias van mostrando cómo la diseminación del corona virus alcanza a diversas zonas del mundo. El globo terráqueo va adquiriendo los colores que marcan su aparición y la intensidad. Así asumimos la noción de la presencia de esta epidemia, que ya algunos temen como pandemia. El mundo se inquieta, los gobiernos diseñan estrategias defensivas, los expertos sanitarios recogen las experiencias para la contención; los científicos apuran su investigación para encontrar la vacuna protectora, que aminore los efectos temidos.
Y como las historias previas, un virus que afecta la vida y que tiene sus propias características, que serán leídas mañana como un momento más de la humanidad, no sólo pertenece al orden sanitario. Sí, la vida está primero, pero una epidemia expone muchos otros aspectos. Uno cercano a esta página es su estrecha vinculación con la economía o las personas en el mundo del trabajo. En la semana, al conocerse los primeros casos en el norte de Italia, las bolsas de valores testimoniaron la relación. O, en el caso de China, el impacto en su actividad económica está afectando a nuestra propia nación como gran exportador del rojo metal que alimenta nuestra existencia, junto a tantos otros frutos de las manos humanas, la inventiva y el emprendimiento.
En mi opinión, esta probable pandemia, expone nuestra fragilidad, nos lleva a tomar conciencia de la transparencia de nuestras fronteras, nos urge a la colaboración, la confianza entre nosotros y, principalmente, nos urge a internalizar la interdependencia.
Escuela de Negocios y
Economía PUCV
Cuando los mercados están pujantes y la tendencia de precios de los activos financieros es al alza, el análisis de riesgo de las carteras de inversiones se torna, aparentemente, menos apremiante que cuando los vientos corren en sentido contrario.
Podríamos intentar discutir acerca de las bondades o limitaciones de modelos y teorías que buscan establecer la relación entre las diferentes variables implícitas en decisiones de inversión, como la teoría del portafolio de Markowitz (Premio Nobel de Economía en 1990) o del Modelo de Sharpe, como una derivación del anterior.
Pero el propósito de estas líneas es menos pretencioso, y menos riguroso, en beneficio de un acercamiento a las realidades que viven muchos de nuestros compatriotas en tiempos de volatilidad de los mercados financieros.
Valdría la pena ponernos de acuerdo en que si uno se define como racional va a preferir los activos de máxima rentabilidad y menor riesgo. Y me imagino que el lector piensa que el retorno que le da un depósito a plazo es una buena medida de rentabilidad y que el riesgo es considerablemente bajo si vemos el grado de capitalización de la banca nacional. Por el contrario, si tiene la posibilidad de invertir en acciones es posible que la rentabilidad del instrumento, medido como variación del precio de mercado más los dividendos, deberá coincidir en que el riesgo es mayor, ya sea por variaciones en la industria en que se mueve la empresa en cuestión o porque el mercado en su conjunto sufre variaciones importantes. Si tiene dudas al respecto piense por un momento si el corona virus afecta o no a los mercados bursátiles.
El punto al que quiero llegar es que si uno maneja una cartera de inversiones de cualquier tamaño debe de algún modo considerar ambas variables, riesgo y rentabilidad, aunque sea de modo más o menos intuitivo. Digo de cualquier tamaño porque tal vez usted no maneja complejos portafolios de inversiones financieras, pero si tiene una casa propia o en plan de pago hipotecario, ya tomó una decisión de inversión y optó por ella dejando de invertir en otra, al menos con esos dineros.
Las ventajas de la diversificación
En estos momentos de volatilidad, quiero centrar mi análisis en la conveniencia de diversificar riesgos. O como dicen las abuelas, no poner los huevos en la misma canasta.
La diversificación de las inversiones busca precisamente atenuar el riesgo de la cartera que el lector pueda tener. Y un buen ejemplo son sus fondos en la respectiva AFP. Ya la administradora ha construido un portafolio que busca darle una buena rentabilidad pero con un riesgo asociado. Y aquí usted tiene algo que decir. ¿Ha pensado si el fondo en el que están sus dineros (A, B, C, D o E) es el adecuado para usted? Si usted está empezando a cotizar y le falta para llegar a la edad de jubilación puede ser más proclive a los fondos A o B, con mayor riesgo pero con mayor esperanza de rentabilidad. Por el contrario si usted ya está cercano a la edad de jubilación, dependiendo de su grado de aversión al riesgo, es posible que tienda a los fondos D o E, con más participación de renta fija y poca volatilidad. Piense que si al momento de jubilarse los mercados caen y usted está en las carteras más riesgosas, ya no tendrá tiempo para esperar un rebote del mercado.
He querido nombrar dos activos que son comunes en las inversiones de una gran parte de nuestros compatriotas, la casa y los fondos previsionales, pero no son los únicos necesariamente que en tiempos complejos deben ser revisados.
Los seguros de vida
Muchos de nosotros tenemos seguros de vida que buscan proteger a nuestros seres queridos frente a la partida de algún miembro del grupo familiar, en especial de quienes proveen parte importante de los ingresos de dicho grupo. ¿Ha revisado en qué invierte la compañía de seguros sus aportes a la póliza? ¿Ese perfil de inversiones está acorde al riesgo que deseo tomar? O lo plateo de otra forma: como los fondos en las AFP, en caso de fallecimiento del aportante, son de sus herederos, ¿las inversiones de la compañía donde tengo un seguro de vida son de riesgo similar al del fondo de la AFP? ¿Si quiero diversificar el riesgo la póliza no debiesen tener otro perfil?
Si además tiene fondos líquidos para invertir, el mercado le ofrece una tremenda gama de alternativas para hacerlo, pero todas asociadas a una esperanza de rentabilidad y a un riesgo.
En estos momentos de volatilidad el tener diversificados los activos no le asegurará la máxima rentabilidad, pero a su vez el impacto de la caída en algunos activos se verá atenuada por otros. Y de paso también dormirá mejor.