Wanderers comienza a despedirse de Primera, pero nunca baja la bandera
FÚTBOL. El Decano consiguió un empate con Palestino y la ilusión por salvarse ya se desvanece.
Después del pitazo final de José Cabero, Ronnie Fernández reunió a sus compañeros en la cancha para despedirse, con los brazos en alto, de los cuatro mil hinchas que los acompañaron en el partido con Palestino.
Wanderers había empatado 1-1 y con ese resultado ya comienza a decirle adiós a la Primera División.
De una manera digna, pero infructuosa, estos jugadores intentaron torcer la historia que ellos mismos habían escrito en la rueda inicial del torneo. Sin embargo con el esfuerzo y las ganas no alcanza.
Los ojos vidriosos de José Aja cuando enfiló hacia los camarines lo decían todo. El zaguero uruguayo, que fue uno de los refuerzos que simplemente no rindió en la primera parte del certamen, se convirtió en uno de los estandartes con el correr de los partidos, ayer incluso marcó el empate frente a los árabes y terminó jugando de delantero.
El gran mérito de este grupo de futbolistas y de su entrenador es precisamente su voluntad de no darlo todo por perdido cuando parecía que el incendio lo había consumido todo.
Emiliano Astorga dice que no pueden perder la ilusión mientras las matemáticas lo permitan, pero lo cierto es que la diferencia que existe con los equipos que anteceden al Decano en la tabla obligaría a que el cuadro de Valparaíso prácticamente ganara todos los encuentros que le quedan para soñar con salvarse. Incluso podría bajar perdiendo ante Colo Colo el próximo martes si se dan algunos malos resultados.
Probablemente no sea este el momento para buscar los culpables de esta debacle, pero cuando termine el torneo y se consume el descenso de Santiago Wanderers ya no se podrán seguir eludiendo responsabilidades. Tanto en las oficinas dirigenciales como en el camarín.
Por mientras, resulta encomiable el empuje con que los verdes buscaron el triunfo en la tarde de Playa Ancha.
Lo que pasó en el primer tiempo fue una lucha pareja, incluso con mayor claridad del visitante gracias a la calidad de sus elementos más experimentados como Villanueva, Farías, Suárez y Jiménez.
Precisamente fue el "Mago" quien festejó primero, tras una serie de errores en la zaga porteña.
En ese momento el equipo de Astorga le tomó el peso a lo que se estaba jugando y comenzó a arrinconar a su rival. Gracias a esa presión llegó el cabezazo de Aja, que Toselli no pudo desviar.
Y si el final del primer tiempo fue todo verde, en el complemento la cancha se inclinó casi por completo.
Una y otra vez el cuadro del Puerto chocó con la defensa o el arquero de Palestino.
Tres veces Damián Arce disparó con dirección e intención hacia la portería visitante. La primera la interceptó Dávila, la segunda la atajó Toselli y la tercera la sacó de la línea Bruno Romo con un cabezazo.
El DT wanderino mandó todo lo que tenía a la cancha y casi le resulta cuando se jugaba el tercer minuto de descuento. Sebastián Ubilla conectó de cabeza un tiro de esquina y el meta visitante la sacó desde el ángulo.
Después de eso, solo quedaba mirar al cielo, suspirar y agradecerle a la gente. Fue lo que hicieron los jugadores verdes.
19 puntos suma en la tabla Wanderers en virtud de cinco triunfos, cuatro empates y dieciocho derrotas.
"