"¡Hola, Andrea!"
La decisión del gremialismo en la postulación a la alcaldía viñamarina aparece como un ninguneo a otras figuras del oficialismo. Mientras Macarena Urenda (UDI) y George Hübner (Evópoli) objetan la decisión, el RN Raúl Celis evalúa dos opciones: alcaldía de Viña del Mar o Convención Constitucional, esperando también una encuesta interna.
En su desafiante intento por mantener el control de la Municipalidad de Viña del Mar, el comité electoral de la UDI decidió postular a la exdiputada Andrea Molina en la condición de independiente. El gremialismo pone en la mesa de Chile Vamos a quien estima como carta ganadora debido al conocimiento público que nace en las pantallas de la TV (inolvidable fue su programa de servicio de Mega llamado "Hola, Andrea") y que luego continúa en el Congreso Nacional, con dos periodos como diputada por el antiguo Distrito 10 de la Región de Valparaíso, donde logró en la elección de 2013 respetables 40 mil votos, un tercio del electorado del sector, que, sin embargo, no incluía a Viña del Mar. Su apuesta senatorial, no obstante, sucumbió ante el poderío de Francisco Chahuán, quien incluso arrastró a Kenneth Pugh.
Siguiendo con los números y mirando la votación municipal de la UDI en 2016, tenemos que Virginia Reginato tuvo 44.799 sufragios, el 59,93%, sobre un total de 78.257 electores. Ese sería el capital que entrega el gremialismo a Andrea Molina, sin olvidar que los capitales electorales son flor de un día y no se endosan.
Al confirmar la decisión, la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, sostuvo que "creemos que quien mejor puede asumir la alcaldía de Viña es justamente Andrea Molina. A nivel local está bastante conversado, hay que terminar de amarrarlo, conversarlo a nivel nacional, pero, objetivamente, no hay otros candidatos que puedan cumplir con estas característica para ganar".
¿No hay otros competitivos en el oficialismo? Desafortunado ninguneo a rostros locales presentes y a otros quizás "tapados". Hay molestia, como la de Macarena Urenda: "Lamento que la directiva de mi partido no haya optado por figuras con arraigo local, toda vez que esa es la voluntad que claramente han manifestado los viñamarinos". El Evópoli Georg Hübner es más directo y recomienda a Chile Vamos "jugársela por un liderazgo local, que no sea reflejo de la política tradicional que está tan alejada y desprestigiada dentro de la ciudadanía. (…) No tengo dudas que soy el candidato que mejor refleja de manera transversal el sentir de los viñamarinos". Temeroso ante la amenaza del Frente Amplio, el concejal UDI Jaime Varas, también precandidato, iza bandera blanca. Las cartas al director de este medio se suceden: el cura Opaso, el exdiputado Ibáñez y tantos más no ocultan su indignación por la cocinería ejecutada en algún rincón de Vitacura o San Carlos de Apoquindo.
Pero en RN, Raúl Celis Montt sigue jugando a dos bandas, alcaldía o Convención Constitucional. "Ambas opciones están abiertas", dice, mientras el partido espera el resultado de una encuesta interna. El patriarca Chahuán sacó ayer de la chistera una encuesta que posicionaría de buena forma al exintendente.
Evidente mar gruesa enfrenta el desembarco de Andrea Molina con varios ninguneados que, a lo mejor, miran para otro lado a la hora de salir a la calle a golpear "puerta a puerta" con la candidata, como Macarena Urenda y Georg Hübner que, además, esgrimen el peso de la localía. En Chile Vamos no se ha dicho la última palabra. ¿Tendrá claro Andrea Molina dónde se viene a meter?