"Al que levanta una lista paralela a la oficial se le tilda de traidor"
La semana pasada, el Servel dio a conocer las cifras de fugas de militancias desde distintas tiendas políticas. Allí, el Partido Republicano lideró el listado, con 2.885 desafiliaciones entre enero y octubre de 2022. Argumentando que hace un año había 18.000 militantes y hoy 20.500 y que son muchas más las nuevas afiliaciones que las renuncias, la diputada Chiara Barchiesi, representante del Distrito 6 y militante republicana, subvaloró los datos del Servel, mientras que para el senador y expresidente de la tienda, Rojo Edwards, las fugas dan cuenta de un fenómeno más complejo, enmarcado en los escasos mecanismos de participación interna.
Si Rojo Edwards interpretó las fugas como un alejamiento de la cúpula del partido de los militantes de base, la diputada Barchiesi lo responsabilizó a él del problema, acusándolo de que bajo su presidencia apoyó una tercera vía constitucional, alejándose de la opinión de los republicanos. En esta entrevista, Edwards responde algunas interrogantes sobre el momento actual del partido y sus dinámicas internas.
Cambio interno
- ¿En qué momento está el Partido Republicano después de las fugas de militantes y por qué hay críticas a los niveles de participación interna?
- Hoy más que nunca tenemos el deber de hacer crecer el partido y por ello creamos un movimiento que está tomando cada vez más fuerza, que se llama "Un militante un voto" (Umuv), cuyo objetivo es promover un cambio cultural y democrático interno. Hacer que las elecciones internas sean directas, donde toda la militancia pueda votar con la fórmula un militante un voto. Lo que tenemos en la actualidad, en cambio, es un sistema de elecciones indirectas, donde se eligen consejeros que son los que definen, en última instancia, a la directiva nacional.
-¿Por qué a una parte del Partido Republicano le molesta ese sistema indirecto?
- Porque atenta contra nuestros principios. Nosotros creemos en la democracia y en que el Partido Republicano requiere una profundización de su cultura democrática. Además, no debemos descuidar nunca el sentimiento de nuestra gente porque venimos de una fuga muy grande de militantes, quienes sienten que su opinión no está siendo escuchada ni le importa mucho a la dirigencia actual.
- ¿La fuga de militantes se explica por esa carencia de democracia interna que usted critica?
- Sobre ese tema, creo que se cometió un error bastante grave al subestimar la fuga y decir que si bien se fue el 15% de los militantes, alrededor de 3.000, otros tantos llegaron. El error que cometen aquellas interpretaciones es que esto no es un tema de números, detrás de cada renuncia hay una persona de la que nos debemos preocupar. Los nuevos militantes deben llegar para ampliar la base del partido y no como un reemplazo de los que se fueron.
- Precisamente esa fue la interpretación que dio la diputada Chiara Barchiesi, quien además lo responsabilizó a usted por las fugas. ¿Qué puede decir sobre esa acusación?
- Yo me imagino que los parlamentarios del Partido Republicano tienen opinión y eso lo tendrá que responder ella. Lo que sí puedo recalcar es que esa postura es un error, ya que los militantes se pueden sentir sustituibles. La fuga de militantes implica algo profundo, como te dije antes. Detrás de cada militante que se fue hay una persona que sintió que el partido no fue capaz de responderle en sus aspiraciones, sus preocupaciones o en sus ánimos de participar.
- De hecho, la diputada Gloria Naveillán, hoy en el PDG, renunció apuntando a que el Partido Republicano se transformó en una suerte de secta.
- Yo lo veo de esta manera: cuando un grupo de personas levanta una lista paralela a la oficial, no lo hace para debilitar al partido, sino por un interés de participar y hacer valer su punto de vista. Sin embargo, hoy día lo que pasa en el Partido Republicano muchas veces, es que ese tipo de movimientos democráticos se ven con malos ojos por la directiva y eso es peligroso, porque en un futuro nos podría jugar en contra.
- ¿Quienes están más cerca del oficialismo interno tienen privilegios?
- No sé si privilegios, pero en el Partido Republicano lamentablemente todo el que levanta una lista paralela a la oficial es tildado de traidor y eso nos habla de la poca profundidad democrática que algo todavía tenemos pendiente.
- ¿Su crítica y la búsqueda del movimiento "Un militante un voto" tiene que ver con un exceso de personalismo?
- El sentimiento de los militantes de que todo se hace a dedo va adquiriendo cada vez más fuerza. Esto se trata de que las personas y los liderazgos pasan y, en cambio, las instituciones perduran. Acá, lejos de los personalismos, tenemos que fortalecer la institucionalidad y me llama la atención que la actual directiva insista en la idea de elecciones indirectas porque sabe perfectamente que a largo plazo el partido se va a debilitar.
- A nivel regional, ¿cómo se maneja la participación en los procesos eleccionarios?
- La única directiva cuya elección es poco democrática es la nacional, que es donde se acumula todo el poder, porque en las regiones existen elecciones donde cada militante, bajo la fórmula de un militante un voto, escoge a la directiva. Es en regiones donde el Partido Republicano va encontrase con esa democracia que incluye participativamente a los militantes.
- ¿Tiene contacto con la militancia del Partido Republicano en la región? ¿Se van adhiriendo a este reclamo de un militante un voto?
- Hay una gran cantidad de militantes de la Quinta Región que piden a gritos elecciones democráticas en el Partido Republicano y, probablemente, eso se vea reflejado en las elecciones del 28 de enero. En esas elecciones indirectas nacionales que propone la actual directiva, nosotros, como movimiento de "Un militante un voto" (Umuv), vamos a hacer primarias para determinar los candidatos. En el caso de la Región de Valparaíso ya tenemos 18 postulantes, que es reflejo del gran entusiasmo que hay en Valparaíso por ser parte de la lista que pretende darle mayor profundidad democrática al partido.
Nueva constitución
- Dejando de lado las polémicas internas y pensando en el contexto político actual, con una negociación constitucional entre el oficialismo y Chile Vamos, ¿dónde están las preocupaciones del Partido Republicano?
- Nosotros tenemos una agenda que es la agenda de Chile. Las personas entienden que la preocupación número uno es la delincuencia y la inseguridad y el Partido Republicano está utilizando todos sus medios para resolver ese tema. También hay un problema económico, donde el Banco Central nos augura una nueva década de pobreza y desigualdad, y ahí también están puestos nuestros esfuerzos. En ese contexto, tan complejo para las familias chilenas, hacer una nueva Convención es una burla. Está lejos de ser la prioridad de la gente.
- ¿Pero imagino que van a participar electoralmente de un nuevo proceso?
- Obviamente, no vamos a ceder ningún espacio y esperamos influir en el futuro de Chile. Pero claramente preferiríamos estar hablando de modificaciones a leyes sobre crimen organizado y terrorismo o de la seguridad en los barrios, y no del capricho constitucional.
"Me llama la atención que la actual directiva insista en la idea de elecciones indirectas porque sabe perfectamente que a largo plazo el partido se va a debilitar".