(viene de la página anterior)
particulares, no siempre son bien valoradas en el mundo del trabajo, entonces fue una situación muy difícil, pero no había cómo, la parte económica simplemente no daba.
- ¿Cómo han enfrentado la situación, ya que difícilmente puede haber mejorado desde el año pasado a la fecha?
- Lamentablemente en el año 2020 el déficit del obispado fue cercano a los $200 millones, que son recursos que no se tienen y que se han debido sacar de algunos ahorros. El desajuste económico fue súper importante, pero esperamos poder gestionarlo y tener posibilidades de mejora en un plazo de dos a tres años más. Había algunas propiedades vinculadas a arriendos de oficinas, pero después del estallido social en 2019 y todo 2020 eso no lo recibió el obispado, que no tiene ingresos propios. Algunas parroquias tienen propiedades que les proveen de algunos recursos, pero para mí una Iglesia pobre no es una lacra. La iglesia, cuando ha sido pobre, generalmente es rica en otros matices, y cuando ha sido muy poderosa, se pierde y se obnubila. Creo que el dinero no es una buena compañía para las comunidades eclesiales. Y estoy confiado en que Dios envía lo necesario para que podamos vivir y administrar los bienes económicos al servicio del Reino.
PRIMERA MEDIDA: COMISIÓN DE TRANSPARENCIA
- Su primera medida fue crear la Comisión Diocesana de Transparencia que aborda las áreas económica, administrativa y la de abusos sexuales, poder y conciencia en la Iglesia. ¿Por qué?
- Porque siento que la transparencia es un deber de la sociedad, que tiene que adaptarse muchísimo a eso. Por ejemplo, el tema del abuso sexual, del abuso de poder, se da mucho en nuestra sociedad y también por supuesto en la Iglesia. En los asuntos económicos no siempre tenemos la transparencia necesaria. Cuando uno por ejemplo percibe que el dinero comienza a perjudicar una relación pastoral, se requiere una dimensión de claridad y transparencia, para saber qué se hace. Para mucha gente el dinero puede ser un facilitador, pero también un obstáculo, depende de cómo se gaste. En algunas instancias sociales se gasta mucho dinero, pero cuando se usa bien no es un problema. Cuando no se conoce su destino o no hay protocolos de gastos, sí es muy complicado. Entonces, la comisión va a animar este proceso hacia una cultura del respeto humano.
- En una entrevista dijo que ha sido muy crítico de la estructura jerárquica de la Iglesia, y que no cree que sea distinto ser obispo que sacerdote.
- Yo creo que el cuerpo de la Iglesia es uno donde estamos llamados todos a servir. La Iglesia es el pueblo de Dios, donde cada persona bautizada y laica tiene un rol que jugar. Yo no veo que ser obispo sea más que ser sacerdote, o que ser sacerdote sea más que ser laico. Cuando las jerarquías se transforman en protagonistas de una iglesia, algo hay, en el cuerpo de Cristo, algo hay en esa comunidad, que no se está haciendo bien. Una cosa es la conducción, las decisiones, la responsabilidad de la autoridad, y otra es pensar que todo depende de mí porque soy obispo, sacerdote, encargado de la capilla o catequista. Lo que nunca debemos perder de vista es la dignidad de hijos e hijas de Dios, y si no somos creyentes, la dignidad de la persona humana. Y eso es lo que debería marcar nuestras relaciones, que deben ser horizontales. El Papa Francisco ha hecho hincapié en una decisión sinodal, caminando juntos. En noviembre habrá acá una asamblea eclesial, que por primera vez no será sólo de obispos, sino que estarán los laicos, los representantes del mundo indígena, trabajadores, político, empresarios. Creo que la eclesialidad de la Iglesia es posible de cumplir. La Iglesia chilena ha sufrido mucho por la jerarquía, por el escándalo de sacerdotes pedófilos, de situaciones que no se han comunicado, de personas que en cuanto al servicio no pertenecen al pueblo de Dios. Propiciar esta dimensión de eclesialidad es dinamizar hoy la vida cotidiana de una comunidad.
- ¿Cuánto siguen pesando los abusos sexuales en la confianza y capacidad de convocatoria de la Iglesia en Chile?
- Muchísimo. Creo que esa es una situación que genera distancia y desconfianza, lo que se suma a que hoy las instituciones no son creíbles. Se ha instalado una desconfianza existencial radical. Efectivamente en la Iglesia se realizaron cosas atroces, monstruosidades como el abuso de una persona en cualquiera de sus derechos. Y además a eso se agrega que no confiamos en nadie y en nada fuera de nosotros mismos. Pero yo sigo pensando que en mucho ámbitos la Iglesia sigue siendo creíble y la fe continúa siendo un bien público, sigue siendo un modo de vivir que está presente, aunque no le acompañen muchas veces las coherencias de prácticas religiosas determinadas, pero la fe sigue estando muy presente en Chile.
CEREMONIAS RELIGIOSAS EN CUARENTENA
- ¿Qué le parece la resolución de la Corte Suprema que acogió un recurso de protección para que las ceremonias de cultos religiosos puedan realizarse aun en cuarentena?
