COLUSIÓN EN LICITACIONES PÚBLICAS
ECONOMÍA. Se puede traducir en un precio más alto, menor cantidad disponible y menor calidad de productos ofrecidos.
En artículos anteriores he mencionado qué es una colusión y cuáles son las sanciones actuales en Chile ante este ilícito.
En este artículo abordaré los diferentes elementos que facilitan y dificultan una colusión, centrándome especialmente en aquellos que facilitan la colusión entre oferentes en las licitaciones públicas.
VARIABLES
Existen diferentes variables en un mercado que podrían favorecer la colusión. Cada una de éstas en sí mismas no asegura la existencia de una colusión, pero ayuda a generar las condiciones adecuadas para su realización.
Las variables más comunes planteadas en la literatura son: concentración de mercado, tipo de producto, barreras de entrada, simetría de costos, baja elasticidad precio de la demanda, contacto multimercado, demanda creciente, relaciones estructurales entre empresas, transparencia de precios e intercambio de información y asociaciones gremiales.
Por su parte, factores como altos niveles de innovación, poder monopsónico, existencia de una empresa maverick, negocios cíclicos y fluctuaciones de la demanda, dificultan la colusión.
OFERENTES
Se sabe que las colusiones generan efectos adversos en el bienestar del consumidor, lo cual se puede traducir en un mayor precio, menor cantidad disponible y menor calidad del producto ofrecido.
En el caso particular de las licitaciones públicas, según Samuel Arguello, las principales formas de colusión son: ofertas de resguardo u ofertas ficticias, la abstención de hacer ofertas, la rotación de ofertas, la subcontratación entre los miembros del cartel para repartirse los beneficios de la colusión, y el reparto de mercados.
El año 2008 la OCDE desarrolló una guía para combatir las colusiones entre los oferentes de las licitaciones públicas, el cual fue adaptado para Chile por la Fiscalía Nacional Económica.
En esa guía se presentaron los factores que podrían facilitar la colusión en este tipo de licitaciones, varios de los cuales están acordes a los elementos de mercado presentados anteriormente. A continuación, revisaremos cada uno los factores mencionados por la OCDE:
Pequeño número de empresas: esto implica un mercado más concentrado. Mientras menor sea el número de empresas que cumplen con las condiciones para participar en la licitación, más fácil es generar acuerdos.
La escasa o nula entrada: se refiere a la existencia de altas barreras de entrada, las cuales reducen la entrada de nuevos participantes al mercado, protegiendo a las empresas actuales y facilitando la colusión.
Condiciones de mercado estables: un mercado estable facilita la generación de acuerdos colusorios; en cambio, movimientos importantes en un mercado tienden a desestabilizar dichos acuerdos.
Asociaciones industriales: conocidas en Chile como asociaciones gremiales, podrían facilitar el traspaso de información y la coordinación entre las empresas. Este traspaso de información puede reducir la incertidumbre del futuro actuar de la competencia, esencialmente si los datos entregados son estratégicos. Además, estas asociaciones podrían controlar que las empresas respeten el acuerdo establecido. Sin embargo, es necesario aclarar que la simple existencia de estas asociaciones no implica necesariamente que se utilizarán para una colusión, ya que podrían cumplir otros fines como la búsqueda de la competencia y la eficiencia.
Licitaciones repetidas: las licitaciones frecuentes permiten a las empresas que participan en éstas asignarse los contratos entre ellas; de esta forma, al no competir, pueden cobrar precios mayores por sus servicios, y además no se ven obligadas a entregar mejores características para ganar la licitación.
Productos o servicios idénticos o simples: mientras más homogéneos sean los productos, más simple es ponerse de acuerdo en el precio a cobrar; en cambio, los productos diferenciados permiten cobrar precios distintos acordes al valor que el cliente le entrega a dicha diferenciación, por lo que dificulta la colusión.
Pocos sustitutos: el no contar con sustitutos o bien tener un menor número de estos ayuda a enfrentarse a una demanda relativamente más inelástica, lo que permite a las empresas aumentar sus precios y no verse mayormente afectada en términos de la cantidad demandada.
Ausencia de cambios tecnológicos significativos: por último, esto se plantea como variable relevante, ya que esta situación permite alcanzar acuerdos y mantenerlos en el tiempo.