"Wanderers es un grande, no puede estar más de un año en Primera B"
Gabriel González es uno de los jugadores inolvidables del Wanderers 2009, que logró el ascenso desde la Primera B.
El "Bibi", quien hasta hace poco seguía jugando en Argentina, nunca cortó el vínculo con el universo caturro pese a defender solo por una temporada la camiseta verde.
Por eso hoy confiesa que siente pena por el descenso y, además, se atreve a opinar sobre lo que viene para el Decano en el torneo 2022.
"Yo me siento muy agradecido de Wanderers, porque viví un año espectacular y más encima lo coronamos con el ascenso, que fue a lo que habíamos ido. Ese equipo tenía huevos, tenía corazón y terminó ascendiendo, que es lo más lindo y lo que al final queda", dice el expuntero desde San Juan, donde trabaja con su suegro en una empresa consultora en ingeniería.
El futbolista surgido en Douglas Haig de Pergamino -el mismo club desde donde llegó a Valparaíso Carlos Gustavo de Luca- se lamenta por la horrible campaña de los porteños este año, pero apunta a un regreso rápido a la división de honor.
"Es horrible, nadie lo desea, pero se consumó el descenso y hoy hay que meterle todas las ganas a la 'Operación Retorno' para que la institución vuelva a donde tiene que estar", dice, añadiendo sobre su experiencia en el Puerto que "las claves de nuestro equipo fueron tener excelentes compañeros, muchos con experiencia, y después formar un buen grupo, así se pueden lograr cosas importantes".
- ¿Qué tan importante fue el liderazgo de Moisés Villarroel?
- Cuando llego, ya había oído nombrar a Moisés, pero nunca tuve la opción de cruzarme con él antes. Para nosotros fue fundamental, había jugado un Mundial, estuvo en los clubes más importantes de Chile, es un tipazo y para nosotros tenerlo a él más los otros chicos que tenían muchísima experiencia fue fundamental para arrancar la temporada en busca del ascenso.
- Hubo un cambio de entrenador en medio de esa temporada, salió Jorge Aravena para que llegara Humberto Zuccarelli.
- Con Jorge (Aravena) no le pudimos agarrar la vuelta al equipo, no tuvimos unos primeros meses buenos. Después, cuando vino "Zucca" nos dio otro toque, nos dio confianza a varios muchachos que no la veníamos teniendo, así que fue importante. También se trabajó el doble y nos convencimos que teníamos un gran equipo y que podíamos llegar, se nos empezaron a dar las cosas y nos dimos cuenta antes que terminara el torneo que sí se podía. Finalmente lo logramos.
- ¿Cuáles fueron los partidos clave que jugó en ese torneo?
- Decirte uno no sabría, pero me acuerdo mucho del partido con San Felipe allá, íbamos perdiendo y logramos empatarlo 1-1. Creo que todos los partidos fueron durísimos, pero la continuidad que me dio Humberto Zuccarelli hizo que me sintiera importante para el equipo, todos nos sentíamos así además.
- Las veces que Wanderers está en el Ascenso se repite una constante: todos los equipos quieren ganarle.
- Siempre lo sentimos así, todo el mundo cuando juega contra un equipo grande se motiva y le quieres ganar como sea. Nosotros lo vivimos muchísimo, nos complicaban a veces, equipos chicos nos hacían fuerza, se entregaban al doscientos por ciento para poder ganarle a Wanderers, porque si le ganaban a Wanderers salvaban el año. Nosotros sabíamos que la Segunda División era muy dura y aparte de jugar se corría, se metía, el sacrificio siempre estuvo. Nuestra bandera fue el corazón.
- ¿Cómo recuerda ese bloque ofensivo con Pablo López viniendo desde atrás y usted junto a Cristian Alfaro en delantera?
- Nos empezamos a conocer, nunca habíamos tenido la oportunidad de jugar juntos. Pablo (López) era uno de los más queridos del club, no tanto como Moisés (Villarroel), pero sí muy querido por la gente. Sabíamos que Pablo (López) ponía mucho corazón y nosotros tratábamos de copiarlo. A medida que pasaban los partidos nos fuimos buscando hasta que por suerte Cristian (Alfaro) comenzó a hacer muchos goles, incluido el del ascenso. No importaba en todo caso si el gol lo hacía uno u otro, sino que correr todos, meter todos y llevar el equipo a Primera, que era lo que dijimos cuando llegamos a principio de año. La única idea era subir. Había que dejar todo y por suerte se cumplió el objetivo.
- Su sello era el esfuerzo, dejar todo en la cancha.
- Sí, por ahí no soy un delantero de hacer muchos goles, pero uno siempre trabajó para el equipo. Sí tuve la suerte de marcar seis o siete goles, pero no era lo mío, sino colaborar para que el delantero que está conmigo pudiera terminar la jugada. Yo estaba más para el sacrificio. Por eso me acuerdo del partido con San Felipe, porque el gol de Pablo (López) se consiguió después de muchas trabadas, estaba lloviendo, hubo caídas, hasta que terminamos con un centro al medio para que marcara mi compañero, eso me marcó porque la gente me lo reconoce y los amigos siempre se acuerdan de ese partido. Son muy agradecidos, que me valoren y se acuerden de eso después de tantos años para uno es un mimo, es una alegría, es una caricia y yo voy a estar toda la vida agradecido de los hinchas de Wanderers.
- También compartió equipo con Eugenio Mena, que posteriormente fue parte de la "generación dorada" del fútbol chileno, ganando dos Copas América.
- Hasta el día de hoy estoy en contacto con Eugenio (Mena), cada vez que juega por la selección lo sigo, continuamente veo los partidos de Racing. Antes de ser un excelente profesional, es una excelente persona, con una humildad terrible, a pesar de estar en la selección y haber jugado en distintos lados se sigue acordando de esos tiempos y la amistad que teníamos. Me pone muy feliz por el momento que pasa, tanto él como los otros chicos de ese equipo, Opazo, el mismo Moisés (Villarroel), el Ronnie (Fernández), Carlitos Muñoz, todos chicos de la cantera que son espectaculares, que siguen teniendo la misma humildad y seguimos hablando hasta el día de hoy. Uno se siente orgulloso de verlos jugar.
- ¿Cómo cree que debe afrontar el club la temporada 2022?
- He estado siguiendo la campaña de Wanderers a través de internet. Por eso mismo te digo que Wanderers es un equipo grande y tiene que salir de inmediato a armarse para poder subir, no puede estar más de un año en Primera B. Para mí se tiene que armar de inmediato para subir, tiene varios jugadores de la cantera que vienen bien, más los que se puedan sumar y los que se queden del plantel pasado. Si no sube el primer año, va a ser complicado después, tiene que hacer lo mismo que el 2009, armar un gran equipo y volver a Primera División.
"Si no suben el primer año, va a ser complicado después, tienen que hacer lo mismo que el 2009, armar un gran equipo y volver a Primera División".
"Los equipos chicos nos hacían fuerza, se entregaban al doscientos por ciento para poder ganarle a Wanderers, porque si le ganaban a Wanderers salvaban el año".
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