Francisco Meneses V.

La alerta mundial por el coronavirus Covid-19 no dejó a nadie indiferente, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como pandemia a la enfermedad. Si bien el primer foco de contagios se centró en China, es ahora Europa, principalmente Italia y España, el actual epicentro.

Las declaratorias de estado de alerta, el cierre de fronteras y las cuarentenas masivas se aplican sin excepción, impactando también en la vida de los oriundos de la Región de Valparaíso que viven en Europa.

España confinada

Emerson Figueroa, un porteño que vive hace tres años en Barcelona, comentó que la emergencia no era tomada en serio por la población en los primeros días, hasta que se supo de la situación en Italia.

"Ha habido un poco de caos al incrementar la epidemia, ya que la gente empezó a comprar todo en los supermercados vaciando estanterías y en lo personal causando un poco de alarma entre todos. Hoy en día permanece todo cerrado por orden de gobierno excepto farmacias y supermercados varios", comentó.

También en la Ciudad Condal, Narciso Sepúlveda relató que por el estado de alarma declarado por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, limitó los movimientos de personas. "Estoy en casa encerrado dos semanas más o menos, a ver qué pasa con el coronavirus y sólo se sale para comprar productos de primera necesidad", explicó.

En tanto, Lorena Navia, oriunda de Valparaíso y radicada hace 20 años en Palma de Mallorca, en las Islas Baleares, importante centro turístico del estado español. La caída en las visitas agravó aún más el panorama provocado por la pandemia, puesto que "de un 100%, un 95% nos hemos quedado sin trabajo, hemos estado trabajando y nos han mandado para la casa por un mínimo de 15 días, sin saber cuándo se van a abrir los locales; y en Semana Santa, que es una fecha muy importante para nosotros, no vamos a tener gente".

Medidas radicales

En la ciudad de Hamburgo, Katherine Pirtzl expresó que la crisis por el Covid-19, en Alemania, "hasta el momento está bajo control, ya que el gobierno ha decretado ciertas medidas de protección, como por ejemplo cerrar parte de las fronteras con otros países, alargar las vacaciones de primavera por dos semanas más y dejar en cuarentena a toda persona que haya llegado de los países que están con mayor cantidad de infectados".

Desde Suecia, la viñamarina Gloria Muñoz, quien vive a una hora y media de Estocolmo, indicó que "de a poco está saliendo a la luz la información sobre el virus, ya hay varias fronteras cerradas, por lo que no podemos viajar. Es decir Dinamarca, Noruega, han suspendido todo lo que son festivales, foros o reuniones donde se acumulen mas de 100 personas. Hay algunas escuelas que han cerrado por precaución para no tener contagio, en todas partes hay alcohol para echarse en las manos", narró.

En Ribe, al sur de Dinamarca, Macarena Flores indicó que ningún país del mundo está preparado para enfrentar la pandemia. "Faltan camas, faltan respiradores, faltan doctores, faltan enfermeras. La gente de la salud, también se están contagiando", expresó.

Daniela Pavez, profesional quillotana radicada en Nueva Zelanda hace 10 años, relató que si bien hay apenas 6 casos confirmados, el gobierno de ese país ha tomado medidas estrictas, además de la cuarentena obligatoria para quien llegue al territorio.

"Cualquier viajero que haya estado en contacto con pacientes positivos o que haya estado en el extranjero en los últimos 30 días, no será autorizado a viajar. Los cruceros no podrán desembarcar en costas neozelandesas hasta el próximo 30 de junio", indicó Pavez.

Preocupación por chile

Además de la preocupación inmediata en sus países de residencia, en los consultados hay inquietud por lo que puede ocurrir en Chile con el coronavirus, en los próximos meses.

"Tenemos mucha preocupación de lo que pasa a nivel social. Acá en casa tenemos los canales de televisión chilenos, así que podemos estar al tanto de lo que pasa, pero en lo social te llega a dar miedo programar un viaje en estos momentos a Chile", dijo Gloria Muñoz.

En cambio, Narciso Sepúlveda comentó que "Chile no me preocupa, porque es verano y el virus con el calor muere; pero desde España hacia el extranjero ya en varios países que no dejan pasar a personas en los aeropuertos si son españoles".

Para Katherine Pirtzl, la comunidad chilena residente en Alemania está inquieta por lo que puede pasar con sus familias, "sobretodo por las medidas que se están adoptando frente a esto, las cuales creemos que no son suficientes, ya que el sistema de salud actual en Chile es muy negligente y su infraestructura deja mucho que desear".

Lorena Navia comparte las mismas dudas. "Tenemos familia y amigos en Chile, es ahora cuando tienen que tomar precauciones y restringir las fronteras, para evitar los contagios antes que sea demasiado tarde", advirtió.

Desde Nueva Zelanda, Daniela Pavez es consciente de que la crisis sanitaria se añade a la situación del país después del 18 de octubre, al estimar que "sabemos que el sistema de salud está en crisis y que si faltan insumos para lo cotidiano, no habrá recursos ni herramientas para poder dar abasto con un posible outbreak".

Este juicio, con algo más de calma, es compartido por Emerson Figueroa. "Con todo esto de las movilizaciones que han tenido últimamente creo preocupa un poco más. Sólo se espera que todo se calme lo antes posible y el virus no se siga propagando a grandes escalas como hasta ahora", dijo.

Finalmente, Macarena Flores mostró su preocupación por las reacciones de la gente en el país por el coronavirus, principalmente en redes sociales. "Chile está concentrado en otra cosa en este momento, por lo tanto no están tomando el peso de lo que el virus les puede afectar", expresó.

"Hoy en día permanece todo cerrado por orden de gobierno excepto farmacias y supermercados varios".

Emerson Figueroa, Porteño que vive en Barcelona

Viviendo la crisis en Torrechiva, un pueblo español de 40 habitantes

En 2017, Ianire Galiano llegó a Valparaíso por un intercambio estudiantil, mientras estudiaba Comunicación Audiovisual. Actualmente vive y trabaja en el municipio de Torrechiva, un pueblo de 40 habitantes ubicado en la provincia de Castellón, dentro de la Comunidad Valenciana.

"Aquí estamos tranquilos, han sacado dos casos más en la provincia de Castellón y en total hay siete. Hay poca probabilidad de que el virus llegue de momento hasta nuestro pueblo, no es como si estuviéramos al lado de Barcelona o Madrid", comentó la joven.

Aunque reside en una zona de poca población, Ianire dijo que "han obligado a cerrar todos los bares y los comercios que no sean de primera necesidad", dejando en funcionamiento una panadería y una farmacia.

Viendo la situación de España, Galiano pide que en Latinoamérica se tomen medidas más radicales como el cierre masivo del comercio, para evitar la propagación, aunque opinó que "esto es muy difícil sobretodo para la población y la economía".