- Hay un derecho humano que tiende a olvidarse, que es el derecho a la práctica religiosa, que no es lo mismo que ir un gimnasio, a un restaurante o a divertirse. Para quienes somos creyentes, la fe no está en el campo del hacer, sino del ser. Entonces, determinar que no se puede practicar cierta dimensión religiosa es grave para una sociedad, incluso laica. El fallo me impresionó y lo agradezco porque la decisión fue unánime, o sea, sin ningún aspecto disputado. Obviamente tenemos que ser respetuosos de la normativa sanitaria por el contexto que estamos viviendo, pero no limitar por principio el ejercicio religioso, porque eso es vetar un derecho humano que está zanjado en las constituciones más importantes a nivel mundial. Entonces, creo que se hace justicia.
- ¿Qué piensa de la nota aclaratoria de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en el sentido de que la Iglesia no puede bendecir las uniones de las personas del mismo sexo?
-No dice nada nuevo, en realidad, lo había dicho otro documento, pero ¿a quién le está respondiendo? Porque normalmente contesta consultas que se le hacen y no está claro quién se la formula. En Alemania, por ejemplo, hay una práctica pastoral muy importante donde se bendicen las uniones de personas homosexuales. A mí esto me genera muchas preguntas. El punto es ser coherente con lo que dice el Papa Francisco, lo mismo que señalan los documentos de la Iglesia, que es cercanía a todas las personas sin exclusión. ¿La misma Congregación dará lineamientos acerca de cómo vamos a acoger a todas las personas sin distinción? ¿De qué modo podemos estar cerca de aquellas personas que son pueblo de Dios y viven en una circunstancia expresa? El magisterio tiene claro que el matrimonio se refiere a un hombre y una mujer, pero surge la pregunta pastoral. Bien que lo aclaren, pero ¿qué opción tienen dos personas que son pueblo de Dios, que son cristianas, que son católicas y que tienen esta unión? Pienso que esta declaración está más bien dentro de un debate que se inicia, toda vez que el Papa hablaba hace poco acerca de cómo vamos a integrar los principios de la doctrina con la práctica pastoral.
LA MATRIZ, LA CORPORACIÓN Y EL PACTO URBANO
- ¿Echa más de menos la parroquia La Matriz y su barrio o el decanato de Teología de la Católica de Valparaíso?
- El barrio, la gente del pueblo de Dios que camina y hace Iglesia desde lo que cada uno es. Es una relación muy horizontal, intensa, y muy reconfortante. Y sí, Valparaíso amarra como el hambre, como dice el poeta, "no se puede vivir sin conocerlo". Esa es la verdad. Echo de menos Valparaíso, la cotidianeidad de vincularme a una comunidad en particular, he echado de menos.
- En una columna, Esteban Elortegui acusó aprovechamiento político de La Matriz y su obra, y lamentó que "parte de una élite siga usufructuando del corazón fundacional de Valparaíso", que prácticamente agoniza y en él viven sólo 177 personas.
- Me parece una columna muy acertada. Yo lo llamé y le agradecí. Hace un tiempo en torno a La Matriz surgió el movimiento urbano, quién podría haberse enojado por eso; yo mismo presté las salas. Pero jamás pensé que iban a aprovechar el nombre La Matriz, un aprovechamiento del marketing con una foto frente a la iglesia, como si representaran los intereses del Barrio Puerto , cuando no los representan en absoluto ni a quienes viven ahí, salvo a algunas personas muy puntuales. Eso mismo fue complicado para nosotros porque hubo una opción política determinada que no representaba el variopinto de quienes viven allá y no tienen partido político determinado. En la labor social de La Matriz hay personas creyentes, no creyentes de izquierda y de derecha. Haber puesto el icono de La Matriz como una representación partidista, no correspondía. Y me llamó la atención ahora que un profesor joven y el senador Latorre van a lanzar un libro donde ponen a La Matriz en la portada, con una versión muy rara de la función social... Nos da pena. Porque no ha habido en realidad desde ninguna de esas personas un compromiso importante con la comunidad de La Matriz. Entonces, sentimos que algunas personas tratan de buscar réditos personales o de promoción intelectual en el caso de un libro, o de un espacio político en el otro, que no corresponde a los que estábamos ahí. No creo que Valparaíso vaya a crecer con aprovechamientos de una comunidad que trabaja, sufre y da un signo súper limpio y de esperanza de cómo poder hacer las cosas, en torno ahora a la Corporación La Matriz, que es la instancia que, por lejos, más ha luchado y sigue trabajando en el lugar.
- Dice que la Corporación La Matriz ha tenido que lidiar hasta ahora con ser identificada con el Pacto Urbano La Matriz, el alcalde y su sector. ¿Volvería a acoger a un pacto político?
- Yo creo que las parroquias tienen que acoger a todas las personas, poreque son el pueblo de Dios. Nosotros como parroquia estamos convencidos de que tenemos que acoger a todos quienes deseen instalarse buscando una participación y mejorar. Pero que esos grupos que son incorporados en una comunidad parroquial usufructúen de un nombre, traten de hacer un aprovechamiento político de una instancia comunitaria, eso ciertamente no. No puede ser que tú me invites a tu casa, me siente en el living y luego yo haga uso político de tus pertenencias, tu gestión social y me la apropio sin tener ninguna historia y sin tener ningún futuro. 2
Hay un derecho humano que tiende a olvidarse, que es el derecho a la práctica religiosa, que no es lo mismo que ir un gimnasio, a un restaurante o a divertirse. El fallo de la Corte Suprema me impresionó y lo agradezco porque la decisión fue unánime, o sea, sin ningún aspecto disputado".
"