La pesadumbre al final del camino
Meses de desencuentros entre los concejales y el alcalde Sharp condujeron a la destitución de la alcaldesa subrogante de Valparaíso, Cecilia Ugalde. La actitud del jefe comunal, quien prefiere victimizarse ante las denuncias y emplazamientos, no permite abrir canales de solución para enfrentar los graves problemas que aquejan a Valparaíso.
Una señal del quiebre definitivo de las confianzas. Así interpretan los concejales de Valparaíso el voto de censura que aplicaron en la sesión del miércoles, cuando 8 de ellos -Daniel Morales, Claudio Reyes, Iván Vuskovic, Jaime Bahamondes, Ruth Cáceres, Marina Huerta, Yuri Zúñiga y Pedro Solís; votó en contra Zuliana Araya - aprobaron la destitución de la administradora municipal, Cecilia Ugalde, quien ejercía el cargo de alcaldesa subrogante debido a que el jefe comunal se encuentra en plena campaña por la reelección. Aunque aún resta la tramitación formal de la decisión y el decreto alcaldicio que la ponga en práctica, Ugalde tuvo que cesar en sus funciones de inmediato, asumiendo la tarea de subrogancia el asesor jurídico, Nicolás Guzmán.
Lo del miércoles no fue un hecho aislado, sino la demostración de cómo se han tensionado las relaciones entre el cuerpo colegiado y la administración que dirige Jorge Sharp. Los concejales, que están encargados por ley de fiscalizar los actos y decisiones de la alcaldía, llevan meses reclamando por el ninguneo al que se sienten sometidos por el círculo cercano al jefe comunal, a quien acusan de esconder información vital sobre los avances y retrocesos del municipio; al que apuntan de amañar informes e investigaciones, con el objetivo de dar una imagen que no se condice con el estado urbano de Valparaíso; al que emplazan por no sancionar el maltrato a sus propios funcionarios. En ese camino de desencuentros, el alcalde fue perdiendo el apoyo de aquellos concejales con los cuales hizo campaña; incluso, ahora último, el respaldo del edil Yuri Zúñiga, quien terminó por desilusionarse de una gestión que defendió en momentos de duros cuestionamientos. El Concejo del miércoles también incluyó dos peticiones formales a la alcaldía. Una provino de la Asociación de Funcionarios Municipales de Valparaíso, quienes exigieron un sumario interno contra el sonidista que será formalizado por incitar la quema del edificio de El Mercurio de Valparaíso y quien fue pasado a la planta municipal recientemente. "Estos hechos atentan contra el prestigio y la dignidad de los funcionarios", dijo la dirigenta de Afumuval, Carolina Aránguiz. Una segunda exigencia fue hecha por Marcela Bahamondes, quien, en representación de 300 trabajadores a honorarios, pidió a la administración aclarar qué pasa con los recursos destinados para la renovación de las contratas, trámite que debería ocurrir a fines de junio. La dirigenta dijo temer que los dineros destinados para dicho propósito hayan sido usados por el municipio para pagar el trabajo de personas de confianza que en estos días colaboran en las campañas. La actitud de Jorge Sharp ante estos temas es lamentable, porque la victimización que usa con preocupante frecuencia no resuelve los problemas de una ciudad que "se cae a pedazos" ni responde las justas inquietudes de los funcionarios o las dudas que ya se expresan entre los porteños sobre la capacidad del actual alcalde para convocar a un camino que le permita a la ciudad salir de su actual marasmo.